-Laila, despierta- ni siquiera me dio tiempo a levantarme porque mi tío ya me estaba jaloneando.
La casa era horrible y escalofriante, parecía sacada de una película de terror con la madera desgastada y los escalones partidos por la mitad.
-¡qué feo!- exclamo mi tía con su irritante voz, provocándome un escalofrío -¿porqué Samara nos enviaría a esta fea casa?- lanzo un exagerado suspiro que en verdad me molesto.
-sólo entren- nos dijo mi tío que cargaba mis maleta y las de mi tía.
Por dentro la casa no estaba tan mal, sólo tenía dos recamaras, una en el piso de abajo y otro subiendo las escaleras, los baños de cada recámara, una pequeña cocina y la sala, yo escogí la recámara de arriba porque era la más grande y por lo tanto le cabían mis libros, ahora sólo tenía que encontrar un librero...
-¡Tío!- grite
-¿ahora que, Laila?- subió las escaleras corriendo
-¿dónde venden libreros?- mi tío se golpeo la frente con la palma de la mano.
-no te preocupes por eso, Laila- empezó a bajar las escaleras lentamente- yo te haré un librero- dijo cuando ya estaba abajo. Me tumbe en la cama de espaldas y después comencé a toser por la cantidad de polvo que me había caído en la cara, después de eso baje por mis maletas (una con ropa y una con libros) para acomodar todo en mi recámara, cuando termine me acosté y me dormí.
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La mañana siguiente desperté con los gritos de mi tía.
-¡Charlotte!- le reprendía mi tío- por dios santísimo, cállate ya- baje corriendo para ver lo que sucedía y me encontré con mi tía bañada en lágrimas con una ardilla muerta a los pies.
-¿qué paso aquí?- pregunte algo adormilada.
-la piso- dijo mi tío con expresión aburrida
-¡la pise!- sollozo mi tía
-la golpeo con un palo-continuo mi tío
-¡hay, le pegue con un palo!- volvió a interrumpir mi tía, sorbiéndose los mocos
-y pues ahora se siente mal...- mi tío puso los ojos en blanco
-¡tenía una vida, seguro su familia la extrañara...- sonreí al darme cuenta de la situación
-entonces, tía- me acerque para frotarle el hombro suavemente- ¿porqué la has matado?- su cara de llanto cambió en seguida por una de asco.
-es que estaba dientona...y muy fea- mi tío negó con la cabeza con una sonrisa en el rostro
-rayos, Charlotte- le dijo mientras recogía la ardilla con una pala- me has despertado antes de tiempo y ahora tengo bastante sueño, supongo que nos iremos más temprano- supe que no lo decía molesto porque sonreía y además le dio un beso a mi tía en la mejilla.
-¿iremos?- le pregunte a mi tío y me dirigí a las escaleras para subir a mi habitación
-oh, si, había olvidado decirte que estudiaras- no le tome importancia pues siempre me había parecido fácil la escuela, después de todo, sin amigos no había nada con que distraerse además de las tareas- vístete, te llevare a presentar el examen de admisión- me bañe, me puse ropa limpia y baje las escaleras para irme con mi tío, de pronto me pregunte que día sería. cuando llegue con los doctores era martes, pasó un día, dos, tres...vaya, ya era viernes.
-empezare el lunes ¿cierto?- le pregunte a mi tío al subir en el auto sólo por hacer platica.
-si es que apruebas el examen- yo sólo le sonreí y después fije mi vista al frente.
En realidad me gustaba el bosque, era frío y silencioso, me gustaba...
Apenas baje del auto y mi tío se fue, no le di importancia y seguí caminando hasta que llegue a la recepción donde le informé a una mujer quien era y a que venía.
La mujer me guió hasta la biblioteca de la escuela y me aplico el examen, termine rápido y salí de ahí acompañada de la mujer.
-si tienes tiempo puedes esperar para saber tus resultados- yo le sonreí e hice un gesto afirmativo, ella me sonrió de vuelta y desapareció detrás de un puerta.
Estaba esperándola cuando una chica con pelo rubio y ojos negros se me acerco.
-hay, linda- sonrió y me ofreció la mano- te ayudare con esos ojos- yo le mire bastante extrañada porque no le conocía y obviamente no tome su mano- caray, pero que tímida- negó con la cabeza- que vengas, necesitas lentillas- al ver que no tomaba la mano que me ofrecía me tomo por el codo y me arrastro por los pasillos.
-hey, déjame- me metió en el baño y me observo detenidamente.
-soy Lea- me sonrió y se quitó las lentillas negras que traía dejándome ver sus asombrosos ojos azules...como los míos- te pondré unas cafés- levanto las lentillas para que supiera a que se refería.
-¿porqué tengo que llevar lentillas?- su sonrisa se convirtió en una mueca y después en un gesto de horror.
-Blackwood ¿cierto?- yo asentí extrañada y observe como se ponía las lentillas y se preparaba para marcharse- no deberías estar aquí- estuvo apunto de irse pero antes de abrir la puerta se volteó a verme- ¿que diablos haces aquí?-
-¿qué pasa contigo?- le pregunte más confundida que enojada- me traes a un baño cuando ni siquiera se quien eres además de que intentas ponerme lentillas a la fuerza y sabes mi apellido que hace esto aun más raro...-
-calla, el problema es que te criaron como humana- entonces me di cuenta de lo loca que estaba esa chica y me reí con ganas.
-lo siento, ya capto, deja de ver esas películas- me reí cuando pase frente a ella- tengo que irme a ocuparme de mi vida "humana"- salí de ahí aún sonriendo, pero en el fondo seguía sorprendida por como me trató esa chica...vaya que era rara la escuela.
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azul neón
Science FictionLaila Blackwood es una chica común y corriente, salvó por sus ojos y su madre que ah estado loca desde que Laila tiene uso de memoria. Ah Laila no le afecta, siempre tendrá su pequeña habitación en el hospital y su vida será tan normal como se pueda...