III.

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Baekhyun creyó que Chanyeol lo perseguiría. Él quería creer con todo su ser que Chanyeol lo había seguido hasta esa abandonada cabaña y en cualquier momento cruzaría esa vieja puerta de madera, le confesaría que lo amaba, le prometería que dejaría a Chaeyoung, se casarían y tendrían lobeznos. Eso sonaba bonito, pero la realidad no lo era. Y la realidad era que estaba anocheciendo y Chanyeol no había cruzado esa vieja puerta de madera.


Sin embargo, lo peor no era eso.


Repentinamente Baekhyun empezó a sentir calor y no se debía a la lámpara que con suerte encontró allí entre algunos cachivaches y ahora lo acompañaba, el calor provenía de su vientre y se extendía a lo largo de todo su cuerpo. Lo había olvidado por completo, era la fecha en que empezaba su celo y no traía las pastillas que suprimían su olor consigo.


Una mezcla de desesperación y excitación empezó a llenarlo mientras se preguntaba qué tan peligroso sería correr por el bosque hasta llegar a casa. Ya no estaba tan cerca y las fronteras no eran muy seguras de noche. El olor podía atraer personas y-


¿Qué fue eso? ¡Maldición!


Baekhyun estaba por adoptar su forma de lobo cuando escuchó crujir las maderas de la entrada, pero cuando estas se abrieron, un olor imposible de olvidar llegó a sus fosas nasales. Se sintió enojado, muy enojado.


—Has llegado muy temprano, no esperaba verte por aquí.


—No empieces con tus bromas sarcásticas, Baekhyun.


La tenue luz de la lámpara poco a poco llegó a revelar el rostro del propietario de aquella voz grave, la cual solo lograba incrementar la excitación de Baekhyun.


—Vámonos —ordenó Chanyeol, extendiendo una mano al chico bajito sentado en el suelo.


Baekhyun se limitó a mirarlo, tomando la lámpara por el asa, dispuesto a levantarse por su cuenta.


—No me iré a ningún lado, así que puedes regresar solo.


Chanyeol se frotó el puente de la nariz entre el índice y pulgar, preparándose para empezar la batalla contra el terco Byun sin caer en la tentación que le causaba aquel olor que este desprendía.


—Baekhyun, tus padres deben estar preocupados-


—Mis padres no están en casa, no debes preocuparte por eso —dijo, conteniendo las ganas de lanzarse a Chanyeol y, evitándolo, se puso de pie para ingresar a uno de los pequeños cuartos.


— ¡Baek, no puedes quedarte aquí! —reprende el más alto— Sé que tu celo ha empezado y debes tomar las pastillas.


— ¿Qué hay de malo con estar en celo? Son solo... tres días. ¡Es poquísimo!


Visto con otros ojos (ChanBaek)Where stories live. Discover now