Capítulo 13

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Antes


Se baja del carro, a lo bestia y es muy raro ver a Astor furioso. Tiene la filosofía del Kung Fu arraigada. La paciencia es la proveedora


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de experiencia, pero Bosco nos ha tenido locos desde que salimos de Las Palmas. Supongo que desde que Lucho resucitó. La vida me demuestra con hechos que no me quiere enredada con él.

Bosco también está hecho una furia. Me gritoneó en el teléfono y luego se peleó con Astor que ya estaba bastante irritable con todo lo que había bebido y porque no lo dejaba concretar con Gerardo. Prohibió que lo dejaran entrar a Bujama y bueno, a Bosco le dio la pataleta de reprimido en la garita, donde estuvo peleándose con los vigilantes por casi una hora, hasta que un tipo, medio sobrio (Sólo podía ser Braulio) vino a llevárselo a empujones. Habíamos tenido los celulares apagados.

¡Estaría empinchado de verdad! Nomás de pensarlo se me helaba la sangre ¿Cómo voy a salirme de ésta?

Peor de lo que pensaba. Nos esperaba a la salida, en la Montero. Yo estaba escondida en el asiento de atrás ¡Gerardo y la pareja del Kung Fu están atónitos con esta extraña criatura de la naturaleza!

¡El poder de su calentura es para sacarse el sombrero! Astor le bloquea el paso cuando va a la puerta trasera de la camioneta.

_¿Oye, se te ha olvidado el español, huevón? ¡Déjala en paz!!! No quiere hablar contigo. Puta que es tas haciendo un papelón...

_No me jodas..._lo empuja, amenazante_ ¡Clementina, bájate de una puta vez!!!_ vocifera al natural.

_¡Mueve tu caña(158), basura y déjanos salir! le devuelve el empujón

_¡No te metas en estooo!!!_el nuevo empellón logra remecerlo_ ¡En este asunto tú pintas una mierda!!! ¡Bájate, Clementina o aquí se va a armar la zamba canuta!!!_no me muevo, ni respiro... _¿No me has escuchado, mandarina?_ es todo un rufián de peli policial barata_ ¡O te bajas sola o te descascaro yo mismo y sin el menor cuidado!_ está a mil. Las miradas en la camioneta me dicen que me baje y arregle la telellorona. Astor y Bosco pueden terminar en las manos, con las ganas que se tienen. Debo pensar en Asti. Este lío me la busqué sin ayuda, por andarme de besucona y darle alas con mi ligereza. Me bajo y se quedan en neutro.

_¡Súbete, Clementina!!!

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158 Auto.

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_¿Me das cinco minutos?_ uso mi tono más zalamero, batiendo las pestañas. Nunca falla. Inspira toda su ira. Trepa y da un portazo.

_¡Eres una pendeja, Clementina!!!_ gruñe con los ojos como pelotas de golf. Se pone más furioso todavía_ ¡Le has coqueteado en mi puta cara a ese maricón!

_Bosco, es Astor..._pongo los ojos en blanco. Luce fatal, con pronunciadas ojeras, arrugas marcadas, barba crecida y cabello como enjambre de abejas. Lleva la misma ropa de anoche, completamente ajada.

_¿¡Qué demonios crees que estás haciendo conmigo!!!?_sus pupilas son misiles de acero quemado_ ¿Estamos jugando al gato y al ratón? ¡Y recién me entero que tú no eres la gata sino el ratón!!! ¡Que ya no tenemos veinte años, huevona! ¡Tirarte está más verde159 que clasificar al mundial de futbol!!! – asu, me duelen los tímpanos.

_Bosco..._ lo miro a los ojos_, regresa a Brasil y sigue tu vida...

_¡No me vengas con que vas a volver con Crunchy!!!_ su alarido me advierte que está cerca de perder los cabales.

En El Bosque, ClementinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora