La la land.

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Les comparto el primer capítulo esperando sea de su agrado y sorpresa. Todos los Lunes armaremos esta historia.
¡Disfrútenlos!

Capítulo I
La La Land

¿Soy gay? La pregunta que todos los días me hacía al levantarme por las mañanas, recuerdo que buscaba desesperadamente artículos en internet esperando encontrar respuesta, contestaba cuestionarios para averiguar si algo estaba mal conmigo, pero lo que nunca nadie me dijo es que; la respuesta siempre está dentro de ti, solo debes aceptarla y enfrentarla.

Josué era un muchacho al que conocí en la empresa para la cual laboramos, era interesante verlo ir y venir todos los días contoneándose de lado a lado ya que siempre fue muy seguro de sí mismo y siempre hacía su trabajo a la perfección. Obviamente todos sabíamos que él era gay por su forma amanerada de ser y su peculiar timbre de voz, a pesar de eso yo nunca me atreví a preguntarle algo directamente, ya que rara vez coincidimos en el comedor de la empresa y trabajamos en áreas diferentes, fue como en dos fiestas donde nos vimos pero de igual forma no cruzábamos muchas palabras que no fuesen mera convivencia social.
Pasado de un año dejé la empresa y jamás lo volví a ver, por el contrario Josué siguió trabajando a marchas forzadas hasta que lo ascendieron de puesto. Él era un aficionado de ver películas e ir al cine y ese lazo fue lo que mantuvo nuestra comunicación en facebook por un buen tiempo, yo le comentaba sobre las películas que había visto y él amablemente me seguía la corriente, me atreví a mandarle mensaje privado y empezamos a tener esas conversaciones que alguna vez pudimos pero que nunca quisimos sostener. Poco a poco la relación de amistad fue creciendo y entre su trabajo, sus problemas y las largas pláticas sobre cine fue como nos hicimos buenos amigos, después de meses de platicar, decidió invitarme a salir pero yo muy estúpido puse de pretexto mi nuevo trabajo tratando de evadir un poco su invitación por miedo a muchas cosas, solamente quedó en eso...palabras.

Para finales de enero del 2017 yo venía saliendo de una crisis personal que me tuvo al borde de la muerte, me sentía muy deprimido, necesitaba salir, distraerme y platicar con gente que no fuese mi familia.
Pensé que salir al cine con un amigo me ayudaría a mejorar mi estado de ánimo, en esa misma noche me invitaron a la premiere de “La Gran Muralla”, mejor no podía estar la situación, yo quería salir y tenía el pretexto perfecto para invitar a alguien. Curiosamente decidí retomar  aquella invitación que Josué me había hecho meses atrás, le mandé mensaje por la noche y le comenté sobre la invitación, obviamente como buen cinéfilo no dudó en decirme que aceptaba y entonces armé un plan; le dije que pasaría por él en la tarde y que primero veríamos La La Land, al terminar la función salíamos a comer algo y después nos íbamos a la premiere, era sin duda el plan perfecto para cualquier cinéfilo, punto aparte yo iba a invitar todo entonces no me iba a rechazar la oferta.

Para ese entonces mi madre no sabía que yo era gay y avisarle que iba a salir con Josué (al que ella conocía de oído porque alguna vez le hablé de él) no era muy buena idea que digamos, yo sabía que ella vería mal que yo saliera con alguien como él. Entonces tomé la grandiosa idea de decirle que iba a salir con varios amigos, que nos habíamos puesto de acuerdo para ir al cine y después a comer algo porque teníamos mucho que platicar...era una mentira, una gran mentira.

Ya con el permiso dado, pasé por Josué a su trabajo, me agradó verlo después de casi 4 años en donde a mí me habían sucedido muchas cosas buenas y malas, él se veía exactamente igual, parecía que los años no le habían hecho nada, al contrario se veía más guapo de como lo recordaba. Llegamos a la plaza y decidí invitarlo a la sala VIP que era algo más cómodo e íntimo y dónde Josué jamás había entrado. 5 minutos después ya estábamos en la sala, nos sentamos en la parte de arriba (típico cliché) y ordenamos palomitas y refrescos, algo super sencillo pero para pasar un buen rato entre amigos...o eso decía yo...o eso decía él.

16 meses y contado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora