Una pesadilla sin fin (reanudada)

Reino "perdido"

Unos hombres vestidos con armaduras gigantescas y de apariencia pesada nos abrieron la puerta. A el le sonrieron pero a mi solo se dedicaron a mirarme mal. Agachando la cabeza y acompañada de el maravilloso Satario volvimos a hacer rumbo hacia su pequeña "cabaña". La gente se me quedaba mirando sorprendida y algunos otros con desprecio.

-Oye-le dije susurrando- porque me miran con tanto desprecio?

-Veras, los humanos hace tiempo nos atacaron, pensaron que eramos monstuos asesinos. Nos echaron la culpa de una cosa que hicieron los angeles caidos...- dijo fijando su mirada en su camino, como no queriendo mirarme...- quitate la capucha

Me quite la capucha y de inmediato todos se tranquilizaron, no entendia apenas nada pero en cuanto me quise rascar la oreja vi que esta se convirtio en orejas de elfo. Quise mantener la calma pero solo me salio un:

-Vaya pasada! Mira mis orejas! Son hermosas!!

Se podian oir de fondo algunos murmullos diciendo: "vaya flipada, como si nunca hubiera visto unas orejas de elfo","valla ropa mas rara lleva..." o "debe ser de la realeza!"

Fijandome en el segundo comentario, me centre en la ropa de las "personas", algunas llevaban un vestido largo con un delantal de cadera, seguido de unos pañuelos finos en la cabeza. Pero estos estaban sucios...

Siguiendo nuestro camino, ya faltaba poco para llegar, mis oidos detectaron una cosa que me hizo irme del camino. El satario me iba diciendo fantasticas anecdotas que le sucedian de pequeño pero enseguida desconecte al oir una niña pequeña llorando. Me pare y dejando que el siguiera hacia adelante. Mirando hacia todos los lados termine viendo una niña al lado de una mesa con comida llorando y sin ningun adulto a su alrededor. 

Me acerque con la esperanza de calmarla. Lloraba desconsoladamente y esos llantos me hicieron recordar ese "bebe" que habia tenido. Donde estaria? Estaria bien?

Me acerque y le seque las lagrimas, acariciando su mejilla para calmarla. 

-Donde estan tus padres?

Ella con la mirada fria y la pupila contraida, levanto su mano y señalo hacia el callejon oscuro que hay en frente. Me levante y ella se agarro a mi falda. Le acaricie la cabeza y me dirigi hacia allí. Mire por encima de las pocas cabezas bajas que habian. Intentando visualizar el otro lado comenzaron a empujarme. Haciendome paso por la gente mientras vete a saber donde estaria el satario. 

Una vez con la vista clara comence a entrecerrar los ojos para lograr una mejor vision. Pero lo unico que vi fue una anciana en el suelo, en frente de el cuerpo. Hacia unos gemidos parecidos a los de llorar.

-No vallas por favor!- me insistio la niña.

Continue poco a poco acercandome a ella hasta que al final la anciana se abalanzo sobre mi. Angustiada la empuje, me levante como pude y luego cogí a la niña casi comenzando a correr. 

Mire hacia atras un momento y no me seguia, quizas no toleraba la gente o la luz.