Antes de conocerte

763 103 41
                                    

Esperanza. De entre todo el mar de emociones que me inundaba, esa parecía ser la capitana de todo. El día de hoy tenía esperanza, porque sabía lo que eventualmente pasaría. Aunque mi cabeza estaba construyendo cada posible escenario, en una absurda necesidad por saber que podría pasar ¿Sería mientras me presentará ante todos lo amigos de mi hermana? ¿Quizás un choque accidental? ¿La buscaría sin plantearme, sin meditarlo? No estaba seguro.

¿En qué momento mi corazón comenzó a cantar con anhelo? ¿Cuándo la sola mención de su nombre obtuvo el poder de insertar un ejercito de mariposas en mi estomago? Yo era mayor, conocía chicas de mi edad e incluso más grandes, sin embargo, ninguna había causado el mismo efecto que aquella hechizante sirena que estaba atrapándome sin siquiera saberlo. SI ya estaba perdido con un nombre ¿Qué sería de mi ahora que la tuviera enfrente por primera vez?

Decir que amaba seria demasiado temerario, audaz y aventurero, no lo consideraba así, porque ¿Cómo te podías enamorar de alguien por un nombre y una foto? La gente que lo supiera pensaría que yo era un ridículo que se aferraba a una imagen, a un ideal, no a un ser de carne y hueso. Pero, sin conocerla, sabia quien era, veía más allá de esos hermosos ojos azules y la tímida sonrisa que escondía secretos que no cualquiera podía conocer.

Recuerdo la primera vez que escuche pronunciar su nombre en casa, la primera vez que vino a colación en una conversación y cómo, poco a poco, causa en mi un deseo por volver a escuchar de ella, como un adicto que una vez probada una sustancia, aunque diga que no la quiera, solo es una mentira que se dice una y otra vez hasta que llega el momento de volver a consumirla.

Estaba en mi camerino, sobre mi cama con las piernas entrecruzadas y tocando algunos acordes al azar, esperando que mi mente se despejara lo suficiente para poder crear algo cuando Juleka entró sin anunciarse y dejó su cuerpo caer sobre el espacio vació de mi cama.

-Día duro en la escuela ¿Eh?- dije sin mirarla, enfocando mi vista en mis dedos y las cuerdas.

-Chloe- fue todo lo que dijo. Ya antes había escuchado ese nombre. A mi parecer, era una chica con una gran falta de atención que se esforzaba con creces por ser relevante en su instituto, y lo lograba. Dudaba que sus comentarios mordaces y su falta de tacto fueran un don natural, pero, bien podría estar equivocándome y la chica en realidad era una arpía venenosa.

-Quiero escuchar la historia- alenté a que Juleka continuará.

-Fue mala con Rose- dejé mi guitarra apoyada contra la pared y me giré para mirarla detenidamente. Conocía a la pequeña Rose, vivaz, adorable, elocuente, risueña y con mucho por decir, la contraparte perfecta de mi hermana- trato de hacerla sentir mal por una flor de cristal que le regale.

Jul tenía los ojos cerrados y las manos extendidas sobre la cama, pero su semblante no se veía enojado o frustrado, al contrario, a pesar del cansancio, parecía muy en calma. Sabía que su relación con Rose había pasado de una bonita amistad a algo más profundo y significativo, y ambas estaban bien con ello, al igual que sus amigos, aunque claro, las personas que no son felices disfrutan arruinar la sonrisa de los demás.

-Supongo que trataste de defenderla- Sabía que no era su fuerte, mi hermanita siempre era reservada en cuanto a sus emociones y rara vez se mostraba decidida o completamente segura de si misma en algunas cuestiones, pero se esforzaba al máximo, lo intentaba y por Rose, seguramente habría dado todo.

-yo...no estuve con Rose cuando todo paso- una tímida sonrisa apareció- de hecho me contó todo cuando la vi al salir de la escuela. Teníamos nuestra hora de clase extracurricular, ella fue a entrenar al estadio con el equipo de educación física y yo me quede en la escuela en el taller de arte. La flor que le di fue de mi último proyecto semestral y ella se la llevo encantada, me dijo que la llevaba en su mochila cuando Chloe y Sabrina se acercaron y comenzaron a hablar sobre lo feo y patético que era el presente y que ni siquiera debía de conservarlo.

Antes de conocerteWhere stories live. Discover now