"¿Qué haces aquí?"
Se podía leer en aquel pequeño pizarrón portátil que cargaba el azabache. Apretó fuertemente sus dedos contra la superficie del objeto e intentó desviar un poco su mirada. Recordaba que había pedido que le dejaran solo y sobre todo, que nadie se le acercara.
–Y-yo...-el otro dudo un poco antes de continuar. Miró atentamente al chico que estaba delante suyo y al notar cómo este lo evadía, entendió perfectamente que algo no andaba bien. Tomó el suficiente aire para armarse de valor y caminó firmemente con la intención de descubrir la verdad. –Dazai-san me dijo que habías perdido la voz, creí que eran rumores.
El mafioso no dijo nada, simplemente asintió con la cabeza, sacó de su abrigo un plumón y un pequeño pañuelo y comenzó a escribir con una fina y bella caligrafía en el pizarrón. Atsushi notó en ese instante como a pesar de la falsa seguridad que tanto se esforzaba en mostrar el otro, su mano temblaba.
"Vete antes de que te mate." Obtuvo como respuesta a lo que él simplemente esbozó una sonrisa y negó.
–Eres un mentiroso, ¿qué es lo que te pasa en verdad? –señaló, tratando de evitar darle vueltas al asunto. Durante un tiempo Dazai le había enseñado a leer a las personas, al menos lo suficiente como para no caer en simples engaños, y por lo que veía ahora podía entender que algo le estaba ocultando Akutagawa.
El mayor frunció el ceño y con gran fuerza borró lo escrito previamente. Tomó con gran firmeza el plumón y rápidamente escribió un nuevo mensaje en mayúsculas.
"¡QUE TE VAYAS O TE MATO!"
El agente no retrocedió ni un paso, al contrario, acortó un poco más la distancia entre ambos, retando al otro a cumplir su promesa. En parte lo hacia porque quería saber la verdad y en parte porque el ver que era amenazado por medio de un pizarrón no era algo muy intimidante.
–No me voy a ir hasta que me digas qué te pasa. ¿Crees que me voy a creer eso de que perdiste la voz? Estoy seguro que hay algo más. –insistió abusando un poco de su suerte mas no recibió respuesta alguna. Frustrado, optó por romper todas las barreras que se habían creado.
Nuevamente Akutagawa iba a escribir sin embargo, antes de poder siquiera trazar una línea, su plumón le fue borrado. Inmediatamente sus ojos se posaron sobre el ladrón, el cual sonreía con una gran satisfacción. La primera parte del plan estaba completa.
El mayor iba a abrir sus labios pero inmediatamente los apretó, forzándose a dar media vuelta con resignación, acto que sorprendió a Atsushi por completo pues el creyó que tras quitárselo, el otro se abalanzaría contra él y ambos pelearían por quedárselo.
–¿Eh? ¿Acaso no lo quieres? –preguntó aún sin aceptarlo. –Vamos, sé que lo necesitas para escribir. Ven por él.
El mafioso elevó un poco sus hombros y con un simple gesto de su mano, le dio a entender que no le importaba en lo absoluto. Intentó mantener su compostura y evitando a toda costa la mirada del otro, caminó en dirección a la salida.
El menor por su parte, ideó un nuevo plan para hacerlo hablar o más bien, decidió dejar de pensar y actuar impulsivamente. Quizá si le tomaba por sorpresa, el azabache finalmente hablaría y le diría la verdad.
–¡Akutagawa, atrápame! –Transformó rápidamente sus piernas en las del tigre y tomando un pequeño impulso, se lanzó hacia el otro.
No hubo una fracción de segundo que le permitiera reaccionar ante aquel llamado e irremediablemente, el mayor terminó en el suelo y sobre él, el chico que tanto "detestaba". No puso resistencia o más bien, no pensó en cuidar sus palabras. En ese instante la furia le invadió y toda su razón fue nublada por la ira.
ESTÁS LEYENDO
Entre flores y plumones
Fanfiction"Akutagawa ha perdido la voz." Ese es el rumor que circula por el bajo mundo de Yokohama, sin embargo, Atsushi presiente que eso se debe a algo más. Tal vez sea intuición, sexto sentido o negación, pero está decidido a conocer la verdad.