POV CRISTIAN
-eres una mujer muy bella como para ser una simple sirvienta- digo. Ella me fulmina con la mirada. Me dan ganas de ahorcarla. Nadie me ha mirado de esa manera. Solo ella.
-no soy una sirvienta. No creo que hubieras echo tanto por una simple sirvienta- dice. Ahora soy yo la que la fulmino con la mirada. Ella mira con recelo el vaso que está delante de ella.
-no está envenenado. Es solo cerveza- digo. Tomo un trago grande de cerveza. La amargura del líquido recorre mi garganta, se siente bien. Estar cerca de esta mujer me produce cosas que no debería. Soy el jefe de esta tribu y ella es la princesa de la tribu enemiga.
-no estoy acostumbrada a beber. Es más, creo que nunca he probado la cerveza- dice y frunzo el ceño. No puedo creer que no la haya probado. O lo mejor me está mintiendo.
-¿Es una odalisca? Eso explicaría que estuviera bien vestida y bien alimentada. Ella son muy cotizadas por estos lados y en cualquier tribu- digo. Ella abre los ojos asombrada y luego me fulmina con la mirada.
-¡¿Cómo se atreve a decir eso?! Una odalisca es un insulto para mí- se levanta de la mesa y veo que busca a alguien -¡Tu! ¡El que me trajo aquí!- el mejor de mis hombres se levanta. Aún quedan unas marcas de los rasguños es su rostro -¿Puedes indicarme donde me quedare?- el hombre mira y niego con la cabeza.
-no sabría decirlo. Nuestro jefe es quien decide eso- dice no muy seguro. ¿Lo intimida una joven mujer que no le llega a los talones? Tendrá que pagar por eso.
-¡Que maravilloso!- dice con sarcasmo. La fulmino con la mirada. Ella comienza a respirar más rápido. Es como si estuviera conteniéndose y eso le está provocando estragos. Sin darme alguna pista, sale disparada para el lado contrario de donde estamos. Sé que no llegara lejos. Tengo hombres que trabajan en todas las entradas posibles. Son los guardianes y mis ojos durante la noche.
-señor, con todo el respeto que se merece, creo que le falto el respeto a ese señorita. ¿Por qué la llamo odalisca? sabe que eso es un insulto para cualquier mujer- dice uno de mis hombres.
-no quiero que se encariñen con ella. Cuando descubramos el secreto de su tribu, la devolveremos. Ella no pertenece aquí y lo saben. Ninguna mujer es bienvenida a esta tribu, salvo obviamente, para bajar tensiones- digo. Ellos se miran y frunzo el ceño.
-no creo que ella sea considerada algo como odalisca. Su forma de hablar, como se expresa no son como ellas- dice mi mano derecha.
-una mujer con clase no te hubiera dejado la cara con tantos moretones. Esa cosa no es una persona, es una fiera- digo enojado. ¿Cómo alguien se ha podido ganar el cariño de los míos en tan poco tiempo? No le encuentro sentido.
-la situación ameritaba esos golpes. La sacamos de su carpa, cuando aún estaba medio dormida. Es normal que nos haya tratado así. Yo también hubiera lanzado golpes por todos los aires, si me secuestran de esa manera- dice. Estoy que los mato. Son unos idiotas.
-señor, perdón que lo moleste pero tenemos visitas- dice uno de mis guardianes. Me tenso. A esta hora no es normal que venga nadie a visitarme.
-¿Quién es?- digo y miro en la dirección en que se fue Anastasia.
-es uno de los guardias de Anthec. No es muy buen indicio que este en este lugar pero, desea hablar urgentemente con usted- dice y suspiro. La noche no puede ser mejor.
-¿Dónde está la mujer?- digo.
-¿Ana?- pregunta y lo fulmino con la mirada.
-se llama Anastasia y si, ¿Dónde está?- gruño. ¿Por qué le tienen tanta confianza? Les dije que no se podían encariñar con ella. Simplemente porque no pertenece a esta tribu y porque en unos días más se va a ir y no sabremos más de ella.
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Pasado en común: Cristian y Anastasia
FanfictionRay uno de los más grandes paleontólogo del mundo, toma un nuevo desafío al ir a investigar el desierto más árido del mundo para buscar vestigios y reliquias, que tienen un origen de hace miles de años. Ana, una chica sencilla que adora a su padre...