Capítulo 12. Miedo al amor.

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Narra Niall.

Me le quedo mirando bastante sorprendido por su pregunta tan directa, pero él tan solo mantiene la seriedad de su cara, indicándome que la pregunta es seria y requiere una respuesta seria.

Suspiro mientras la miro dormir, tan mona, tan preciosa, con una pequeña sonrisa en sus rosados labios, la cual provoca que mis labios también se curven admirándola tan de cerca y en mis brazos.

--Quizás-admito en un susurro sin apartar la vista de ella.

--Cosa mala...-oigo que murmura él por lo bajo.

--¿Por qué?-pregunto confundido mirando a mi amigo, el cual ahora tiene un ceño fruncido de desaprobación en su cara.

--Niall...-dice en un suspiro-te enamoras mucho y muy rápidamente y... eso no estaría mal de no ser porque... bueno, por como es ella.

--Ya sé que no te cae bien, Liam, pero eso no tiene que ver con que yo pueda o no quererla-respondo algo molesto.

--No, no es porque me caiga mal, que también, pero... verás, por lo que nos ha dicho Martha, Ane es muy dura, y más en temas de amor, ella, que es su amiga y se pasa mucho tiempo con ella, ha visto como algunos de los chicos, que según ella están buenos, le han pedido salir y ella les ha rechazado, sin sentimientos, sin importarles si los chicos se quedaban llorando o la suplicaban. Ella parece no tener sentimientos Niall, y eso es todo lo contrario a ti-dice mirándome con algo de pena.

--¿Y qué? No me importa-respondo muy seguro, aunque al tiempo algo asustado de que si sigo insistiendo en salir con ella, al final ella me acabe por hacer verdadero daño, pero eso no se lo muestro a Liam, ya que la tiene un poco -bastante- asco.

--Bueno, yo solo te aviso, no quiero verte mal por ella, porque como te vea mal creo que será la primera chica con la que emplee palabrotas y tampoco me gustaría-admite algo divertido.

--Gracias por el aviso, Leeyum-respondo en el mismo tono.

Ella se remueve entre mis brazos, lo cual hace que me calle de golpe y la mire para ver como frunce el ceño amenazando con despertarse y que se sorprenda porque la esté llevando.

Liam también parece notarlo y también se calla, más porque yo me haya callado que por despertarla a ella, pero de igual manera lo hace, lanzándola una mirada de repulsión que hasta a mí me molesta.

--Creo que debería dejarla ya en casa-propongo acomodándola mejor en mis brazos.

--Está bien, ¿quieres que te espere?

--No hace falta, pero gracias Daddy.

--Adiós irlandés-responde con una sonrisa.

Se da media vuelta para irse a casa y yo suspiro antes de caminar hasta llegar a su puerta, sin saber con lo que me voy a encontrar, si con unos padres liberales y despreocupados a los que no les importa que su hija llegue en brazos de un desconocido, unos padres asustadizos que llamen a la policía porque un chico lleva a su hija en brazo, o unos de esos padres a los que les da igual todo y ni siquiera me den un gracias.

Llamo a la puerta como puedo y sin que ella se despierte. Al abrir la puerta aparece ante mis ojos la respuesta a que me haya rechazado tan rápidamente, pues veo a un chico de mi misma edad o quizás algo menor, de pelo y ojos castaños, vistiendo solo unos bóxers bastante infantiles y con aspecto de acabarse de levantar. O sea, que ella ya está saliendo con otro...

Me siento traicionado y ni siquiera sé porqué, ya que ella me ve solo como a un amigo y tal vez ni eso, pero ahora mismo voy a tener que dar la razón a Liam con que soy demasiado sensible, ya que me quiero echar a llorar.

I was stupid for letting you go... (SUBIDA LENTA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora