Aun recuerdo como temblaban los vidrios del quincho de Hernán, ese equipo de música sonaba más fuerte que algún ángel anunciando con su trompeta el advenimiento de los cuatro jinetes del apocalipsis, pero lo que anunciaba mi sentido del oído es que estaba muy drogado, y lo peor de todo es que acepte el cambio de turno en el trabajo, debo ser recordado primero antes que lean lo que sigue como alguien que sobrevivió a una previa con mi primo, el cual conocí mas que nunca en la estación de servicio en el cual trabajamos los dos, entramos a este lugar porque mi tío es el dueño, y como hace poco la compro lo puso a trabajar a su hijo, que solo aceptaba si lo hacía con alguien de su confianza, algo que yo no soy, solo lo veía en el cumpleaños (una vez al año) de mi tía, la cual aprecio mucho con diferencia de su marido e hijo.
El problema empieza en casa, como casi siempre, no? Pero no lo admitimos, el tema es que yo quería estudiar Programación de Videojuegos y esa es una carrera casi inexistente por mis pagos, y mis padres se negaban a pagármela así que casi me vi obligado a aceptar el pedido de mi primo, otra cosa que tuve que haberme apercibido antes es que los anteriores trabajadores de esta estación de servicio solo duraban máximo unos tres meses, nunca me pregunte por qué, yo empecé las primeras dos semanas con el turno de día, de diez de la madrugada a seis de la tarde, por un tema de que tenía que cuidar unos perros de una amiga de Hernán que a mí me parecía atractiva, los perros eran unas criaturas celestiales, mas buenos imposible, maldita sea la hora que vi a esa chica, aunque, de verdad esa es la raíz de todo este maldito asunto? La verdad eso ya no importa, no al momento...
Cuando esta chica vuelve a su hogar con sus amadas mascotas solo veía un positivo panorama, no uno tan negro como un cielo sin estrellas. Cuando ella vuelve yo me veo obligado a tomar el turno noche, no le veía lo malo, mi primo lo soporto bastante bien (aunque siempre iba drogado) y no se acordaba nada en el momento de recordar el día anterior, solo era un robot que cumplía un horario más que una obligación.
Maldigo la hora que decidí cuidar esos perros, ya que por el derecho de habérmela presentado, Hernán se creyó omnipotente ante mí y me pidió que lo acompañara a la fiesta de un dealer que le debía dinero, me llevo como a un guardaespaldas. Yo pensé, claro, le digo que trabajo, pero da la casualidad que este mafioso le gustaba dar fiestas matutinas...
Ese día comenzó para mi yendo a la casa de Hernán a que me diga que clase de precaución debía tener con estas personas, aunque ahora son peluches sin brazos poseídos de estatura casi nula comparado con el peligro que se acercaba horas más tarde. La fiesta era en el quincho de Hernán, tan jugado estaba como para darles tu casa de fin de semana? La verdad no lo se pero parecía que si, a todo esto la fiesta empezó a las tres de la tarde y yo a las cinco debía estar en mi casa preparándome para salir al trabajo, que quedaba a diez minutos en colectivo.
Vieron el peligro de las fiestas electrónicas que te pueden meter droga en la bebida para hacerte algo en contra de tu voluntad? Bueno a mi me lo hicieron a conciencia pero no pude hacer mucho ya que este dealer estaba metiendo una nueva droga al negocio que tenia tres posibles efectos, uno eran las alucinaciones, pero no instantáneas, sino que era progresivo y tenían una duración de nueve horas, el otro efecto era dejarte adentro de tu cabeza haciéndote cumplir tus deseos, o tus pesadillas pero siempre adentro de tu cabeza mientras vos te quedas en un estado vegetal también por nueve horas, o sino en el peor de los casos te mataba.
Me vi obligado por Hernán ya que de los presentes en el lugar era el que menos fármacos tomaba, era eso o tener el abdomen abierto por una navaja de algún malhumorado guardaespaldas de este nefasto señor.
De ahí en más solo recuerdo estar en una camioneta y estar llegando a la estación de servicio ya con la ropa puesta y con un ojo morado; "dale pibe seguí en lo tuyo y cualquier cosa llama a los Ángeles de Julieta", poco sentido verdad?
Estaba en la caja de mostrador revisando noticias por la computadora, nada nuevo, estuve tres horas pensando en esa frase, "Los Ángeles de Julieta" pero nada a la cabeza, hasta que entrando a la medianoche entra la amiga de Hernán a la estación y me pide un paquete de cigarrillos y un teléfono para llamar ya que se había quedado en la ruta con su moto que se descompuso. Le regale unos que habían sobrado del mayorista y le di el número del seguro, se despidió con un beso en la boca y yo me quede anonadado.
Cuando vuelvo a la caja estuve quince minutos paralizado por la situación que se dio, y como para contrastar me busque una película de terror indie por internet, era Domingo y ya eran pasadas las doce de medianoche, con algo me tenía que entretener, encontré una que trababa sobre el espíritu de una mujer que maldecía a toda persona que tocara sus descendientes, me hizo acordar a una tía que tuve que le tenía miedo de niño pero que falleció y solo tenía ese recuerdo de ella, su rostro. En la película un abogado se enamora de una joven que al parecer era la última del linaje de la bruja, y cuando este se niega a hacerse cargo del embarazo de la chica un poltergeist los acosa hasta volverlos locos y haciendo que se suiciden todos, que asco de película, y casi no hubo sexo, solo un beso.
Eran eso de las cuatro de la madrugada y aun era de noche, no amanecía siendo verano, solo unos camioneros pasaron y dejaron propina, de la buena, eso me sorprendió. Todo cambia cuando vuelvo del baño y escucho un bastón golpear dos veces el piso y veo a una señor a de edad avanzada con el rostro demasiado demacrado, al parecer era muda. Yo le alcanzo un papel para que me escriba pero ella se me adelanto y saco una agenda que al parecer la usaba para eso y me escribe "tengo una rueda pinchada, y mi hijo es discapacitado, no la puede cambiar el, podrías hacerme el favor, hermoso joven"? Si no era por lo ultimo hubiera accedido pero esas palabras... "hermoso joven" me enfrió el alma y me dejo seco ante su cara, no se de donde saque valor y me negué, le dije que iba a llamar al seguro para que la ayude que yo no podía abandonar el puesto de trabajo, preciosa escusa. Salió y por unos veinte minutos me sentí aliviado. Hasta que volvió.
Nunca tuve tantas ganas de quemar algo como ese bastón, lo golpeo dos veces para avisar de su presencia y con su agenda arriba de su cabeza me decía "aun no vino nadie, mi hijo necesita su medicación que la tengo en mi casa, por favor venga, le pagare con un equipo de música nuevo, no podemos quedarnos en la ruta solos". Me negué nuevamente y esta vez ese rostro casi muerto puso una mueca horrible y me tiro algunas cosas de un estante hasta que se fue nuevamente diciendo que iba a llamar al encargado, "llámelo" fue mi respuesta, le dicte el numero con bastante tiempo entre numero y numero y le pedí que se fuera sin volver que llamaría a la policía.
Sali a hacer la limpieza de rutina al baño de clientes todavía temblando del terror que me causaba ese rostro casi cadavérico y ese peinado teñido rubio sin peinar, parecía sacada de un loquero o de algún libro de Stephen King o Clive Baker. Cuando estoy por volver hacia el local... toc toc, se me abalanzo y casi me desmayo del susto, con un papel me decía "venga que mi hijo tuvo un ataque"
Le dije que vuelva a su auto que yo llamara a la ambulancia pero no le gusto mucho la idea y volvió a desaparecer afuera de la estación. Ya amanecía y era el fin de mi turno, espere a mi relevo y me fui a cambiar, sin antes de contarle de esta señora, me vio como aun loco y se puso a escuchar música.
Cuando me dirijo hacia la parada del colectivo, veo en el asiento (vacio por cierto) una máscara y una peluca, cuando la doy vuelta se me helo la sangre, era el rostro de la señora, una peluca? Por Dios que era esa persona o eso? Miro mi celular y no tenia señal, quería volver a la estación a advertir a mi compañero hasta que algo me paralizo por completo, detrás mio sentí...
Toc toc.
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Cambio de Turno
Horrorcuento corto de terror, no prometo que te gustara. pero el final te helara la sangre...