Triángulo (+18)

Cap. 4

Unas cuantas caladas después no me siento tan seguro de tenerlo todo controlado. Javier me lo robaba de vez en cuando. Seguro que ahora mismo huelo a mierda. Pero literal. Aunque eso a los profesores se la suda.

Estoy incluso más mareado que antes. Y eso que el efecto tarde en llegar... Joder, es que sabía que era una mala idea.

Suena el timbre, pero aún quedan unas caladas para terminárselo. Miro a Javi un poco preocupado. Si llego tarde los profesores siempre mandan retraso, y la semana pasada ya me pusieron unos cuántos. Mis padres ya están muy molestos conmigo.

-Venga tira para clase anda. No quiero que tus padres te vuelvan a dar por culo con los retrasos que te manda la de física.

Asiento y le dejo allí sentado terminándose el porro.
Aún no habiendo tardado mucho en irme del sitio, no hay nadie por las escaleras. No sé cómo han llegado todos tan rápido a clase, ni qué prisa tenían.

Voy subiendo los escalones uno a uno. Mierda me estoy mareando mucho. Me tengo que agarrar a la barandilla.

A duras penas llego al segundo piso. Pero no paso de ahí. Me tengo que sentar. Joder no me encuentro bien. Quiero vomitar. Dios, no debí dárselo en esa fiesta. ¿Por qué lo hice? No quería que le pasase nada. Me lo pidió. Estaba muy borracha, pero no debo darle cocaína después de todo eso. Joder. Joder. No puedo respirar. No puedo respirar. Soy horrible.

Estoy llorando ¿verdad? Joder no. No puedo olvidarme de ella en la camilla.

Y, de repente, él. Me ve ahí, tirado en el suelo llorando y su rostro se llena de preocupación. Va corriendo a mi lado y se pone encima mía.

-Dios. Izan joder. ¿Otra vez la ansiedad? Mierda. No tio no. Joder... Estoy aquí. Tranquilo, estoy aquí, no te va a pasar nada.

Me abraza. Tengo su pecho en mi cara, sus caderas encima de las mías. Escucho el latido de su corazón. Es muy calmante. Sólo quiero centrarme en él. Quiero detener este momento. Le abrazo de vuelta y empiezo a sollozar.

-Fue mi culpa. Joder Javier fue mi culpa. Por eso se quedó en coma. Me merezco todo lo que me hagan; todo lo malo que me pase.- consigo decir entre lágrimas.

-Izan, no digas eso. No fue tu culpa. No sabías lo que iba a pasar. No te culpes de algo que no estaba sobre tu control. Por favor, odio verte así.- se separa un poco de mí y se sienta a mi lado. Me toma de la mano, como siempre hace cuando me ve mal.- Y respecto a Ruiz y sus amigos, no te pasará nada malo mientras estés a mi lado,¿me oyes?

Asiento. Me alegro tanto de que sea mi amigo... Siempre cuida mucho de mí.

-¡Javi, Izan! ¿Dónde estabais? Lidia quería saber qué hacíais y por qué no estáis en clase.- Beatriz se va acercando a nosotros y Javier instantáneamente aparta la mano y se levanta.

-Bea cariño vuelve a clase y dile a la zorra de Física y química que ya vamos. Izan no se encontraba demasiado bien, estaba un tanto mareado. Ahora mismo estamos ahí.

Beatriz asiente y vuelve escaleras arriba hasta el tercer piso. Javi se vuelve hacia mí y empieza a hablar de nuevo.

-Bueno, voy arriba ¿vale? ¿Podrás ir al baño, lavarte la cara y subir sin mí ayuda?- asiento con la cabeza, secándome las lagrimas con la manga de mi camisa y me pongo en pie.

Él sube unos cuantos escalones y yo bajo otros tantos. Se para en seco y me dice:
-Por cierto, esos vaqueros oscuros te quedan muy bien. Sería una pena si te cayeses y se te rompieran.

Y con eso sube muy deprisa hacia el piso de arriba.

Yo bajo lentamente hacia el baño. Las conserjes me miran preocupadas y una de ellas se acerca a mí y me pregunta que si estoy bien. Miento, diciendo que sí y sonrío. Voy al baño, me lavo la cara y vuelvo a subir las escaleras, dispuesto a dar otras tantas clases, hasta volver a casa y aguantar la charla de mi madre por haberme retrasado de nuevo en clase de física y química. Y, como no, darle vueltas de nuevo a todo lo que debería haber olvidado ya.