Capitulo unico.

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Lo único que se puede escuchar en aquel lugar era el sonido de las olas golpear contra la costa y los jadeos agonizantes de una mujer la cual estaba empapada de liquido carmesí, contaba con innumerables heridas profundas en todo su cuerpo, producto de la batalla feroz antes vivida.

Y es que Jolyne Kujo a pesar de tener en su mente remarcado el hecho de que estaba a punto de morir, sonrió.

Ya conocía el fin de su historia...

Miro hacia atrás, específicamente en la orilla del océano, sus ojos se llenaron de pequeñas lágrimas producto del profundo dolor de ver a sus amigos y padre inertes, sin respiración, sin vida...

¿Quien diría que perderían aquella batalla? ¿Quien diría que fallarían en su misión para evitar que todo lo que conocían se viera afectado?

¿Quien diría que ese seria su fin?

Vio por ultima vez el cuerpo de su padre, se mordió los labios para evitar soltar un impotente sollozo, siempre se la vivía preguntándose la causa de su ausencia en la mayor parte de su vida, siempre lo odiaba por la única razón de que aquel fuerte hombre las dejo a su madre y a ella para vivir a su suerte...

Ahora lo entendía todo...

Solo quería proteger a su hija.

Y desde su ingreso en la prisión, en el momento en que su progenitor acudió una punzada hizo acto de presencia en su corazón al recordar las únicas palabras dulces que el frío Jotaro Kujo le dirigió, las cuales significaron mucho para ella...

"Yo siempre te aprecie, Jolyne..."

Pero le dolía mas el saber que su padre sacrifico su propia vida por intentar cometer dos nobles actos; derrotar a Pucci y salvarla.

Sin embargo, en ambas falló.

Y ahí estaba ella, frente al monstruo que asesino a sangre fría a su padre, pero no...no pensaba derrotarlo, no podía...

Hará su ultimo acto de amor...

Salvar a Emporio.

-¡Jolyne, rápido, aun podemos escapar!.-El infante grito, atado con las delgadas pero resistentes cuerdas blancas del stand de la noble Kujo en un dócil delfín, él no podía contener su llanto ante la idea de perder a su amiga solo para protegerlo.

Pero Jolyne miraba a Emporio como si fuera un hijo para ella, el hijo el cual no tuvo y nunca tendrá lamentablemente...

Una lágrima cae de su brillante ojo verde.

Con determinación corto la cuerda de su stand, permitiéndole al animal marino nadar con total libertad con el propósito de salvar a su momentáneo jinete.

-Tu eres nuestra esperanza, Emporio, tienes que vivir...-Susurro cerrando fuertemente los ojos, al momento en que los abrió pudo ver a su contrincante, Enrico Pucci, su cuerpo ya no poseía fuerzas y su cuerpo era un desastre tembloroso debido a los múltiples daños en todo su sistema.

Pero a lo largo de esta travesía aprendió a ser alguien fuerte y valiente...

Antes era una mujer la cual lloraba por las noches y tenia miedo ante lo que el futuro le deparara...

Ahora podía decir que estaba orgullosa de si misma y de lo que tuvo que superar por cuenta propia para convertirse en quien es hoy en día, lo que fue capaz de realizar por sus seres queridos...

Con aquel pensamiento en su mente moriría feliz.

-Muere.-Pronuncio Pucci con frialdad total.

La descendiente de los Joestar cerro los ojos por ultima vez...

-¡¡¡JOLYNEEEEEEEEEEE!!!.-Rompió en llanto el menor de edad ante la cruel escena que sus ojos presenciaron; la muerte de Jolyne.

Las mariposas hicieron acto de presencia, elevándose en el cielo, sus alas coloridas revoloteaban con gracia, surcando al compás del viento, como si la voluntad de Jolyne fuera con ellas para darle paso a la libertad, para poder descansar en paz finalmente, significando una sola cosa...

Jolyne Kujo ha fallecido.

Free buttlerflies.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora