Capítulo 1

120 3 1
                                    

Narra Marina

Mi padre recibió un correo electronico sobre una escuela de Música en un pueblo que queda por aqui cerca de donde yo vivía. Él no queria que entrara en esa escuela, porque decía que seria una perdida de tiempo.  Yo queria ir, la música es mi gran pasión y, si tenía por primera vez la oportunidad de poder aprender lo que me gusta lo haría costara lo que costara, asique... ¡Que comienze la guerra!, rei en mis adentros.

-Marina no seas así, no te daré permiso para que vallas a una escuela donde se aprende música porque no te servirá para nada. - dijo seriamente mi padre.

-La musica es lo que mas me gusta papá. Porfavor. - dije rogándole.

-No te dejaré ir. No me hagas repetirlo.

-Papá esque no lo entiendes, la música es mi pasión y por primera vez podré hacer lo que me gusta. - dije enfadada, iba a ir si o si, dijera lo que dijera. Soy así de terca.

-¡Te he dicho que no!, no pienso discutirlo más. - dijo mi padre mientras se levantaba del sofá y se encaminaba a su habitación.

Ese dia me había quitado parte de mí, la música para mi era muy importante y el lo sabía, pero me daba igual. Sabía que debia ir. Odio cuando mi padre pasa de lo que a mí me gusta, desde muy pequeña. Mi mejor amiga , me regaló una preciosa guitarra marron oscura y negra. Ella era la unica que me apoyaba siempre.

Era agosto, y hoy era el ultimo dia para las pruebas de acceso. No tube más remedio que decirle a mi padre que me iba con mi mejor amiga a su casa de campo, lo cual me dio mas tiempo para las pruebas.

Salimos de casa y fuimos a la estación de tren, que no estaba muy lejos. Compramos los billetes y nos subimos al tren. Yo llevaba mi guitarra y unas partituras  de algunas  canciones.

Cuando nos íbamos a bajar, no pude evitar ver a un chico que me parecio muy mono; alto, pelo castaño oscuro, ojos marrón miel grandes y rasgados,  igual que los mios. No pude evitar ver que también llevaba una gitarra, me quedé embobada mirandole, cuando me di cuenta ya se habí girado y me miraba como si no tubiera nada mejor que hacer. Yo me sonrojé al verle y el tambien. Claudia, mi mejor amiga, me pellizcó para que despertara y nos fueramos ya. Salí por la puerta,  y para mi sorpresa le ví abajo otra vez. Me quedé bloqueada, ¿cómo pudo bajar este chico tan rápido?. Me giré a donde le ví antes y me dí cuenta de que eran dos chicos completamente iguales, vestidos igual y con dos guitarras. Mis ojos pronto saldrían de sus órbitas. Mis manos comenzaron a temblar por el simple hecho de que ellos se acercaron a mi. Uno de los dos tenía una guitarra azul y el otro naranja, era bastante comico la verdad.

 

-Hola..., ¿tú también vas a la prueva de guitarra?- me dijo el chico de la guitarra naranja. Yo asentí. - ¡Nosotros también! - sonrió mientras no le quitaba el ojo a mi amiga- Yo me llamo Álvaro, y este es mi hermano gemelo, Hugo. ¿y tu te llamas...?

- Me llamo Marina, y ella se llama Claudia. - dije sin poder evitar sonrojarme al ver que el chico que vi dentro del tren se llamaba Hugo y no paraba de mirarme, igual yo.

-Hugo, broo despierta!! - dijo Álvaro pasando su mano por delante del rostro de su hemano que parecia imnotizado mirandome. Se que soy fea, pero esque me va a sacar hasta una radiografía.

-¿Ehm?- dijo el mientras porfin dejó de mirarme. No pude aguantar mas la risa. Todos reímos menos el. 'Pobreshito'

Los cuatro avanzamos por la acera, camino del lugar donde nos hacian las pruevas de acceso. Entramos al enorme edificio banco y burdeos. Vi un cartel a lado de una puerta de madera. "Pruevas de acceso". No se yo, pero me da a mi de que las pruevas eran ahi.

Ellos entraron primero, los dos juntos. Tardaron no más de cinco minutos. Ellos, al salir de la sala, nos abrazon diciendo al unísono...

-¡¡¡HEMOOS ENTRADOO!!!!- gritaron dando botes mientras nos abrazabamos los cuatro.

Cuando llegó mi turno, mis manos comenzaron a temblar. Entré por la puerta, me sente en una silla muy incomoda para mi gusto, eran dos mujeres y un hombre. Una de las mujeres era muy simpatica y amable, muy guapa y joven, de unos veinti tantos, rubia, alta y degada. La barbie si. La otra señora, era muy desagradable, no muy agradable a la vista, de unos sesenta y tantos, baja gordeta y la nariz puntiaguda. La bruja si. E chico tendria unos veinte y era muy guapo, alto, ojos color café y pelo castaño claro. Las ganas de entrar a la escuela empezaron a aumentar con este chico. Termine de tocar la pieza. Ellos se miraban y cuchicheaban ente ellos. No hay cosa que odie mas en el mundo que la gente cuchichee entre ellas. Pasaron diez eternos minutos. Una de las mujeres se puso en pie, la bruja, me miró a los ojos, en ese momento no podía estar mas nerviosa, la mujer me sonrió, asintió con la cabeza. Una lagrima resbaló por mi mejilla, ¡HABIA ENTRADO!. Salí corriendo por la puerta dandole un fuerte empujón, fuí donde estaban los dos gemelos y mi mejor amiga, los abrazé y todas las lágrimas que estaban contenidas en mis ojos, comenzaron a salir sin frenos.

-¡Eyy, felicidades!- me dijo Hugo mirandome a los ojos - no llores, veen andaa.- me dijo abradandome, derrepente, un escalofrio recorrió mi cuerpo. Note como ardían mis mejillas, me habia sonrojado a más no poder, ese chico me abrazó, no podía creerlo.

- ¡¡Olee mi pituu!!- dijo Claudia con una lagrima callendo, nos abrazamos como lapas y no nos soltamos.

-¿Pitu?- preguntó Álvaro arqueando una ceja divertido- ¿que significa? - Claudia y yo nos hechamos a reir.

- Esque, nosotras somos muy bajitas para nuestra edad y nos encanta el azul- dije soltando aguna que otra lágrima por la emocion de haber entrado. Todos reímos. Hugo se puso delante de mi, muy serio, y me limpió mis mejillas llenas de agua de las lagrimas que porfin cesaron. Me miro y sonrió. No pude evitar sonrojarme.

Decidimos ir a tomar un helado a una tienda muy cerca de allí. Cuando entramos mis ojos se cerraron como una almeja. Todo rosa chillon, blanco electrico y con bombillas con la potencia de un foco. Empezé a odiar este sitio, demasiado rosa y luz. Después de comernos nuestros helados, los chicos nos invitaron a su casa, querian que nos quedaramos a dormir y todo. Demasiada confianza, pero yo queria y estaba con mi mejor amiga asique no pasaría nada. Tendría que inventarme otra escusa para poder quedarme... ¡Voilá! Se me ocurrio una idea super buena.

*Llamada telefoníca*

-Holaa paa!

-Hola bebé.- rodé los ojos con desgana, pero me gustaba ese mote.

-Pa, tengo que preguntarte algo.

-Vale dime.

-El papa de Claudia quiere que me quede a dormir en su casa de campo. ¿Puedo?

-Si, es más, tu madre y yo nos iremos a visitar a la abuela de madrid, llegaremos mañana por la noche. Cuando os vengais que te dejen en casa y llama nada más llegar.

-Okayy paa. Te quiero muchoo!! Byee.

- Sisi tu me quieres nada más cuando te digo que si a algo. Por cierto dile a tu tio Jose que coja la comida del micro, porque a mi no me coje el telefono.

-Vale pa, y ya es mi hermano.

-No es tu hermano, es tu tio por mucho que quieras. No tiene nuestros apellidos tiene los de tu madre.

-Pa pero ya lo escuchastes verdad? se cambiará los apellidos. Es mi hemano.

-Pero aún no se los a cambiado. Aún no es tu hermano, por ahora es tu tio.

-Ogh papa, vale pero yo le llamo así aunque aun no lo sea. Es una comversación muy tonta, ya basta. Adiós.

-Adiós.

*Fin de la llamada telefónica*

--------------------------------------

Bueno es el primer cap, es corto, bastante, pero es para ver si les gusta. Pliis comentad. Thanks ;)

Solo nosotros cuatro viviendo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora