Había sellado su propio destino, era consciente de ello. Lo supo desde el momento en que vio esa sonrisa ladeada llena de malicia en el rostro del maknae, y aún así, allí estaba, maldiciendo su propia estupidez en el interior mientras la cabeza del menor de Busan yacía recostada en su regazo.
Hizo un gran esfuerzo tratando de convencerse a si mismo de que de hecho nada sucedería, que Jeon tenía la madurez suficiente como para no tomar sus palabras con enojo, dejarlo pasar como si él de hecho no hubiera ido a reclamarle algo que no tenía el mínimo derecho (Lo cual sabía bien, pero de todos modos lo hizo) para seguir adelante con sus vidas y tener una noche de películas normal; pero supo en un instante que aquello no podría ser.
¿Cómo no estar al tanto de la decisión de Jungkook cuando podía sentir perfectamente la mano izquierda de éste deslizarse sutilmente por su pierna?
Él lo había provocado, sí.
No estaba listo para lidiar con el comportamiento volátil que había desatado, también.
Miró alrededor, tratando de asegurarse de que ninguno de los otros compañeros de grupo allí presentes notara lo que sucedía, quizás por miedo a que aquellas acciones fueran profundamente malinterpretadas o en su defecto, buscando alguien que le ayudara en su apuro. Era una lástima que todos parecieran estar en su mundo y no notaran la maldad emanando de la sonrisa diabólica del chico en su regazo.
Lo que en un inicio no eran más que roces flojos subiendo por su fémur y deteniéndose en las rodillas, con el pasar de los minutos se tornó en caricias irreverentes en la piel expuesta que dejaban sus jeans rasgados. Luego vino lo peor. Jungkook se movió apenas, para quedar con su vista hacia arriba, directo a sus ojos.
"Tu lo pediste, ahora te aguantas"
Pudo adivinar del movimiento de labios que hizo el castaño. Estaba condenado y lo sabía, pues en el momento que trató de decirle algo, una de las manos de Jeon fue a parar directo a su rodilla para clavar sus uñas allí, y la otra comenzó a acercarse peligrosamente a la zona de su ingle; casi por instinto sus propias manos se apresuraron a cubrir sus parte nobles, recibiendo una mirada de advertencia y una negación con la cabeza de parte del menor.
-A ti no te aburrirían jamás las películas de superhéroes, Taehyung. -Con un tono firme y en voz normal, Hoseok parecía estar hablando con el menor de Daegu y por dentro, agradeció a un Dios en el que no creía mucho por la distracción en el momento perfecto, más cuando Jungkook también volteó a ver que sucedía en el sofá del costado.
-¿Está todo bien? -Dio gracias en silencio a Seokjin por preguntar, y posteriormente, desde su incómoda posición, pasó a sujetar la mano del maknae y alejarla de la zona de peligro para su integridad.
-¿Quieren que pausemos por algo? -Se trató de unir rápidamente a la conversación para alargarla y así salvarse de enfrentar lo que fuera que su compañero allá abajo planeara. Incluso si su voz se había oído extraña al preguntarles aquello, esperaba que fuera suficiente para centrar la atención en Hoseok y Taehyung. Sabía que si eso avanzaba más se procedería a sacar el tema que concerniera a colación entre los siete y eso llevaría a una charla en la alfombra, lo que quizás sería lo mejor para él pues alejaría a ese mocoso por un tiempo.
-Yo creo que están bien, no hay necesidad de hacerlo, ¿Verdad Tae? -Interrumpió Jungkook, por lo bajo rechistó quejándose de que pudiera perder una chance así.
-No es nada -Comenzó Taehyung. Por dentro lo maldijo demasiado. -Sólo estoy cansado y quiero irme a descansar, sigan viendo sin mi~ -Dijo con una sonrisa. Nadie dijo nada más, se marchó en silencio. Volvía a estar perdido.
Trató de usar la breve distracción para apurarse y empujar al castaño de su regazo, aprovechando el hecho de que aún tenía capturada su mano. Por poco lo lograba, más ahora fue él quien se distrajo en cuanto Hoseok prácticamente corrió detrás del chico castaño.
No sólo había perdido su ventaja del ataque sorpresa, sino que además ahora era su mano la que estaba presa entre la de Jeon.-Chicos, es hora de hablar claramente. Jin hyung, pon pausa por favor. -Namjoon merecía el cielo y las estrellas, eso era seguro. -Es hora de que hablemos todo. -Iba a darle un abrazo en cuanto todo terminara. -Jimin ven conmigo, Jin hyung tu también, es hora de hablar con Tae y Hoseok y necesitaré una opinión arbitraria. -¿Qué sucedía? -Oh, ustedes dos dejen de jugar de manos, hyung, sabes que Kook nunca va suave y luego te enojas...
Kim Namjoon no merecía nada, no cuando lo había abandonado así, en una situación peor que la inicial, dejándolo solo a merced del maquiavelista maknae. -Entonces, Yoonginnie... -La voz ajena sonaba grave, un poco ronca, como si estuviera esforzándose en sonar de ese modo. Su mano fue liberada y en un movimiento veloz, el contrario ya se había levantado de sus piernas pasando a encararlo con una enorme facilidad. -¿Te molesta que yo haga como si nada hubiera sucedido entre nosotros?~ -Se movió en retroceso sobre el cojín del sofá, no queriendo apartarse del todo para no mostrar debilidad ante sus avances, pues tampoco deseaba dar un mensaje equivocado -como que le temía, por ejemplo, eso sólo alentaría al menor a sentirse poderoso sobre él y en definitiva no deseaba vivir para ver a un Jungkook empoderado creyéndose con el derecho de hacer lo que quisiera con su persona-. -¿Te enfurece que yo te ignore? ¿No te gusta ver que yo estoy tan calmado luego de haberte besado tanto? -Estaba jugando con él, eso le quedaba claro, pero su mente no lograba pensar en nada sólido para responder. -¿Es molesto no tener respuestas, verdad?
Ahí estaba, esa era su derrota total.
Jeon Jungkook, el maknae, ese chico que se impuso en su vida profesándole un amor del cual dudo desde el primer momento por ser un total veleidoso emocional, había logrado lo que nunca espero: hacerlo ponerse en su zapatos. Lo odiaba. Odiaba saber que lo que sintió esas dos semanas en las que se molestó por la extraña e indiferente actitud de este al evitarlo, era exactamente la misma que le había hecho pasar al no contestarle sobre si tenía o no una oportunidad para enamorarle.
-Jungkook... Yo- Lo siento. Por todo.
El castaño se acercó despacio, deteniéndose al entrar en el radio de su rostro. -Te amo mucho hyung... No quiero que dudes más sobre eso. -El aire se le escapaba de entre los labios, a la vez que la exhalación proveniente del contrario daba de lleno en la punta de su nariz. -¿Cuál es tu respuesta entonces?
-Aún no tengo nada en claro -No iba a mentirle, pasó más tiempo ocupado en molestarse por la tranquilidad reflejada en el rostro apacible del contrario que en de hecho pensar lo que sentía o no por él. -Pero creo que extrañé tenerte detrás mío -Se sinceró. -Y no tengo idea de que quiere decir eso por lo tanto- Una risa suave y la mirada baja del menor acompañándola le confundieron. -¿Qué es tan gracioso?
-Nada~ -Trató de recobrar la compostura que el momento requería. -Es sólo que... -Teniendo el rostro ajeno aún tan cerca del propio, pudo atestiguar algo que nunca esperó ver en primera fila. Las mejillas de Jeon siendo tomadas por el color rosado, pequeños surcos apareciendo en ellas mientras la boca se expandía y los perlados dientes hacían acto de aparición en la escena para coronar la amplia sonrisa antes de que un ligero resoplido fuera soltado y terminara por bajar la mirada un breve instante antes de hacerle frente a su mirada una vez más para decirle: -Yo también me sentí así... Y antes también, porque fue así que me di cuenta de cuanto me gustabas.
Y como si de repente hubiera comido del árbol del conocimiento, todo fue claro.
Al menos así le pareció antes de animarse a ser él quien empezara el beso que ahora compartían.
Se acerca el finaaaaallllll
ahre
ESTÁS LEYENDO
Besotted
Short StoryBesotted (adj) (=foolish) atontado, entontecido, enamoradísimo. Donde Kim Namjoon no es capaz de decir si Park Jimin lo está celando o sólo alucina, Min Yoongi no sabe si Jeon Jungkook se le insinúa descaradamente o imagina algo que no es y Jung...