Sabia que me odiaba, que ya no quería saber nada de mi, que me quería lejos de él.
Pero nisiquiera me dejó explicarle, yo aún luchaba por que me escuchara, por qué me dejara explicarle todo, porque de verdad que estaba en un error.Y ahí estábamos, separados solo por una calle...
-Dejalo, ya no quiero saber de ti, no vuelvas a buscarme. Ya no te conozco- dijo con lágrimas en los ojos, sabía que estaba mintiendo, lo conocía a la perfección y lo que salía de su boca eran solo mentiras.
Camino dejándome sola, cruzó la calle decidido a olvidarme.
Me di la vuelta rendida, mis ojos ardían, mi corazón sentía que explotaba, no podía seguir así...-Jiminie...- dije en un susurro.
-Jimin... Jiminie!!- grite dándome la vuelta.Él seguía caminando.
-No voltes, debes ser fuerte Park- se repetía a si mismo.No quería dejarlo ir, decidí correr detrás de él, cuando de repente sentí un horrible golpe en todo mi cuerpo.
Caí... Sentí como mi cuerpo impacto contra el frío pavimento, de repente todo se volvía negro, apenas podía distinguir lo que mis ojos veian, lo último que escuché fue la taza de cerámica que había hecho para él y lo peor que no me pude despedir.
*Narra jimin*
Escuché un fuerte golpe detrás de mi, sentí como mi cuerpo se congeló, quería voltear pero temía a que lo que pasó por mi mente fuera verdad...
Escuchaba a las personas asustadas por lo que habían presenciado, la voz de una señora pidiendo que llamaran a la ambulancia.Me gire y la ví... La ví tumbada en el suelo, sangre saliendo de un costado de su cabeza, el regalo que tenía para mí hecho trizas. Sentí como mi corazón se detuvo por un momento, no podía respirar, mi cuerpo se tenso, quería correr hacia ella pero no podía.
Empeze a caminar lentamente, cuando me sentí más firme corrí, tumbando me a su lado, la tome entre mis brazos aún estaba consciente gracias a las personas que estaban ahi.
Me miró y lágrimas salían de sus ojos, sus hermosos ojos que tanto extrañaba. Trataba de decirme algo...
-Por.. porfavor per..dóname- salió de su boca, no podía hablar, sus ojos se cerraban y eso hizo que entrara en pánico.
-No, perdoname tu a mi. S..soy un imbécil- mi garganta se quebraba, me estaba matando verla de esa forma y el haberla tratado mal todo ese tiempo.
Llegó la ambulancia, unos chicos me pedían que la soltará para que pudieran ayudarla pero no podía, ya no quería soltarla jamás.
La subieron a una camilla y despues subieron está dentro de él vehículo, un paramédico me preguntó que era de ella y sin dudarlo le dije que era su esposo.
Me permito subirme, tome su mano, poco a poco iba perdiendo su calidez.-ella... Porfavor dense prisa- dije aún llorando, sintiendo toda la culpa del mundo.
-perdóname, si no me hubiera alejado de ti, si hubiera dejado que me explicarás no estarías así, en verdad lo lamento-Tan pronto como llegamos al hospital la bajaron pasándola a otra camilla para ingresarla a urgencias.
Quería entrar con ella pero una enfermera me detuvo diciendo que tenía que quedarme en la sala de espera.Hice caso, tratando de tranquilizarme, ví que regreso con unas hojas, me pidió que llenara con la información de Seúl y asi lo hice.
Pasaron algunas horas y aún no sabía nada de ella, no podía con esto solo así que llame a su mejor amigo Tae, le mandé el nombre del hospital donde estaba y llego tan rápido como pudo.
Le conté todo y lo que él hizo fue tomarme del cuello de mi camisa a punto de darme un golpe, no lo detuve pues sabía que me lo merecía.La misma enfermera se acercó a nosotros pudiendo que nos separamos y tuviéramos respeto por las demás personas que estaban ahí.
Tae se tranquilizó, soltando me
-Si ella no despierta, te juro que yo mismo te haré sufrir lo mismo que ella sufrió y te mataré, no me importa mancharme las manos con tu asquerosa sangre- me dijo con odio. Lo comprendía, yo haría lo mismo que el en su lugar, Seúl es lo más importante en su vida, tanto como en la mía.Al fin salió un doctor diciendo...
-Familiares de la señorita Yi Seúl Bi-
Ambos nos levantamos y literal corrimos hacia el preguntadole el estado de mi chica.-Señor, la paciente fue atropellada y a causa de ello termino con un hombro y rodilla fracturados y una contusión cerebral... - nos explico lo que era eso y una de las consecuencias era la perdida de memoria a corto o largo plazo. Al oír eso sentí como mis piernas flaquearon, termine en el suelo llorando de la desesperación, no quería que ella olvidará lo que pasamos juntos, que me olviadara a mi, que olviadara quien era.
Tae solo me miraba, llorando igual que yo, no decía nada, solo pude escuchar como el doctor decía que no podríamos verla hasta mañana.
El también se dejó caer a mi lado abrazándome, eso me sorprendió ya que momentos antes me había amenazado de muerte, pero era más que obvio el también tenía miedo de ser olvidado, tenía miedo de que Seúl no nos recordara.