Deseo Concedido (Michael Jackson y tu)

CAPÍTULO 2

La noche ha caído muy rápido y los niños por el cansancio se habian ido temprano a la cama. Hoy habiamos jugado como nunca y Prince había descubierto seres pequeños excavando en el lodo y cada vez que encontraba algo raro me bombardeaba con sus divertidas preguntas. París como una y tantas veces me había preguntado si su padre vendría temprano hoy y yo como una y tantas veces le mentía diciendo que vendría antes de que  durmiera, pero ella era lo demasiado inteligente como para saber que su padre nunca lo haría.

Luego de dejar profundamente dormida a mi pequeña princesa, me dirigí hacia mi habitación. Me despoje de mi sucia y desmarañada ropa y me puse una bata blanca. Al entrar al baño, me senté en el borde de la bañera y deje caer la bata hasta mis cinturas, dejando libre mis braziers y mi aburtada barriga.

Tenía 7 meses y estaba muy grande y dura. Cuando estaba embarazada de París, Michael me masajeaba la barriga con sus largos y suaves dedos; eso me daba seguridad. Luego de ducharme, me acomode en un pequeño sofá y me coloqué mis auriculares para relajarme un poco.

Minutos despues escuchó un manojo de llaves abrir la puerta principal, miró mi reloj que marcaba 12:56 am; Michael había llegado. Inhalo y exhalo lo más profundo que mis pulmones pudieran permitirme y salí de la habitación.

Ya abajo, encuentro a Michael sentado en uno de los sofás de la sala principal. Tenía la misma ropa de ayer por la mañana y su largo cabello negro caido hasta los hombros estaba despeinado. Me dirijo hacia él y le tocó su hombro derecho.

- Penny, mi princesa, pensé que estab...- lo interrumpi.

-Vamos a la cocina, por favor.- dije fríamente.

Ya en la cocina me siento en una de las sillas del comedor y el se apoya del lavavajillas. Dejo salir un corto suspiro y me dispongo a hablar. Debía empezar por algo sencillo y comprobar cuán mentiroso es.

-Michael, ¿A que hora saliste ayer del estudio de grabación?- dije al mirarlo fijamente.

-Nena, ¿a que viene esa pregunta?- dijo confundido y algo nervioso.

-Michael es de mala educación responder con otra pregunta y por favor responde a mi pregunta.- dije frotandome la cien.

-Bueno...yo...a la misma hora de siempre.- dijo al sentarse en una de las sillas.

-¿A la misma hora, Michael? ¿A la misma hora? ¿Estas seguro? Porque llamé a Frank esta mañana para saber de ti y me dijo que el dia antes habias salido a las seis, Michael, a las seis.- dije ya alterada.

- Penny, salí a esa hora porque tenía asuntos pendientes y terminé muy tarde.- dijo un poco alterado.

-Asuntos pendientes con una tal Lisa, verdad. Dormiste con ella Michael. Ella misma contestó tu móvil esta mañana diciendo que no te habías despertado.- dije dejando caer lágrimas.

Noté como la mandíbula de Michael se tensaba. Sabía perfectamente que se había enojado al saber que lo había llamado al móvil.

-¿Me has llamado al móvil? Te he dicho muchas que no me llames para nada, puedo estar en cosas importantes y no quiero ser interrumpido.- dijo enojado.

-Claro, que no te llamé al móvil para que no te interrumpa tus cosas salvajes con esa zorra. No se en que clase de mounstro te has convertido. Te recordaré una cosa, tienes una familia, tienes dos hijos que necesitan a su padre. París esta comenzando a notar tu ausencia y Prince esta esperando a jugar al basketball contigo. ¿Qué harás cuando nazca Blanket? ¿Vas a retirarte de la música, durarás algunas vacaciones y luego me dejaras con tres niños?- dije llorando.

-Sabes muy bien que trabajo demasiado para darles todo lo que necesitan, esos niños no se pueden quejar de nada. Esfuerzo demasiado mi garganta y aún me exigen más y también ustedes.- dijo al golpear fuertemente la mesa.