Te conocí en mis sueños [Jikook] Omegaverse

Mi bello y único lobo

Un lobo.

Un lobo blanco como el resplandor de la luna llena.

No era la primera vez que lo veía. No, siempre era lo mismo.

El lobo siempre aparecía frente a mí, en medio de un campo lleno de girasoles, nunca se acercaba más de lo debido, pero sentía que de una u otra manera me invitaba a acercarme, yo dudaba, pero cuando lo veía correr por el campo hacia los bosques, una angustia enorme crecía en mi pecho por perderle, así que echaba a correr detrás de él.

Mi cuerpo crujía y el cambio en mi cuerpo se hacía presente, el lobo blanco entraba en medio del bosque y de vez en cuando se detenía para verificar que estuviera cerca de él, pero siempre que intentaba acercarme más, el lobo echaba a correr y cuando estaba lo suficientemente alejado se transformaba en un muchacho.

Sé que me ve, puedo sentir su mirada sobre mí, sin embargo nunca le he llegado a ver la cara, su silueta sigue plasmada en mi mente como la primera vez que lo vi.

Sé que viene después.

Me acerco más para por fin ver sus facciones pero su silueta se esfuma y me quedo en medio del bosque.... solo.

Después de su perdida el vacío se hace presente en mi pecho y me recuerda que estoy completamente solo en medio de la nada.

Me despierto sobresaltado y con el corazón acelerado.

Llevo una mano a mi pecho y siento el latir desenfrenado de mi corazón.

Jungkook.

Ese nombre ha aparecido en mi cabeza desde hace tiempo, sin embargo no tiene cuerpo, ni cara. Sólo sé que cada vez que veo ese lobo, ese nombre aparece plasmado en mi mente.

Suspiró y mi mirada se desvía hacia mi ventana, a pesar de que el sol luce a todo su esplendor el vacío que siento no desaparece.

Me despabilo e intento sonreír, es un buen día.

Me levantó de la cama y no puedo evitar bostezar, lo que hace que mi vista se desvié al reloj que está sobre mi mesa de noche.

7:30 a.m

Genial, el único día que puedo levantarme tarde y lo arruinó levantándome tres horas antes de lo acordado.

Tranquilo, Jimin. Habrá más días para descansar. Intentó animarme.

Escuchó ruido en la planta baja y sonrió, mamá ya ha de estar despierta, madrugando como siempre.

Me dispongo a cambiarme de ropa, una vez listo, me dirijo al baño. Me lavó la cara y los dientes para después disponerme a bajar a desayunar.

Ni bien voy bajando las escaleras cuando mi mamá ya está llamándome.

— Te levantaste temprano. — me dice desde la cocina.

Mi mamá siempre ha sido buena percibiéndome, no importa donde estuviera, mi mamá podía olerme.

Siempre era un problema cuando quería salirme con la mía.

Caminé hacia la cocina y me encontré a mi mamá de espaldas a mí.

— Problemas técnicos. — dije restándole importancia con una mano.

Mi mamá se volvió a verme.

— ¿Lo volviste a ver?

— Sabes que eso ya es normal, mamá. Raro sería que de la nada dejara de aparecer.

Mi mamá asintió pensativa.

— Tienes razón. — se volvió para prestarle atención al omelett que estaba preparando pero después de varios segundos se volvió a verme con una expresión de incertidumbre en su cara. — No... no te has puesto a pensar que.. bueno tal vez, tenga que ver con tu pareja. Date cuenta de que ya tienes veintitrés años, Jimin. Y has tenido esos sueños desde que eras pequeño.