Patri. (IX)

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El lunes por la mañana cuando llego a casa de Alba no tengo que esperar, ya está fuera.

-Hoy llegas pronto Alba. ¿Y eso?No me lo digas: no podías esperar a empezar este maravilloso comienzo de semana.

Se ríe, pero me dice que es porque su hermana mayor y su novio el fumeta han estado discutiendo desde las seis y media de la mañana por teléfono.

Cuando llegamos al insti vemos que Lucy está esperando, viendo algún vídeo, seguramente gracioso, en su móvil. Al llegar a su lado sonríe a Alba, pero a mí apenas me mira. No creo que sea por lo del cine, quiero decir, que puede que fuera un poco embarazoso para ella, pero las dos lo pasamos bien y no encuentro motivo para que se haya molestado.
Aún así, no le doy importancia y me digo a mi misma que ya hablaré con ella más tarde.

Cuando llega la hora de salir al recreo y Lucy sale al patio acompañada de Ari, se las nota tan contentas juntas que no puedo evitar sentirme un poco mal. Hasta ahora todos los encuentros que he tenido con mi nueva amiga han sido más bien embarazosos, y me gustaría empezar a cambiarlos y hacerlos más amigables.

Decido acercarme a ellas y saludarlas. Al principio no entiendo el tema del que hablan, pero luego me doy cuenta de que comentan una cosa que ha pasado hoy en clase. Supongo que es lo malo de esta en diferentes clases, suceden cosas distintas. Ari había estado sola hasta que llegó Lucy, así que en parte me alegro de que ahora tenga alguien con quien pasar el rato. Hasta ahora solo se había juntado con las niñas ricas del insti, pero más por obligación que por gusto. Así que ahora podía dejar de fingir, aunque solo fuera en su aula. Por otro lado, me gustaría que Lucy estuviera en mi misma clase. No se porqué, y eso me pone nerviosa. Quiero decir, que somos amigas y eso, pero con Ari también me llevo muy bien y no tengo la misma sensación. Mientras Lena y Ari empiezan una discusión sobre quién es más guapo de Crónicas Vampíricas, si Damon o Stefan, yo comienzo a mirar a Lucy más detalladamente.

Tiene la cara muy clarita, un factor que hace que destaquen con mucha intensidad los numerosos lunares que tiene por toda la cara. Seguro que si supera más sobre constelaciones -en las cuales soy un gran cero a la izquierda- podría identificarle una fácilmente.

Tampoco su pelo pasa desapercibido. Es largo y con rizos. De repente me dan ganas de meter los dedos entre las ondulaciones de su cabello para ver su textura.

Sus ojos marrones verdosos se juntan con los míos y puedo notar un leve rubor en sus mejillas. Como ninguna de las dos está metida en ninguna la pregunto que si quiere ir a dar un paseo. Me responde afirmativamente y nos alejamos del grupo lentamente.

-Oye, no es por ser metomentodo, pero parecía que existía cierta tensión entre Jesús y Sebas. -me dice Lucy en cuanto nos separamos un poco de los demás.

-Vaya, tú también te has dado cuenta, ¿no? Es que Sebas juega mucho con las chicas. Quiero decir, tiene su encanto y le saca partido, y por eso tiene oportunidad de salir con ellas. El problema es que no las quiere, solo es para pasar el rato. A veces es un gilipollas.

Hago una pausa porque no sé si contarle esto. Apenas la conozco y no sé si estaría traicionando a Sebas contándola algo tan personal. Al fin me decanto por decírselo.

-A Sebas le gustan los tíos. Todos el en grupo lo sabemos, pero él se niega a aceptarlo.

Se queda pensativa un rato y sé que he acertado al contárselo. Lo único que podría hacer Lucy con esa información es algo bueno, de eso estoy segura.

-Supongo que alguna vez a todo el mundo le pasa algo parecido- añade.

Luego le cuento la gran siesta que me pegué el fin de semana viendo la estúpida comedia romántica por la que había pagado la mitad de mi paga mensual y ella me afirma que si hubiera ido con ella a la de Han Solo sin duda me hubiera divertido mucho más, algo que le pongo en duda.

Cuando volvemos con el grupo ya es hora de retornar las clases y subo los dos pisos de escaleras hablando con Lena y con Alba. Al parecer la primera dice que ahora tiene un rollete con un tío de su zona y nos promete que algún día nos lo presentará. Viniendo de Lena no me extrañaría que tuviera ocho años más que ella, que fuera un ex convicto o un que tuviera un futuro deportivo brillante. Luego Alba nos explica por qué Stitch es su único y verdadero amor, y se toca el cuello mostrándonos su collar con la cara de ese bonito monstruito azul.

En la clase de biología de hoy no puedo parar de pensar. No estoy para nada atenta, y ni siquiera me doy cuenta de que estamos dando la reproducción humana hasta que Lena me envía un mensaje de papel en el que pone:

En vez explicarme tanto como tener relaciones sexuales, ¿por qué no mejor me lo muestras tú mejor con la práctica profe?

La miro y se me escapa una sonrisa. Nuestro profe de biología es un rubio casi-treintañero al que le gusta pasar la mayor parte de su tiempo en el gimnasio, y además uno de los muchos crush de Lena.

Si no quieres que te lo quiten ten cuidado con la de música, que le tiene echado el ojo.

Cuando lee mi mensaje de ríe y me dice en voz alta que esa profesora no tiene posibilidades frente a la gran Lena Bachiller.

-¿Posibilidades con qué, Lena?.- Parece que el profesor sexy se ha dado cuenta de nuestra conversación, y seguramente también de la cara tan roja que se le queda a Lena con su pregunta.

Como no obtiene respuesta alguna, nos expulsa de su clase a las dos. Decidimos pasearnos por el pasillo y llegamos a la otra clase de nuestro curso, la de Lucy y Ari. Cuando me asomo a la ventana que conecta el pasillo con su aula y Lucy me ve, se le ilumina la cara y me saluda con entusiasmo. La devuelvo el saludo. Que mona.

Lena observa la escena con diversión y me dice:

-¿No se habrá colgado de ti,no?

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Prometí a una amiga que cuando este relato llegara a 400 lecturas publicaba nuevo capítulo, así que aquí lo tenéis.
Esta es una historia que yo daba por perdida, pero últimamente ha subido en visitas y me ha animado a seguirla.
Os espero a las 600 lecturas. ¡Gracias por todo!

Piques entre amores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora