- ¡mierda necesito follar a mi crush! - exclame una vez más suspirando frente a la ventana.
Camila Cabello no deja mis pensamientos en paz en ningún segundo, ni a la hora de dormir puedo sacarla de mis pensamientos lo que me lleva a soñar con ella, despertar con una enorme erección y honestamente esto me tiene harta.
Suspire nuevamente frente a la ventana, viéndola en bikini, en la piscina y con su novio, 'el chico perfecto', él es un chico bonito rubio, con músculos perfectos, físico perfecto, cualquiera diría que quedan como la pareja perfecta.
A mi hermana se le ocurrió invitar a sus amigas de Instituto a nuestra piscina aprovechando que mis padres no estarán en casa, obviamente yo baje a compartir un momento con los chicos pero no duré nada gracias a su bella amiga Camila, que llegó más tarde dejándome sin aliento y animado a mi amiguito, me tuve que obligar a salir de allí no quería que vieran mi evidente erección y es por eso que ahora me encuentro justo en el ventanal que da justo la vista a la piscina, mis ganas de follarla no son normales pero esto se acaba esa sexy latina será mía, con o sin su consentimiento la haré mía, - mierda como es que puede ser real - bufe molesta viéndola salir de la piscina en busca de jugo, me relamí los labios viendo lo que traía puesto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Suspire pesadamente y me lancé en mi cama que estaba detrás de mí, oí que ponían una ruidosa música, ¡diablos lo que faltaba! Me levanté para ir a decirle a mi hermana que le bajará a la ruidosa música ¿por qué no pueden escuchar música moderadamente?.
Cuando salí hacia el jardín buscando a mi hermana Taylor. Me encontré con la bella latina sola a un lado de los demás revisando algo en su celular.
Me acerqué lentamente hasta quedar frente a ella - ¿por qué tan sola? - me preguntaba donde se había metido su perfecto novio.
Ella se sobresaltó al escuchar mi voz y llevo una mano a su pecho - Dios me asustaste Lolo - hablo pronunciando el apodo que ella había inventado para mí, me enamoré aún más. - mi novio se fue por un asunto familiar que debía resolver - dijo encogiéndose de hombros.
Pensé en una traviesa idea, tal vez debía ser hoy el día en que la haría mía finalmente - bueno... ¿quieres acompañarme a la cocina y tomar una cerveza conmigo entonces? - pregunté sonriéndole de lado.
Ella miro hacía donde estaban sus amigas y amigos luego se volvió a mí - si claro me encantaría - dijo dándome una preciosa sonrisa que hicieron mis piernas temblar.
*
Estuvimos en la cocina alrededor de 40 minutos tomando cervezas entre risas, estábamos tan divertidas en nuestra conversación que ni siquiera sentimos la necesidad de ir a la piscina con los demás, ella se reía todo el tiempo de mis chistes malos lo cual agradecía mucho nunca antes había logrado hacer reír a nadie pero bueno ella es especial.
