Escapó rumbo al ascensor y volvió al despacho. Cerró el ordenador a toda prisa y preparó el maletín. Podía terminar el trabajo por la mañana.
Siempre lo llevaba todo adelantado. Al volver al área de recepción lo encontró esperándolo con la chaqueta colgando del brazo. El turno de Becca también había terminado y ya estaba en su puesto la recepcionista del turno de noche.
Jimin lo condujo a la salida, le sujetó la puerta con caballerosidad, y salió tras el.
Era la primera vez que se marchaban juntos del trabajo. Un minuto después, y a cierta distancia del hotel, él seguía a su lado.
—¿Qué haces?
—Te acompaño a casa.
—No tienes por qué. Eso sólo ha sido para Becca, ¿no?
—No, en realidad quiero acompañarte. El corazón de Jungkook empezó a palpitar fuertemente.
—Está a diez minutos andando.
—¿En serio? Mi casa también. ¿Por dónde vas tú? Al darse cuenta de que no iba a librarse de él, echó a andar rumbo a casa.
—¿Estás en un motel? ¿No querías quedarte en Sanctuary? Él negó con la cabeza.
—Necesitaba más espacio. Estoy en un apartamento. En las torres Hagley.
El conocía el edificio. Estaba a cinco minutos andando de su casa. Tenía varias plantas y estaba enfrente del parque Hagley. El pasaba mucho tiempo en el parque, visitando el jardín botánico. En esa época del año las flores estaban en todo su esplendor.
—¿Tienes una vista bonita?
—Sí —sonrió—. Justo encima del parque. Y tiene piscina, sauna y gimnasio. ¿Y tú dónde vives?
—Estoy en esta misma calle. Todo recto, y después a la izquierda. Señaló hacia delante. La calle estaba muy concurrida a esas horas.
—¿Te gusta vivir en el centro? —le preguntó él. El asintió. Como solía trabajar hasta tarde, era conveniente vivir cerca del hotel.
—A mí también. Tengo un apartamento en el centro de Auckland. Está muy cerca de los mejores restaurantes de la ciudad. Nunca sé adónde ir a la hora de cenar —dijo, sonriendo.
Aquel comentario sirvió como recordatorio del gran abismo que había entre ellos. A él le gustaba vivir en el centro de la ciudad para disfrutar de la vida nocturna, de los bares, de los pubs, de los restaurantes... Seguramente también le costaba decidir qué numero marcar de su larga libreta de teléfonos. A el, en cambio, le gustaba vivir en el centro para estar cerca del trabajo; nada más.
Sólo era una aburrido adicto al trabajo. Ojalá no hubiera decidido acompañarlo. Era muy atractivo, pero cuanto más tiempo pasaba con él, más cuenta se daba de lo distintos que eran. Su impaciencia aumentaba a cada paso que daban, abriéndose camino por las elegantes calles llenas de boutiques exclusivas y elegantes cafeterías.
—Deberíamos quedar para tomar un café un día —le dijo él de forma casual—. Dime qué cafetería hace el mejor café.
—¿Cómo te gusta?
—Negro y fuerte. Claro... Después de una larga noche de ocio, debía de necesitar un empujón para espabilarse. El, por el contrario, tenía bastante con un descafeinado con leche de soja y un toque de vainilla. Qué aburrido. Por suerte no tardaron en llegar a su calle.
Su vecindario era una interesante mezcla de modernos edificios de apartamentos y algunas viejas casas de madera que antes se extendían por toda la zona. Jungkook se volvió al llegar a la verja de su casa. Él se detuvo.
—¿Ésta es tu casa? El asintió. Había tenido mucha suerte. Se había hipotecado hasta las cejas en su época de estudiante, pero había conseguido pagar las letras en un plazo muy corto. Se le daba bien administrar su economía doméstica. El joven siguió la mirada de Jimin.
—¿No te gusta la casa? Había un pequeño jardín delante. Las glicinias crecían alrededor del poste de la balconada y por parte de la fachada, decorando la pequeña casa con pétalos color lavanda. Maceteros de arcillase amontonaban en el suelo y aromáticas flores brotaban por todas partes. El aire estaba impregnado de su fragancia.
—Claro. Es genial. Es que... No es lo que me esperaba. Vaya. Vives en una mina de oro, ¿sabes? Jungkook sí lo sabía. Los promotores inmobiliarios habrían demolido la casa y construido dos bloques de apartamentos en un abrir y cerrar de ojos. Jimin parecía intrigado.
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Una tentadora propuesta | Jikook
RomanceSinopsis: De la noche a la mañana, perdió la cabeza por el hombre de sus sueños... Park JiMin era un millonario que trabajaba mucho y arriesgaba mucho, a diferencia de Jeon Jungkook, su antiguo vecino, un joven correcto y estirado. Asfixiado por un...