Capítulo 3: El Juicio II

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Corte Suprema de Justicia, Tokyo, Japón.
 



- Antes de las preguntas, fiscal Abrahams... -Dijo el juez, girando ahora la cabeza en dirección a la testigo para referirse a ella y proseguir con el protocolo.- Señorita Smith. Jura usted decir la verdad, toda la verdad y solo la verdad.

- Lo juro.- Contestó esta, dejando vía libre al fiscal para continuar con sus preguntas, el cual comenzó enseguida, invitando a Arsi a seguir con su información más básica sobre ella y su relación con Pietro a lo largo del tiempo, todo en relación al caso, claro está.

Ella continúo con su discurso desde el estrado de testigos, donde el fiscal Andrew Abrahams procedía con el protocolo de interrogación. Cada respuesta de la chica era continuada con una agresiva mirada hacia el lugar donde se encontraba el acusado, acompañando esta mirada de una sonrisa cruel. Desde la zona de la defensa y el acusado, Pietro Stark miraba a Arsi Smith con unos airados ojos acompañados de una sonrisa desafiante por parte de este, el cual empezaba a tomarse esto como algo personal. Stark se acarició la barbilla con su dedo índice, pensando, ideando algo para contrarrestar las palabras que la mutante decía, tomándose el juicio ahora como una partida de ajedrez a vida o muerte, donde tenía que luchar por sobrevivir. Y no iba a luchar. Iba a ganar.

- Entonces, señorita Smith, ¿Usted considera que el acusado partía con ventaja en las clases prácticas de su academia de aprendizaje a héroe? - Preguntó el fiscal, sin detener su caminata por el centro de la estancia, frente al juez.

- Sí, señor fiscal.- Respondió esta. En este momento Pietro se levantó de su asiento y golpeó la mesa correspondiente a la defensa.

- ¡PROTESTO SEÑORÍA! - Dijo este. Nicholas Murdock entonces, giró su cabeza hacia arriba, como si estuviera mirando al joven. En su faz una vez más se podía apreciar una indescriptible expresión. Pese al ser el mejor y el más eficaz abogado de toda la ciudad de Nueva York, el comportamiento completamente impulsivo de su cliente hacía que la cuestión jurídica fuera levemente imprevisible. Igualmente, por sus recursos y habilidades, él no creía que eso fuera a afectar al resultado final del juicio, o eso creía el ciego, y cuando de juicios se trataba, él nunca fallaba. Pero eso no cambiaba el hecho de que lo imprevisible del chico fuera a hacerle la situación más complicada. El juez miró al acusado y bajó la cabeza, para mirarlo por detrás de sus diminutas gafas.

- Protesta denegada. - Dictaminó el juez, golpeando seguidamente su mesa con su martillo de madera.

- ¡PROTESTO A LA PROTESTA DENEGADA! - Reclamó Stark indignado. La sala se volvió a llenar de murmullos y el juez golpeó fuertemente la mesa con su martillo.

- ¡ORDEN! ¡ORDEN EN LA SALA! - Gritó el juez.- Stark, respeta los turnos de palabra. Un juicio es un tema serio.

Pietro entonces se sentó de mala gana en su silla, refunfuñando en un tono de voz casi imperceptible. El fiscal, tras quedarse mirando al acusado completamente atónito durante unos segundos, dirigió su mirada al juez.

- ¿Puedo proseguir, señoría? - Preguntó Abrahams.

- Sí, continúe.- Respondió el juez.

El fiscal entonces volvió a su ya rutinaria vuelta por la sala del juzgado, dirigiéndose de vez en cuando a su testigo principal a hacerle preguntas en favor a la acusación.

- ¿Podría poner un ejemplo de una situación en la que el acusado hubiera tenido una gran ventaja sobre el resto del alumnado, señorita Smith? - Fue la primera pregunta que realizó el fiscal Abrahams, a lo cual Arsi respondió en seguida.

- Sí. Cuándo se realizaron las pruebas de ingreso a las clases, Pietro quedó con la máxima puntuación de esta. Su armadura siempre ha sido un dolor de cabeza para el resto de los alumnos. Una vez una falla de esta casi acabó en homicidio imprudente. Bueno... Tal vez decir una vez sería quedarme corta, heh. Siempre tuvo cierta ventaja sobre el resto. Su armadura le proporcionaba tanto defensa como ataque, y eso era antes de obtener el arsenal de armaduras modelo Iron Man como herencia de su fallecido tío. No supo nunca trabajar en equipo, solía asumir de forma forzada un liderazgo que obviamente no le pertenecía. - Arsi suspiró para pensar unos momentos y en seguida continuó con su discurso.- Literalmente, solo por ser familiar de Charles Stark pudo introducirse sin ninguna dificultad legal a la academia de héroes Pico Sur. Y luego de eso el resto de nosotros, los alumnos, sus compañeros de clase, pagamos ese precio. Cabe añadir que siempre mantuvo un comportamiento agresivo hacia el resto de los estudiantes. A menudo nos agredía psicológicamente, a veces incluso físicamente. Compartir clase con él fue un suplicio.

Avengers: Project JapanWhere stories live. Discover now