- ¡Nos vemos!
Fionna se fue de la mansión dando un gran portazo, el cual resonó por todas las paredes. Darlene peinó ligeramente sus cabellos con los dedos mientras seguía contemplando la puerta principal. Fue raro despedirse de Fionna esta vez, ya que había surgido la idea de inventar un saludo secreto o algo así.
Se dio media vuelta en cuanto cayó en la consciencia de que tenia que seguir con los deberes de la casa. Hasta ahora, no se quería ver en ningún espejo. Fionna logró convencerla sobre que su cabello negro no era nada más que una gran mentira para sí misma y para todos los vampiros que habitaban en la mansión. Amaba su cabello rojo. Era hermoso, ahora recién después de tantos años creía poder admitirlo.
- ¿Darlene? -Escuchó la voz tímida de Elizabeth.- ¿Tienes un minuto?
Apenas se volteó a contestarle, fue empujada por los pasillos hasta llegar al sótano, casi cayéndose de bruces al intentar bajar las escaleras. No hiso nada para defenderse, solo lo dejó pasar. Debía admitir, que esa extraña vampiresa tenia una mirada indescifrable y una actitud demasiado rara.
- ¿Joven Elizabeth?
- Tú y yo vamos a hablar.
- ¿De qué tenemos que hablar? -Se asustó en cuanto vio a la chica cerrar la puerta y caminar rápido hacia ella.- ¡No sé quien eres!
Por simple intuición adopto una pose defensiva, ingenió tres planes sencillos de ataque, defensa y huida, en caso de que Elizabeth diera seis pasos más.
- Pero yo si sé quien eres tú.-Desafió y dio dos pasos seguidos, con las manos detrás de la espalda.- ¿Quieres que te lo demuestre?
Bien, eso no estaba bien. No era nada amistoso.
- No te acerques más, ¿Oíste?- Su voz tembló, no pudo evitarlo. Estaba optando por elegir su plan de ataque. La vampiresa nuevamente dio dos pasos.
- Darlene, linda, ¿Sobre qué te acuerdas exactamente de tu familia? -A simple vista se veían sus colmillos, sus pupilas estaban más afiladas y su cuerpo había adelgazado considerablemente. Eso no era normal. Ya iban cuatro pasos.
- ¿Qué intentas, Elizabeth?.-Buscó la manera de razonar, ¿Qué pensaría Doña Tianisse?-. No hay nada que puedas ganar por aquí.-¿Qué... Qué pensaría Vayron?
Ahora iban cinco pasos...
- Ah, respecto a Elizabeth,-Sacudió sus hombros levemente mientras ladeaba un poco su cabeza, deformando todas las facciones de su rostro hasta el punto de tener la figura de otra persona-. No soy ella.
- Samantha.
Y seis.
*
*
*
- ¡Ni se te ocurra irte, Yassir!
- ¡¿Irme yo?! ¡Me están raptando!
Bien.
- ¡Dainis, ven aquí, enseguida!
Veamos... ¿Cómo puede explicarse esto?. Al parecer la situación quedó un poco confusa.
- ¡Suelten a ese chico!.-Rugió Dainis, sorprendiendo levemente a todos los espectadores. Ayudó a Krin para que lograra ponerse en pie. Luego se acercó a los lobos blancos que estaban intentando llevarse a Yassir, pudo alejarlos fácilmente con tan solo caminar entre ellos.- No lo toquen.
Todo bajo la atenta mirada del Alfa Mayor WhiteNight.
Todo se fue bien a la mierda cuando Yassir se las hiso de listo, Dainis gritó su verdad a los cuatro vientos y Krin se jalaba los cabellos. El Alfa Mayor no dudó en ir a "socorrer" a su pariente, y de inmediato dio la orden de que Yassir y Krin Souldark fueran llevados a algún tipo de calabozo extraño. Obviamente, el pequeño Dainis no estaba de acuerdo con esto.
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La Elegancia Al Caminar [YAOI]
Người sóiDainis pertenecía a la manada de los "WHITE NIGHT". Al poco tiempo, después del nacimiento de Dainis, las familias mas débiles y pobres fueron desterradas de la manada, así dejando a las familias a su propia suerte en el peligroso mundo en donde vi...