—¡Suga! —llamó Jeongguk, su cabello oscuro caía sobre sus ojos, casi cubriéndolos por completo.
Estaba segura que así no podía ver mucho, pero no pensaba sugerirle al emo que se cortara el flequillo, porque no era mi asunto, y al único que probablemente le haría caso sería a Ji-Min.
Al cabrón de Park Jimin.
—Estás pensando el él, ¿cierto? —cuestionó So-Hyun, y mi gruñido provocó que ahogara la estúpida risita que brotaba de sus labios con su mano derecha, la izquierda estaba sujeta a Tae-Hyung.
—Estamos buscando al jodido gato Sohyun...
Mi amiga se soltó de su novio, y se acercó a mi lado. Taehyung se apresuró para alcanzar a Jeongguk que iba más adelante.
Sohyun rodeó mi espalda con sus brazos y aunque mi primera reacción fue apartarla de un empujón, ella se negó. Tampoco podía hacer demasiado, ella era mucho más alta que yo.
—Lo siento mucho Ji-An —frotó mi espalda—. Jimin-ssi regresará la próxima semana, estoy segura que podrán solucionar las cosas, sólo deja de maldecirlo, ¿quieres?
Bufé, Sohyun hablaba como si fuese fácil.
—No podremos solucionar una mierda si no encuentro al gato.
—An, tu y yo sabemos que Jimin-ssi no es así, incluso tu sabes que el cedería...
—Esta vez lo dudo —resoplé—. Nunca se había enojado así conmigo, y esta vez claramente no he hecho nada.
Ella suspiró, y pese a que no soltó una sola palabra, no necesitaba que lo hiciera. Sabía lo que estaba pensando, pero me negaba a reconocerlo.
× × ×
Jeongguk hizo una mueca al pasar el último trago de su cerveza. Fijó sus grandes ojos en mi al escucharme resoplar, a lo que simplemente respondí haciendo una mueca y desviando la mirada hacia la puerta de mi departamento.
—¿Cuánto crees que tarden? —cuestionó con su tedioso tono mirando en la misma dirección que yo. Alcé los hombros y me concentré en la pantalla de mi móvil mientras bebía cerveza.
Él no pareció querer decir algo, pese a que el ambiente estaba increíblemente pesado desde que Taehyung y Sohyun salieron a comprar algo de comer.
Y de ello, ya había pasado casi una hora.
Una puta hora de silencio incómodo con Jeongguk.
—¿Qué vas a hacer, noona?
Cuestionó en tono bajo, el papel de niño bueno sí que le quedaba bien, pero yo sabía que le costaba tanto tolerarme a mi, que incluso era incapaz disimularlo.
—No es tu asunto —farfullé. Él procuraba fingir, yo no.
Mucho menos cuando solo estábamos él y yo, y Ji-Min estaba a kilómetros de distancia quién sabe haciendo qué.
—Uhm —se aclaró la garganta—, ¿Ya le avisaste a Jimin-hyung que no...?
—Creí que tú ya lo habías hecho —le interrumpí, y por su posterior silencio supe que estaba en lo correcto, la rata ya le había contado a Jimin sobre nuestro penoso fracaso—. ¿Por qué no te vas? —inquirí sin mucha delicadeza, y él me miró entre incrédulo y ofendido—. Digo, ya terminaste la cerveza que tanto odias y dudo que Sohyun o Taehyung regresen. Así que mejor te vas, ambos sabemos que detestas estar aquí.
Sus oscuros ojos se perdieron por un instante en el tazón con sobras de pollo frito.
Ya me lo imagino, contándole a Ji-Min que en vez de preocuparnos por el maldito gato, estábamos atiborrándonos de comida y alcohol como si fuese motivo de celebración.
—Tienes una opinión equivocada de mi, noona —mascuĺló, con la voz lejana—. Pero sólo quiero decirte que reconsideres las cosas con Jimin-hyung. No me desagradas así que te diré esto: termina con él, ustedes no tienen una sola cosa en común y están juntos por mera costumbre.
Quise aventarle la botella vacía, pero me contuve. Jeongguk se levantó y se despidió con una formalidad que en él encontraba extraña y me dejó sola.
No dije una sola palabra porque él tenía razón.
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grumpy suga ; myg ✓
Diversosuna historia corta y sosa sobre una chica que odia los animales y un gato antipático llamado suga.