Persona favorita

511 32 12
                                    


¿Alguna vez habéis oído aquello de 'estábamos tan cerca, pero a la vez tan lejos'? Pues así exactamente es cómo me siento yo desde hace demasiado tiempo.

No es que me costara mucho darme cuenta de que estaba empezando a sentir algo realmente especial por Álex. Aunque no sé exactamente cuándo sucedió. Lo que sí sé es que, desde que le confesé que era mi persona favorita en aquella terraza del palacio del Canto del Pico, y Álex estuvo en mi cuerpo nuevamente, supe que mis sentimientos iban más allá de una amistad. En ese momento, por primera vez, la sensación de un espíritu invadiéndome no fue algo horrible, como siempre lo había sido para mí. Me gustó tenerle conmigo de nuevo. Que pudiera escuchar mis pensamientos y yo los suyos. No me molestó que mi temperatura corporal descendiera; apenas lo noté, siquiera, porque en ese momento tan sólo sentí una agradable calidez. Álex consiguió que considerara como hermoso algo que siempre había detestado. Hizo que apreciara mucho más mi poder de lo que yo jamás había hecho nunca. Y con ello, también me dio una confianza en mí mismo que jamás había tenido. Con Álex junto a mí, era capaz de cualquier cosa.

Así pues, apenas tardé en percatarme de que me había enamorado de la persona que habitaba dentro de mí. Sin embargo, sí que tardé en asumirlo. No quería creer que me estuviera sucediendo tal cosa. Álex es una persona maravillosa, y soy incapaz de imaginarme mi día a día sin su compañía. Por eso a veces me olvido de que, por mucho que yo le considere una persona... murió hace años.

El mero hecho de pensar en ello me duele en lo más profundo de mi ser. Desearía que mi don fuera más allá y pudiera traerle de nuevo a la vida. Que pudiera ver cómo está cambiando el mundo con sus propios ojos, y no a través de los míos. Poder coger su mano y verle sonreír. Quedarnos simplemente abrazados sin necesidad de decirnos nada.

No se lo he contado a nadie del grupo, pero creo que Alicia se ha enterado. No me extrañaría si así fuera; al fin y al cabo, nuestra telépata es una experta conociendo nuestros secretos. Debió de averiguarlo cuando en algunas de nuestras conversaciones mencioné a Álex. Sea como fuere, ha guardado mi secreto de los demás. Y se lo agradezco mucho, porque no estaría de muy buen humor si Yeray o Sam bromearan con el tema.

El problema está en que Álex no necesita a Alicia para conocer lo que me pasa por la cabeza.

Sé que lo sabe. Pero nunca ha dicho una palabra al respecto. Seguimos como si nada ocurriera. Me ayuda a cuidar de mi hermano y con los deberes después de clase. A veces se ríe de mí cuando meto la pata, pero busca la forma de echarme una mano y solucionarlo. Nos quedamos despiertos hasta tarde jugando a algún videojuego -nos turnamos para controlar mi cuerpo para competir el uno contra el otro-, o simplemente hablando, de cualquier cosa.

Fingimos que todo está bien porque ninguno quiere perder lo que tenemos.

Cristian

Doy un respingo al oír mi nombre. Ya es bastante tarde, y nos hemos dado las buenas noches hace un rato, así que me sorprende oír la voz de Álex.

Deberías intentar descansar un poco. No estás haciendo ningún esfuerzo para lograrlo. Y mañana tienes clase-me recuerda-. Y no pienso responder por ti si te duermes y te hacen una pregunta.

Yo suspiro con pesadez y doy media vuelta sobre el colchón.

¿Te inquieta algo?-me pregunta segundos más tarde

Como si no lo supiera. Trato de quedarme dormido en ese instante para evitar responderle, aunque resulta inútil.

-Nada-respondo, en voz baja, de forma nada convincente.

Fanfic Antihéroes [Cristian y Álex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora