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Nath recogía sus cosas, colocándolo en el morral que había traído desde la escuela. Ni siquiera llevaba muchas cosas, sabía que se la pasaría todo el día dibujando.

-Va a darle mucha fiebre, mantenlo hidratado- tomó una liga de su bolsillo y se sujeto un poco el cabello, había comenzado a hacer calor- Y puede que se ponga a decir muchas estupideces, no le hagas caso.

-Luka siempre dice estupideces- burló con el mencionado ahí presente.

-¡Hey!- dijo antes de soltar un quejido que casi lo dejo sin aliento. Presionó su abdomen encogiéndose en la cama con dolor.

-Son los calambres estomacales- mencionó Nath mirándolo- Debo irme, mi madre se va a poner como loca si no me ve antes de que se haga más tarde- dijo mirando el reloj en su muñeca, el cual marcaba las 9:45 de la noche.

-Eres mi héroe, Nath- suspiró mirando a su hermano quien seguía encogido.

-Llámame si tienes alguna duda o no sabes que hacer- agitó su mano en forma de despedida.

-Gracias- despidió igual viendo como su amigo salía y subía por las escaleras.

Luka se mantenía apoyando un costado de su rostro sobre la cama, viendo como el joven de cabello rojo se alejaba de la habitación.

No lo conocía pero, por alguna razón, quería que se quedara.

Es sonido de algo cayendo sobre la cama resonó en la habitación del dibujante

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Es sonido de algo cayendo sobre la cama resonó en la habitación del dibujante. Se había dejado llevar por el cansancio de aquel día.

Una sonrisa se dibujó en su rostro de repente.

Finalmente había conocido a Luka. Aunque no había sido en las mejores circunstancias.

Aunque, esa sonrisa se borro por completo. De no ser por su llegada al barco, tal vez él habría muerto.

Miles de dudas surgieron en su mente. Entre ellas, el por qué el mayor había terminado en aquel estado tan deplorable.

Mantuvo su teléfono al alcance. No sabia si podría dormir pero, quería estar al pendiente de cualquier cosa.

-Nath, baja a cenar- se escuchó desde el primer piso la voz de su madre, había llegado del trabajo.

-¡Ya voy!- alcanzó a decir para tomar el teléfono y colocarlo en el bolsillo de su pantalón.

La madre de Nathaniel a simple vista parecía una mujer muy calmada. Y en si lo era. Su rostro era fino, ojos esmeralda y cabello rojo.

Una versión de Nathaniel, pero en mujer. Bueno, Nath ya era algo femenino para ser sinceros.

El menor bajó algo cansado las escaleras, encontrándose con la mujer colocando la cena en la mesa.

-No llegaste a comer, así que calenté tu porción- sonrió divertida dejando el filete frente a él.

Mess || Luka x NathanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora