Perro guardián

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¡Mi primer aporte de la week! La primera palabra que viene son estaciones!

Realmente no sabía que hacer con esta parte, así que tenía una idea viejita de Hiro como un demonio.

Aprovecharé las temáticas para hacer una serie de drabbles como Hiro como un demonio y perrito guardían porqué me puede la idea. Sin las 2:30 de la mañana y aún no termino mi otra parte del collab. No esperen coherencia en esta parte de la historia.

Aclaraciones: Universo alterno. Hiro es un demonio. Los personajes no me pertenecen.

Hellhound: Es un perro infernal xD.

El perro guardián.

Le desagradan cada una de las estaciones del año por qué las criaturas mágicas suelen acercarse más a Miguel.

En la primavera a Hiro le causa alergia, le desagrada como a cualquier ser humano. También ve a las hadas del bosque revolotear por la ciudad, pintando las flores y haciendo abrir los capullos con emoción. Hiro suele estornudar sobre los pétalos y hace enojar a las ninfas, no le importa, no le gusta que le pregunten cosas de Miguel y prefiere alejarlas de él, sabiendo que él es más peligroso que unas simples compañeritas del bosque.

En verano le nace el calor, como a todos los demás humanos, pero está acostumbrado a las altas temperatura del infierno por lo que sólo necesita agua y un lugar en dónde acostarse. Verano le desagrado ya que a veces Hiro suele ver a los hijos del Sol pasearse por los rincones, trayendo consigo más calor y burlándose de él debido a que se está desacostumbrando al inframundo. A él no le importaba, podía disfrutar de ver a su dueño quitarse la camisa y pasearse todo el día sin ella.

Y en otoño vuelve a toparse con las ninfas afuera del departamento de Miguel. Hiro para las orejas y empieza a soltar ladridos cuando ve como ellas pintan las hojas verdes a matices naranjas. Miguel le calla mientras recoge los pedazos restantes de las escobas. Ellas se burlan cuándo es reprendido por el humano.

De las estaciones del año el demonio la que más detestaba era la de invierno. Su cuerpo se volvía débil y pesado. Quería dormir todo el día y su hambre se volvía fatal, además de que tenía a los comesueños todo el tiempo pululando.

Era un perro demoníaco, uno con el que Miguel tuvo la desdicha al encontrarse y recogerlo.

Era un demonio, hacía contratos, apestaba a azufré y venía del infierno.

Pero también le gustaba ser el perro guardián del Rivera.

Y como todo perro guardián tenía que espantarlos a todos.

También es un Hellhound y tiene frío.

Detestaba el frío. A estas alturas de su vida le sorprendía la ironía que a pesar de venir del mismo infierno Hiro se estremecía ante la mínima baja de temperatura. Miguel se reía de él, diciéndole que era un perro muy friolente, pero, al final lo dejaba acostarse con él en el sofá.

Por más que Miguel le cubriera de cobijas y alfombras para su cuerpo de can, le era difícil desacostumbrarse a las altas temperaturas del infierno.

Es un Hellhound con frío, y sueño.

Los ojos le son pesados y el bostezo involuntario que da le sacude todo su cuerpo. No ha podido dormir desde que escucha a los ángeles de la muerte merodear por los vecindarios. Se queda despierto horas mirando por la ventana en donde los carros pasan y su vaho se queda pegado asegurándose que ninguno desconocido cruzase por la puerta.

Tiene pendiente, ellos no aparecen al menos que estén buscando almas o en este caso, a alguien sin ella.

Es un Hellhound con frío, sueño y hambre.

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