~ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 43 ~

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𝕊𝕚 𝕟𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕥𝕖 𝕙𝕦𝕓𝕚𝕖𝕣𝕒 𝕔𝕠𝕟𝕠𝕔𝕚𝕕𝕠

La mandíbula de Jungkook se abrió a pesar de que había previsto las palabras que salieron de la boca de Anne.

— Oh— suspiró y asintió lentamente —Eso es...— cerró los ojos—... comprensible— terminó en voz baja, mientras el cuchillo en su interior giraba tan fuerte que casi no podía respirar.

— Lo siento mucho—dijo Anne, parecía triste y enojada al mismo tiempo — No había nada que pudiera hacer, traté de detenerlo.— Jungkook no lo quería escuchar. Volvió su cara hacia la pared, apretando sus puños fuertemente. 

—¿Te puedes ir?— murmuró, luchando por mantener una voz clara—Quiero estar solo.—Podía sentir las dudas de Anne.

— No sé si eso sea una buena idea...—

— Vete —siseó— Déjame solo maldita sea.—La escuchó suspirar fuertemente, pero él conocía ese sonido, el que siempre hacía antes de darse por vencida.

—Muy bien— dijo lentamente, como si no estuviera segura de que debería hacerlo— Regresare más tarde ¿de acuerdo?—alargó su mano para tocar su cara pero él la apartó.

— No ...me... toques — advirtió, Anne suspiró una vez más y regresó su mano con un tranquilo asentimiento.

Se le había permitido tocar a Jungkook desde hace tiempo, no le gustaba nada que ahora retrocediera, pero simplemente tenía que esperar y ver como manejaría esto.

—Trata de mantener la calma ¿de acuerdo? Respira —Dudó un poco más antes de meter su mano en el bolsillo y sacó un pequeño bote de pastillas de color blanco—Te daré unas de estas, tómalas, ¿de acuerdo? Es un tranquilizante muy suave, no te hará dormir ni nada de eso, sólo te calmaran.

Dejó una pequeña píldora sobre la mesita de noche y luego salió de la habitación con cautela, no del todo cómoda por dejarlo solo después de una noticia como esta pero ella no podía obligarlo a soportar su presencia tampoco; nunca había sido buena idea porque Jungkook no hablaba cuando se sentía forzado.

Tan pronto como la puerta se cerró detrás de su terapeuta, Jungkook dejo escapar el aliento que tenía reprimido, un tembloroso respiro. Estaba casi seguro de que estaba adormecido, porque no podía sentir su cuerpo en absoluto.

No quería creer que Taehyung se había ido, que ya no trabajaba aquí, pero podía sentir que era verdad. Había un vacío en el edificio que parecía que lo aplastaba. El silencio era abrumador, su sonido era tan fuerte que presionaba contra sus tímpanos en un chillido agudo.

—No...— se escuchó susurrar, con los puños apretados, las venas resaltaban.— ¡No, no, no!—cogió la almohada detrás de su espalda y la tiró a través de la habitación. No había hecho un ruido satisfactorio pero no había nada más próximo para lanzar.

Sus ojos revolotearon sobre la píldora en la mesita de noche, pero sólo la visión de ella le hizo arder en ira. Ya no quería el medicamento para controlarse.

Tenía las manos apretadas con tanta fuerza que estaba empezando a sentir la sangre brotar entre sus dedos, pero no sentía ningún dolor, estaba adormecido.

Se levantó, se dirigió hacia la cómoda y arrancó violentamente todos los cajones, arrojándolos al otro lado de la habitación. Cegado por un dolor que no podía reconocer como tal, distinguió la camisa que había usado para Taehyung, la negra de aquella vez. Cayó de rodillas junto a ella, la recogió y la rasgo por la costura, satisfecho con el ruido que hizo, como si estuviera gritando. Imaginó que era  Taehyung al que estaba desgarrando, casi se echó a reír histéricamente ante la imagen en su cabeza.

Cuando la camisa estaba desgarrada en pedazos tan pequeños como era posible sin usar tijeras, Jungkook se sintió completamente agotado. Se detuvo y exhaló, su visión se hizo borrosa mientras miraba fijamente hacia delante, tratando de enfocarse. La habitación empezó a girar más y más fuerte, Jungkook cerró los ojos, apretándolos; antes de que cayera de lado, perdiendo el conocimiento.

Cuando despertó su visión aún era borrosa, parpadeó fuertemente. Rápidamente se dio cuenta de que estaba en la cama y se sorprendió cuando levantó los brazos, encontrándolos libres. Miró hacia abajo, sólo para estar seguro y como él había pensado, no estaba atado. Tampoco creía haber sido drogado, pero por alguna razón era difícil decirlo.

—Sólo dormiste.— Su cabeza se giró y sus ojos se posaron en Anne, quien lo estaba mirando con sus ojos suaves haciéndolo sentir completamente patético. ¿Se había desmayado?— Sin embargo sólo fue por un par de horas.—

Jungkook sólo se limitó a asentir y cerró los ojos de nuevo. ¿Por qué simplemente no podía dejarlo en paz?

— ¿Estás bien? No tomaste la pastilla anoche. Si lo hubieras hecho, no habrías perdido el conocimiento.—

— Estoy excelente.

—No seas así.

—¿Así como?— Anne suspiró y Jungkook mantuvo los ojos cerrados. No quería ver su rostro, no quería ver nada en absoluto. Sólo quería dormir porque, al menos, no podía pensar mientras estaba dormido.

Se hizo el dormido, Anne probablemente no se lo creyó, pero no dijo nada. Sólo lo miraba, Jungkook lo sentía, sentía sus ojos sobre él.

Finalmente escuchó que se puso de pie y un ligero roce de tela, luego se escuchó el ruido característico de los de los botones de un celular al ser oprimidos antes de que saliera de la celda. 

 

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lo siento...😣💔

angie mi cielo dame una señal de humo necesito saber si me lees...🤨🤨

i need you girl...🎶🎶

Vante-

* 𝕆𝕦𝕥𝕣𝕚𝕘𝕙𝕥 𝔻𝕖𝕔𝕖𝕡𝕥𝕚𝕠𝕟 *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora