Heroine ·Y.M.·

주인공

Mi cuerpo y mi cabeza están girando como Te sientes ahora?

Eran 3:00 a.m. sin poder conciliar el sueño, esta angustia no me permite dormir, giro en la cama sintiendo el vacío del lugar, miró la foto colgada en aquella pared blanca, la nostalgia llega a mi nuevamente.

Somos como un imán nos abrazamos nos apartamos

Me levantó de aquella cama y me dirijo al salón, mientras bajo por las escaleras notó como las flores que me diste se habían marchitado, tomé el jarrón con delicadeza recordando el momento en donde me diste estas flores y dijiste lo mucho que me amabas.

Me vuelves loco y me sacas de mis sentimientos. Sí, tal vez sabes eso me haces perder la cabeza.

Tiro aquel marchito ramo, lavo muy bien el interior del jarrón junto con mis manos, sin importarme secó estas en el poleron blanco que porto, regreso al salón y enciendo la radio.

Tú me haces bailar y embriagarme sin la necesidad de alcohol. Sí, tal vez sabes eso me conviertes en un chico travieso.

La música suena por todo el salón, ¤Always¤ de Yoon Mi Rae, como olvidar la canción que me dedicaste en nuestra primera cita, mis pies se mueven por si solos como aquel día, recordando esas bellas palabras que susurraste en mi oído aquella noche estrellada.

En un película sólo para nosotros, el verdadero héroe eres tú, nene. Como siempre, la manera en la que Lo haces como un espléndido héroe.

-Te amo- esas palabras se repiten una y otra vez En mi mente.

Vuelvo a sentir un leve dolor en mi espalda, meto mis manos dentro de mi poleron tocando mi piel, siento ardor en varias zonas de mi abdomen.

Me acercó al espejo cercano y observó mi torso lleno de moretones violacios y verdosos, unos recientes y otros ya casi curados por completo, notó mis costillas más marcadas, varias cicatrices que daba un aspecto lamentable.

Oí varias pisadas en la entrada de nuestra casa, acomode mis ropas, me acerque a la entrada esperando que él entre y lo hizo.

Haz lo que quieras. Incluso si eres malo y me haces sentir triste.

-Qué haces aquí?- habló sin una pizca de preocupación por mí.

-No podía dormir Ya que no llegabas- me acerque y percibí un fuerte olor a alcohol- ¿estuviste bebiendo?-

-A ti que te importa- me apartó bruscamente, la música ya no sonaba y el silencio inundaba toda la casa.

Pude divisar en su piel lechosa una marca de sexo y pintalabios en su fina camisa blanca.

-Lo volviste hacer, verdad?- agachó mi cabeza conteniendo mis lágrimas- ¿te acostaste con esa cualquiera?

-Acaso te importa- se acercó un poco a mi- Deberías saber que si me acuesto con ella es porque esa cualquiera si me satisface.

Se acercó mucho más a mi mientras yo retrocedía, tenía miedo mucho miedo.

-Quizás si te esfuerzas un poco más logres que no me vaya con otros- susurró en mi oído como aquel día pero no las mismas palabras.