Estaré ahí. [RAGONEY]

No me importa con quién vayas a dormir.

Eran las 2 de la madrugada cuando Raoul salía del baño frotándose con una toalla el pelo medio mojado que caía sobre su frente sin ningún orden concreto.

Tras ponerse el pijama cambió de dirección hacia la cama, donde una chica rubia le esperaba mirando al móvil y sonriendo como una tonta.

- ¿Qué miras? - Quiso saber el chico, mientras se metía con ella dentro de las sábanas.

- Fotos del concierto. Salimos todos súper guapos. Bueno, en algunas, mira esta qué graciosa, ¡sales súper bien! - Explicó, enseñándole al rubio una foto pixeladísima donde se le podía ver con la bandera arcoíris en la misma mano que sujetaba el micro unas horas antes. - ¿Lo pillas? Sales bien por que no se te ve casi la cara. - Rió ahogada por una almohada que acababa de pegarle a la cara su amigo.

- JA JA, qué graciosa ella. - Rodó los ojos el rubio.

Pasaron unos minutos más así, recostados el uno en el otro, comentando lo bonito que había sido el concierto de aquella noche, y, sobre todo, lo orgullosa que se sentía la mayor por el pequeño gran paso de su amigo, al coger la bandera que le correspondía callando así a quien había osado criticarle por defender un lema de visibilidad que para él tenía tanto valor.

- Además, Ago y tú... ¿Estáis mejor, no? O sea, es que lo de ayer fue muy heavy. - Se atrevió a preguntar la granadina, sabiendo cómo había estado su compañero la noche anterior.

- Eso parece. Aunque con él nunca se sabe... Hace un rato, por ejemplo, le he dicho si hoy al final dormíamos juntos, y me ha dicho que prefería salir a estar conmigo, que le aburro.

- Venga lobito... No dejes que te afecten sus comentarios. Ya sabes cómo es, siempre está de broma.

- Entre broma y broma hay media verdad. - Ladeó una sonrisa el catalán. - ¿Crees que realmente le aburre estar conmigo?

- Qué va... Agorrey a veces es tonto.

Mimi no sabía qué más hacer para que el catalán se sintiese mejor.

Parecía que, desde que se había levantado aquella mañana con el aluvión de críticas en las redes, nada le hacía sonreír más de dos minutos. Sin embargo, habían pasado la noche en el backstage riendo y bailando con las actuaciones de sus compañeros, todos juntos, la pareja incluida, y por fin parecía que el drama de la noche anterior se había disipado.

Pero al apagarse los focos el canario había decidido quedarse un rato más de fiesta con algunos compañeros, cosa que Raoul, el cual realmente tenía ganas de estar a solas con él, había aceptado con resignación. Al fin y al cabo, el tinerfeño estaba en su tierra y tenía que disfrutar como nunca, aunque eso significase dejar al otro solo unas horas más.

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- ¿Has pensado en olvidarte de él por un tiempo? - Volvió a sacar el tema la joven, apartando un mechón de la cara al pequeño mientras ambos miraban vídeos de las actuaciones.