××× William ×××

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Últimamente los grandes van mucho al templo; mis papis dicen que siempre que tenga dudas de cualquier tema hay un niño que nos cuenta cuentos para solucionarlos. Lo malo que hay una fila muy larga y mi mami no quiere ir a acompañarme. Hoy iré a verlo, no hay nada que me detenga.

Con esas palabras fue a ver al niño conocido como William. Llego poco después y entro en el templo, las personas veían extraño a una niña entrando en el templo, pero ella sin preguntar entro por la puerta principal e interrumpió al niño de larga cabellera pelirroja intensa. Los guardias al ver a la niña la quisieron sacar, hasta que por primera vez la pequeña Alicia escucho la voz del niño. Él con tan solo cuatro palabras paro su trabajo como consejero y le dijo que se acercara a escuchar un cuento. Sorprendidos cada uno de los que escucharon esas palabras se callaron y se pusieron a escuchar un cuento que dice más o menos así.

En un pueblito tan chiquito como el parque de diversiones más grande nació un niño y una niña. La mama de la niña llego cuatro horas antes del parto y la mama del niño nunca fue a un hospital, ya que era la esposa del cantante más famoso y el pueblo estaba a su disposición. La niña nació con menos de lo que debería y el niño con más de lo que aconsejaría, pero los dos eran felices. La niña porque los padres le dan todo lo que pueden darle y más, y el niño es feliz porque tiene todo lo que puede desear y más.

Cuando crecieron el niño se convirtió en un gran empresario y ella en una gran cocinera del mejor restaurante, era única y todos deseaban comer sus comidas. Él se sentía bien porque sabía que aunque su trabajo sea aburrido le podría dar todo lo que su hijo o hija deseara y le solucionaría la vida. Ella era muy feliz porque sabía que aunque no le daría todo, le daría lo suficiente para que él o ella pueda pelear sus propias batallas y ser feliz con su esfuerzo.

- ¿Les puedo hacer una pregunta? - Pregunto William.

- ¡Sí! - Respondieron todos los adultos interesados por la pregunta.

- ¿Cuando tengan hijos quien será feliz el hijo del empresario o de la cocinera?

Todos empezaron a buscar una trampa o una respuesta interesante.

- El hijo del empresario, porque tendrá lo que quiera y más - Respondió el primer adulto.

- El hijo de la cocinera, porque ella ganara las cosas con su esfuerzo y es lo más importante - Respondió el segundo.

- Ninguno, en la vida nadie es feliz ni el millonario ni el pobre siempre sufrís - Respondió el tercero.

- Creo que el hijo o hija de la cocinera será el más feliz, porque su mami es feliz haciendo lo que le gusta. Yo soy muy feliz cuando mi mami es feliz y también cuando me cocina algo rico - Respondió la niña con una gran sonrisa.

Todos esperaban que el niño les contestara la pregunta como hace habitualmente. Ese fue el único día que se levantó, miro a la niña, le dijo que vuelva mañana y se retiró diciendo "Todos tienen un poco de razón, pero prefiero vivir pensando como esa niña porque si no, sería un cocinero, un empresario o un suicida".

Al día siguiente y todos los siguientes días la joven Alicia volvió al templo. Poco a poco William le conto la historia de un joven que vivió toda su vida buscando soluciones para todo aquel que vaya al templo; nunca cobro un centavo, solo buscaba una sonrisa en el rostro de cada cliente y de alguna forma poder enorgullecer a su familia. Escucho consejos de su abuelo difunto y decidió ser el sucesor contando cuentos.

El primer oyente fue un joven de 25 años aproximadamente, casado y sin hijos, este estaba indeciso por no saber cuánto cobrar por su trabajo. Con tan solo ocho años el niño lo miro a los ojos, diciéndole algo tan raro para el oyente como para cualquiera de los que estuvieron en esa posición horas, días y años después; el joven como los que le siguieron solo se quedan en silencio para escuchar el cuento que de una forma u otra, lo ayudaría a seguir adelante. Este cuento fue el más importante podría decirse; ya que fue el cuento que inicio todo, la primera gota que anuncio una larga lluvia de sabiduría. Y hablando de lluvia...

Había un lugar escondido por una pequeña montaña que la cubría de Norte a Sur y de Oeste a Este; prácticamente Vivian cubiertos por la montaña como si esta fuese una gran manta. No había lluvias, por esta razón el 30% de la población trabajaban de agricultores fuera de la ciudad; aunque esta ciudad no sea grande era la más valiosa, ya que tenía gran cantidad de Diamantes. Los demás adultos tenían infinidad trabajos, pero la gran cantidad de trabajadores viven vendiendo Joyas. De tantos y tantos ciudadanos hubo uno solo que decidió estudiar en una escuela de fuera del muro; este joven estudio Ingeniería en Techos -si lo que escuchaste...-, este entusiasta fue conocido por todos, por tener la profesión más inútil de todos los tiempos. Estaba a punto de dejar el pueblo cuando la gran cantidad de minas de diamantes ocasiono un derrumbe de la montaña. La codicia de los vendedores de joyas, hizo que el pueblo perdiera su manta y el mundo mostrara como un pueblo con cero probabilidades de lluvia cambio a 70% de días lluviosos y 29% de días nevados. Por la gran demanda de techos desde ese día en adelante todos empezaron a estudiar Ingeniería en Techos; y es algo cómico pero cuando terminaron de estudiar. Ya no había trabajos más que mantenimiento, todo el trabajo fue hecho por el conocido "Techista Inútil".

- ¿Sabes que es lo más gracioso? - Pregunto el niño cuentista.

-¿Que los demás dejaron de reírse de él y el joven se hizo millonario por cobrar fortuna cada techo? - Pregunto el joven.

- Hay dos cosas graciosas y triste al mismo tiempo; una es que el joven no cobro la necesidad de techos si no que cobro el saber y el tiempo que tardo en aprender a hacer un buen techo inútil y necesario. Y la segunda cosa es que no sabes que cobrar, porque no pensaste cuanto te costó llegar a conocer tu trabajo, solo quieres ganar dinero.

- Si sos bueno en algo tienes que cobrar por ello. ¿Está mal querer ganar dinero? -Pregunto el joven.

- ¿Te gusto el cuento?

- Si, me gusto.

- ¿Fue un buen cuento?

- Si, me encanto. Sos bueno haciendo cuentos...

- ¿Sabes que no te cobrare por el cuento no?

- Si... - Respondió mientras empezó a entender el cuento.

- Es curiosa la forma de pensar del ser humano de querer tener dinero. Una vez hubo alguien que dijo que tienes que cobrar si sos bueno en algo y todos lo siguieron; ahora digo que cobres lo que crees que te gustaría pagar. Porque por personas que piensan en ganar y ganar más es que el mundo perdió las ganas de ayudar, para ocupar ese tiempo para hacer dinero. Piensa lo que haces, piensa si te gusta hacerlo, piensa cuanto pagarías por ese mismo trabajo y cuanto cobras esta en vos.

- Gracias por tu consejo, pero última pregunta. ¿Cómo sabias que era Joyero? - Pregunta el joven castaño, vestido de traje y sin una joya en su vestimenta.

- Fue sencillo, supuse que estando casado y sin anillo; tu anillo debe estar en tu vidriera. ¿Me equivoco? - Pregunto el niño con una sonrisa.

- Desde hoy eso cambiara mi pequeño amigo...

- William, me dicen William. Señor Joyero.

- Adiós William - Se despidió el Joven con una gran sonrisa y una nueva idea en su cabeza.

Es dificil solucionar los problemas de todos; este trabajo años despues empieza a cansar y aunque nunca pense en dejarlo, hubo algo que me hizo de un momento a otro cambiar mi vida...

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⏰ Última actualización: Dec 18, 2019 ⏰

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