Entre la arbórea hosquedad de mi humilde hogar, encendí un fuego fatuo a la mitad de la sala. La ninfa y yo, sentados de frente, reflexionamos lo acontecido.
--Donde lo encontraste?
La seriedad al hablar de la mujer de piel pálida y con destellos violeta era entendible. Ninguno de los dos sabíamos a que clase de dios por poco estrellábamos en el suelo.
--En el claro lunar norte numero dos, fuera del territorio de los lobos.
--Que extraño...
La ninfa no se equivoco al decir eso, nada tenia sentido, viéramos por donde lo viéramos. Las zonas de cría siempre son en áreas oscuras, alejadas de todo ser vivo o sitio concurrido. Los dioses lobo en vez de abandonar a sus crías terminan adoptando a las de otras especies... tienen fama por eso. No había rastros de pisadas frescas cuando lo encontré, tampoco signo de su nacimiento. Además abrió los ojos hace un día, eso significa que al momento de su abandono ya tenia al menos una semana.
Los ojos oscuros de la ninfa brillaron con resolución.
--Que tal si es una manticora! Tal vez su mama lo dejó por ser demasiado pequeño.
Al principio parecía una deducción razonable. Pero no. Las manticoras también son pequeñas, como este ejemplar moteado, solo que no muy comunes. Además su cola no muestra similitudes con la de la mencionada especie. Incluso de bebes son distinguibles sus pinchos o aguijón de escorpión.
--No, no es una manticora.
Ambos nos sumimos nuevamente en la reflexión.
--Le preguntare a Garabus, el sabe mucho de especies raras.
--Garabus? Te refieres al dragón de la calamidad?
Me mostré escéptico, que clase de relación tendrían una ninfa y un dragón? Sobre todo el gruñón ermitaño destructor de bosques que dormitaba en un volcán.
--Si! Es... Bueno él...
El sonrojo de la ninfa me dio una pista de que clase de relación era. Pues bien, que mas da, cada quien sus gustos.
Entonces surgió en mi una mejor idea que estar perdiendo el tiempo tratando de descubrir la especie del cachorro. Tarde o temprano se sabrá de todos modos. Mi mirada se centro en la ninfa, una sonrisa macabra se dibujo en mi rostro.
--Oye, ninfa --disimule mi expresión previa --ya es tarde, puedes quedarte aquí si quieres.
Termine la frase con indiferencia. La sonrisa regreso a mis labios cuando ninfa cayó en la trampa.
--Muy bien, acepto --la fémina estiro los brazos y se puso de pie relajada.
Soy un genio, si ella se queda en mi casa... podre dormir! Mientras descanso ella puede cuidar al monstruo! Al fin! Reprimi las lágrimas de alegría mientras me acomodaba en el sillón, mulli mi almohada y entonces mis lágrimas se manifestaron llenas de dolor.
Cuando las ninfas reposan, se transforman en árboles y no existe manera de sacarlas de ese estado hasta que terminan la fotosíntesis. Literalmente ella duerme como tronco.
Miumiumiu! Miuuuuu! MIUUUUUU!!!
Bestia cruel! Solo quiero dormir!
.
.
.
Para cuando la ninfa desenredo sus blanquecinas ramas, yo estaba tumbado en el sillón en el estado mas lamentable: lagañas sellaban mis ojos enrojecidos y cansados, mis cabellos despeinados cubrían medio rostro demacrado, el otro estaba cubierto por el peludo cuerpo del dios bebé, los labios resecos de mi boca musitaron una suplica casi inaudible.
--Quitalo de mi cara...
Los brazos me dolían de tanto cansancio, necesitaba aunque fuera una hora, un par de horas de sueño seguidas.
--Por los ancestros! Estas asqueroso! --me arrebató con premura a la bestia y me miro con desagrado arrugando la fina nariz.
--Necesito descansar --exhale palabras de mi reseca garganta.
--Necesitas un baño! Ve a purificarte al lago!
Mientras ella restregaba al cachorro contra su rostro, salí empujado por la resignación. El lago cercano a mi casa tiene propiedades purificadoras y restauradoras, sólo puedo pensar en que quizá dentro de esas tibias aguas tenga un descansó... Un momento... Ella se quedo con el cachorro, puedo huir!
Sin pensarlo acelero el paso mirando de reojo a la ninfa parada frente a la entrada de mi casa, arrullando a la deidad y cantándole con su fascinante voz.
No se ha fijado en mi desvío, aprieto el paso, estoy trotando directo a mi libertad.
Miuuu!
Que mierda! Me descubrió!
Miuuuuu!
Mi corazón esta apunto de estallar, casi llego a la zona oscura, falta poco!
MIUUUUUUUU!
--Druida! Regresa! No se esta quieto!
Ignoro sus llamados desvaneciéndose por la lejanía.
Muimaaaa! Miuuu... Miuu
Me detengo en seco, creo que escuche mal. Esa cosa hablo?
--Te esta llamando!
La ninfa apenas podía retener a la criatura entre sus manos. El animalillo agitaba sus patitas delanteras como si intentara caminar en el aire, su aura divina comenzaba a manifestarse en un tenue halo luminoso.
Muimaaa miu miuuuuu muimaa!
Dijo druida! El cachorro dijo muima, no oí mal! Me esta llamando!
Comienzo a correr con lagrimas de alegría rebosantes. Extiendo mis brazos y llego mas rápido de lo que pensé.
--Cachorro!!!
Muimaaa!!!
El pequeño se suelta del agarre de la ninfa emocionada por lo conmovedor de nuestro reencuentro. El bebé brinca directo a mi cara y me orina...
Miuuuu~
La bestia suspira con alivio y después de empaparme media cara se acomoda sobre mi cabeza... A este cachorro sagrado le gusta descansar en mí como si fuera su maldito nido...
Muima...
Kyaa! Lo dijo otra vez!
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Criando a una bestia mítica ancestral
FantasíaSoy un druida no una niñera! Eso pensaba cierto druida de ochocientos años, el guardián del bosque mas antiguo sobre la faz de la tierra y uno de los cinco guardianes supremos. Sin embargo, ahora es el esclavo y padre adoptivo de un tierno cachorro...