One-Shot

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Disclaimer: Bleach ni sus personajes me pertenecen, son propiedad de Tite Kubo

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Seireitei

9:00 am

Mansión Kuchiki

Boda de Kuchiki Rukia y Abarai Renji

Tres años después de la derrota de Ywach y los Quincy, la paz se a restablecido en la Soul Society, con la reconstrucción del Seireitei, es tiempo de que los shinigami continúen con sus vidas, lo que permitió que en este día se lleve a cabo la ceremonia que para la mayoría sería el mejor día de sus vidas, pero no para esta novia, Kuchiki Rukia, teniente del escuadrón trece, y próxima capitana, no amaba al hombre con el cual uniría sus vida en la gran ceremonia que estaba por acontecer, su corazón ya tenía dueño, pero como el destino es caprichoso, este era un humano, un ser que aún vivía y que no pertenecía a su mundo, por eso decidió aceptar los sentimientos de su amigo de la infancia y teniente de su hermano, a pesar de que ella no lo veía de la misma forma.

- Kuchiki-sama se ve hermosa- exclamó una de sus sirvientas que le había ayudado a ponerse el enorme y lujoso kimono blanco que usaría en su boda.

- Abarai-sama quedara sin palabras- dijo otra. Y no mentían, realmente se veía hermosa, lo único que desentonaba en su conjunto era su rostro, sus ojos estaban apagados y no había ningún rastro de sonrisa en su rostro.

- Si- fue lo único que respondió forzando una sonrisa para después pedirles a sus sirvientas que la dejaran sola- espero que sea lo correcto- susurro al espejo en el que se contemplaba mientras una rebelde lagrima surcaba su rostro, que limpio con cuidado para no arruinar su maquillaje.

Mientras tanto el lugar donde acontecería la ceremonia, un joven de cabellos naranjas que portaba un elegante kimono de color azul oscuro, intentaba lucir su mejor sonrisa ante sus amigos y familiares aunque por dentro se estuviera derrumbando, Kurosaki Ichigo, ahora con veinte años sentía que el tiempo había pasado demasiado rápido, ¿en qué momento de su vida se volvió un cobarde?, no lo sabía, pero ahora estaba pagando el precio de su error, en pocas horas vería como la mujer de su vida se uniría a otro hombre, se suponía que fuera él, el que se casara con ella, quien experimentara esos nervios de que todo vaya bien durante el festejo, que sostuviera su mano frente al altar y pronunciara el "acepto" que uniría sus vidas por la eternidad, pero en lugar de eso, solo era el encargado de registrar el -según él- fatídico momento en que perdiera a Rukia usando la cámara que le habían encomendado para esa ocasión, ¿enserio se quedaría parado viendo como su oportunidad de un futuro juntos se iba a la basura?, no intentaría nada para detener aquella aberración, pues no, no tenia el valor, se quedaría observando todo desde la distancia, tomando fotografías sin decir ni una palabra, porque ese era su destino, el ser infeliz, estando alejando de su luna blanca.

...

O al menos así debía ser, si un par de personas no hubieran hecho lo que él no se atrevió.

-Apúrate, ya va a empezar!

- Tu shumpo es mejor que el mío!, no vayas tan rápido!- pedía un joven encapuchado a su veloz compañera

- Si no llegamos a tiempo todo habrá sido en vano, y será tu culpa!- le respondió su acompañante

- Pero ni siquiera tenemos un plan!, que se supone que hagamos?

- Lo que sea necesario, esa boda no debe ocurrir.

- Aun me siento mal de interferir en sus vidas, no me parece correcto.- externo sus dudas el chico

- Acaso prefieres ver sus caras de desdicha y las sonrisas forzadas que nos dan?, ya lo decidimos o es que te dan miedo las consecuencias?- le pregunto con voz burlona- Ambos sabíamos lo que pasaría, pero aun así aceptamos, no te acobardes ahora

Por su felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora