En Que Momento - Chriserick (Primera Parte)

Capítulo 13

Divisé la poca luz que entraba por la ventana, me había quedado dormido. Miré la hora y eran cerca de las ocho.

Al abrir la puerta me encontré con Christopher sentado en el piso durmiendo, se veía bastante tierno. Me acerqué y me puse a su altura para despertarlo.

- Chris - moví un poco su cuerpo.

- Lo siento me quedé dormido - frotó sus ojos - perdón...por lo de hace rato.

- No te preocupes, solo que no vuelvas a insinuar esas cosas ¿si?

Asintió. Lo abracé tan fuerte queriendo no soltarlo nunca más.

- Nuestra primera discusión - dijo de pronto.

- Si - reí bajo - preparemos la cena, tengo hambre.

- Te quiero, los sabes ¿verdad?

- Claro que sí, yo también - atrapé sus labios en un beso tierno.

Preparamos una rica cena, nos sentamos a ver la televisión un rato para disfrutar un lindo y agradable momento de pareja.

Dejé la televisión para ir a la cocina a lavar lo que habíamos ensuciado. Mi vista sin autorización alguna se dirigía a Christopher, tan lindo, tierno, sencillo e infantil, era como un niño que tenía que estar al cuidado de una persona para no hacer tonterías, esa persona era yo.

Por un momento me perdí en mis pensamientos, eran tantas cosas que pasaban por mi mente, cosas que quería en un futuro con Chris, locuras, viajes, entre tantas aventuras más para los dos.

- ¡Hey! - sentí de pronto y me giré encontrando a Chris detrás de mi.

- ¿Si?

- Llevo casi un minuto hablándote y no me haces caso - cerró la llave del agua que seguía corriendo - ¿distraído? - besó mi cuello.

- Tengo que terminar aquí - me giré dándole la espalda.

- ¿No me vas a contar? - posicionó sus manos debajo de mi camisa.

- Chris...

- ¡Shhh! - apoyó su cabeza en mi hombro.

Al mismo tiempo que iba depositando besos en mi cuello, iba bajando el cierre de mis jeans hasta dejarlos en el suelo. Me los quité finalmente mientras él hacía lo mismo.

Me giró esta vez pidiendo que me agache un poco para que pueda dar embestidas en mi. Ya no era necesario esperar hasta que se me pase el dolor, ya que habíamos agarrado práctica.

Nos dirigimos al sofá para seguir lo que habíamos empezado, era una satisfacción que aún no lograba explicar, sentirlo en mi me encantaba. Por la intensidad y la desesperación, estábamos a punto de caer al suelo.

- Vamos a caer - dije con mi voz agitada.

- Tendremos que sentir la alfombra entonces - hizo que cayéramos al suelo.

- Ay! No no Chris - me quejé.

- Lo siento, lo siento bebé - dijo asustado.

Me reí un poco al ver su expresión - estoy bien, sigamos - lo llevé hasta mi.

- Eres un travieso - volvió a dar embestidas esta vez mucho más fuertes.

Así estuvimos por un rato hasta que ya no dimos más, fuimos a darnos un baño juntos, era extraño pero ya nos conocíamos relativamente todo.

Salimos del baño ya vestidos y me dirigí a ponerme mi perfume.

- Te quiero ¿lo sabes verdad? - me abrazó por la espalda.

- Mmm... no lo sé - me giré para quedar frente a frente.

- Pues sí, te quiero pendejo.

- También yo - hice una pequeña pausa - no me falles por favor - lo miré fijo.

- Eso no pasará - besó mi frente para dirigirnos a dormir.

Esperaba que todo desde hoy vaya bien, esta era nuestra última semana y quería que sea la mejor.