#Analia
Mientas las mujeres hablan entre sí, riendo por alguna cosa que comentan, yo solo miro a mi esposo que está a lo lejos hablando por celular con su ceño fruncido. Muerdo los pellejos de mis dedos y salto cuando siento una mano sobre mi hombro
- Ana, estas bien? - Pregunta Romina, una de las mujeres de la iglesia más cercanas a mi, de las pocas que considero amigas
- Si, solo tengo algo de migrania - Respondo forzando una sonrisa, ella mira a donde yo y ve a mi esposo, luego me vuelve a mirar
- Solo tenes que preguntar Ana... Eso es todo, no te quedes con la duda - Murmura sonriendo para luego darme un corto abrazo.
Sin más, sin disculparme, me levanto y camino hacia mi esposo, él hace lo mismo pero mucho más relajado y con un paso más perezoso
- Li.. - Comienza a decir pero raudamente lo interrumpo
- Con quien hablabas? - Pregunto con un nudo en mi garganta, teniendo miedo a la respuesta, temiendo y odiando no poder controlar los celos, la inseguridad... Perdiendo el control de mis emociones
- Con Hugo - Responde sin más, dejándome con la boca abierta
- Que? - Pregunto desconcertada, sin poder creer que me mienta así, hablando con nuestro vecino, el cual solo nos llama para pedirnos la pelota de su hijo cuando pasa la medianera
- Hay que irnos, te explico en el auto - Dice rápidamente queriendose alejar, lo tomo por la muñeca y Sergio me mira confundido
- No, no voy a irme, decime lo que tenes que decir... Acá, ahora - Sollozo ahogada, mi esposo me mira como si estuviera loca
- Lia, amor, no sé que pasa pero tenemos que irnos. Hugo tiene en su casa a tu sobrino... Cuando ibas a decirme que venía de visita? - Pregunta con burla, frunzo mi ceño y jadeo espantada al recordar, mejor dicho, por haber olvidado que Lucas estaba por llegar en estos días
- Yo... Lo olvidé - Me sincero haciéndolo reír, Sergio besa mi frente
- Por eso te amo - Murmura viéndome a los ojos, trago saliva y me dejo guiar hacia el auto...
Cuando Sergio estaciona el auto frente a casa, bajo y él hace lo mismo, camina hacia lo de Hugo, nuestro vecino y espero que lo siga
- Lia - Me llama mi esposo, niego y comienzo a caminar hacia mi casa
- Los espero en casa - Aviso en alto, mi esposo sigue llamándome hasta que entro a casa y no lo escucho más, me apoyo en la puerta y respiro hondo, preparándome para encontrarme a alguien que me transporta al maldito pasado.
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Mi respiración se detiene cuando sus brazos me rodean, su fuerza me sorprende e intento devolver tanto cariño, apoyo suavemente mis manos sobre su espalda y golpeteo algo tensa
- Voy a dejar las malet..- Comienza a decir mi esposo, me alejo de Lucas y le saco, literalmente las maletas de las manos a Sergio
- Voy yo... Yo acomodo todo - Lo interrumpo con la voz entrecortada, mi esposo me mira con el ceño fruncido pero yo lo ignoro
- Lucas, ponete... Ponete cómodo, si? Yo voy a preparar tu cuarto - Suelto sin poder verlo mucho tiempo a los ojos
- Claro tía, gracias - Agradece Lucas con una sonrisa, trago saliva y me alejo pero logro escuchar a mi esposo
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Mi sobrino, un refugio para mi soledad
ChickLit#Solo para mayores de 18 años. #Novela con contenido sexual explícito.