Capítulo 7

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Capítulo 7:

Cerró la puerta y se dirigió al cuarto de baño. Se miró al espejo y sonrió. ¿Qué era eso? ¿Amor? Si lo era, se sentía feliz. Salió del baño y se dirigió a su cuarto. Se quitó el uniforme y se puso su pijama. Ni siquiera cenó, solo se metió en la cama muy contenta. Una vez más, la alarma del móvil empezó a incordiarla, desquiciandola. Se levantó e hizo lo cotidiano. Salió de casa con otra sensación. Una sensación de alegría. Subió las escaleras con un gran ánimo. Vio al chico y se acercó sigilosa. Ella lo abrazó por el cuello.

-M-me ahogas gordita.

-¡Eh! ¡No soy gordita!

-Jajaja. Lo decía en broma.-le susurró al oído mientras la tomaba de la mano.

Un profesor pasó por su lado mirandoles de arriba a abajo. Hicieron tiempo hasta que vino el maestro de la hora que les tocaba. Entraron cogidos de la mano, a lo que muchas la miraron mal. Sí. Muchas y la. Lilianne no hizo caso y se sentó al lado de su amigo. Las horas parecían pasar ahora de otra forma. Mucho mas rápido. Cuando salieron de la clase, ambos se dirigieron hacia la clase de los amigos de Jimin. Cuando salieron, Lily sonrió amablemente a todos.

-¿Qué tal están chicos?-preguntó ella.

-Bien. ¿Y tú Lily?-le preguntó Jungkook.

-Genial.

-¿Queréis venir a tomar un helado?-dijo V sonriente.

-Me parece bien. ¿Y a ti Lily?-le preguntó Jimin.

-De acuerdo.

Cuando bajaban las escaleras, alguien empujó violentamente a Lilianne haciendola caer. Por suerte alguien la cogió del brazo antes de que ocurriese un accidente del que se pudiesen arrepentir. Era Suga quien la salvó. Un grupo de chicas pasaron por su lado mirandola de mala manera.

-¿Estás bien?-preguntó Suga preocupado mientras miraba a Lily por si había sufrido alguna lesión.

-No. Estoy bien. Solo ... me he tropezado. Soy un poco torpe.-le respondió ella riendo forzosamente.

-Bueno, si tú lo dices. ¡Venga! ¡Vamos a tomar ese helado!-sonrió él mientras corría, sujetandola del brazo.

La chica no pudo evitar sonrojarse. Que mono era. Por el rabillo del ojo pudo ver a Jimin ... ¿serio? No podía ser. Seguro que era su imaginación o algo de su cabeza. Durante todo el camino, Suga no la soltó. Ambos charlaban de cosas estúpidas mientras reían. Llegaron al local. Una heladería carismática y encantadora, como las típicas italianas.

-¡Qué bonita!-exclamó la chica mientras observaba encantada.

-¿A que sí?-dijo Jin, mientras se ponía a su lado y le sonreía.-Ahora señorita. Sientese.

Vida de ... ¿perros?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora