"¿El de verdad va a venir?" Preguntó una vez más Lance, sin quitar su mirada de la puerta.
"Eso dijo, sí" respondió Pidge, mirando cada movimiento que Hunk realizaba en su cocina. El estaba absolutamente metido en su papel moviéndose por todas partes y mezclando y agregando y probando. Pidge le llamaba arte, ella y su estómago estaban de acuerdo.
"¿No es demasiado tarde? Apuesto a que no vendrá".
"Si no lo hace, tendrá sus razones. Viviremos con ello". Agregó Pidge, pero ella en realidad deseaba que Keith se presentara. Estaba intrigada acerca de él, además, no soportaba a Lance, y planeaba que ellos dos se hicieran buenos amigos.
Y como arte de magia, la puerta se oyó tocar. Pidge miró con travesura a Lance y se lanzó corriendo hasta aquella misma antes de que Lance decidiera poner seguro a la puerta.
Keith, por su lado, estaba nervioso por ir a la casa de alguien que no fuera Shiro, pero según este mismo, era bueno que comenzara a conocer más personas. Aunque Keith no pensara igual que él, tenía que hacerlo si quería una buena nota.
Pidge abrió la puerta, sonriendo al ver a su compañero de trabajo parado ahí, con una chaqueta muy anticuada para su gusto color roja.
"Te esperábamos" dijo ella, intentando sonar misteriosa. A veces le daba por improvisar.
"¿Estoy llegando muy tarde?" Preguntó Keith viendo la hora en su celular.
"Nop" Dijo Pidge al mismo tiempo que se escuchó a lo lejos a un Lance decir "Por supuesto que sí".
Pidge abrió más la puerta, dejando a Keith entrar.
"Solo estábamos perdiendo el tiempo en lo que llegabas, de todas maneras. Hunk está en un momento muy crítico ahora mismo, discúlpalo si no te saluda, pero está haciendo galletas. Muy importante".
Si, definitivamente. Keith estaba cada vez más seguro de que Pidge le había mentido y ella tenía doce, porque justo en ese momento, con unos shorts holgados y un suéter verde hablando de galletas y su importancia, se miraba como una niña pequeña, lo cual hizo a Keith pensar que era adorable.
"¿Tengo algo en el rostro?". Preguntó ella acercándose a un espejo que estaba colgado en la pared, donde tuvo que ponerse de puntitas para poder ver su reflejo.
"No, no. Nada."
Keith siguió caminado hasta llegar donde Hunk estaba cocinando y Lance estaba sentado. Él no había dicho nada y no pensaba hacerlo tampoco, aún estaba descontento con la idea de tener a Keith de vuelta en la escuela. Y ahora en su vida. Aún si Keith no le había hecho nada, Lance estaba irritado.
Keith, ajeno a lo que el moreno sentía, se sentó en la silla que estaba a su lado, haciendo que este se retorciera en su lugar, lo que hizo al pelinegro fruncir el ceño. Keith jamás había sido bueno recibiendo señales, pero estaba seguro que a Lance le pasaba algo.
"¿Quieres agua, jugo, limonada?" Le preguntó Pidge acercándose al refrigerador y abriéndolo . "Oh, olvídalo, no hay limonada, apuesto a que esto lleva el nombre de Matt. Solo jugo y agua, ¿quieres?"
"Wow, estás siendo muy cortés. A mí no me has ofrecido agua desde hace un largo tiempo" Le dijo Lance molesto.
"Bueno, eso no parece un problema ya que te he visto sirviéndote de todas maneras". Pidge se volvió de nuevo a Keith, que tenía el ceño fruncido gracias a la pequeña intervención de Lance. "¿Entonces?"
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Is it hate or love? | KLANCE
Fanfiction"-Ódiame o ámame, ambas están a mi favor. Si me amas, siempre estaré en tu corazón. Si me odias, siempre estaré en tu mente. -William Shakespea...