Me había dado cuenta, Que alguien se había sentado a mi lado, pero no podía ver ya que las heridas de mi rostro ardían cada vez más fuerte y no podía mirar a mis lados. Entonces seguí cantando esperando a que me aquella persona me dijera algo, creia que podia ser hatice, que la señorita Safiye la había enviado a buscarme, y se quedó sentada a escucharme.
Al terminar de cantar, La voz del amor parece sonar -Que hermosa melodia- Dijo el sultán mirandome el cabello sin poder ver mi rostro -Gracias su majestad- Dije mirando al suelo aun sentada- El sultán se recuesta sobre la pared del pasillo y me cuenta -Estaba muy mal pero tu canto logro calmarme- me di vuelta con todo mi dolor y lo mire, el solo miraba hacia adelante sin ver mi rostro, y le dije -Su majestad, puedo cantarle las veces que desee si eso lo calma- por un momento deje de sentir mi propio dolor, Ni siquiera se de donde habían salido aquellas palabras ni si de verdad sentía aquello o lo dije por obligación.
El sultán parecía haber estado llorando y eso me hacía perder esperanzas, Creí que si hasta el, el hombre con más poder en todo el harem, estaba mal, ¿entonces qué podíamos hacer las simples concubinas?
-Siempre estas en mi camino, para distraerme- Dijo el sultán aun sin mirarme. Yo simplemente no dije nada, creí que estaba enojado conmigo de repente por aquello que acababa de decir.
Un dolor punzante en mi pecho había hecho que yo me retorciera un poco y me quejara, recien ahi fue cuando el sultán se dio cuenta que estaba herida. -Naomi... ¡¿Qué sucede?! ¡Guardias! ¡un doctor!...- Escucho a lo lejos mientras me voy desvaneciendo mas y mas hasta quedar en un oscuro silencio.
Estoy muerta... pero sin embargo aun siento dolor y tengo estos pensamientos rondando por mi cabeza.
Al abrir los ojos me di cuenta que solo me había desmayado. Sentí algo de decepción ya que yo realmente quería estar muerta, pero desperté en una cama en una habitación que no había estado.
Me quejé un poco por el dolor pero mis heridas estaban vendadas, y no dolían tanto como antes. No había nadie a mi alrededor así que solo me recoste a cerrar los ojos y pensar en que había sucedido ya que no tenía todo claro. Cuando la puerta de aquella habitación se abre y el sultán entra.
Intente sentarme pero él hizo un gesto para que no me esfuerce. -¿Como estas Naomi? ¿Quien te hizo esto?- Me dijo con tristeza en sus ojos.
-No se quien fue... - Dije mirando al suelo- Fue por la espalda así que no pude ver su rostro-. El sultán me miraba comprensivo, no creí que él tuviera un lado tan amable. El se levantó y se fue, no volví a verlo hasta que me recupere por completo y volví al harem.
Apenas pude salir de ese cuarto, fui a visitar a Hatice que había pasado tiempo que no hablábamos y estuvimos charlando de muchas cosas. Al parecer Handan estuvo muy alegre estos últimos días, así que no me queda más que sospechar que fue ella quien hizo todo esto.
Se que se preguntaran porque yo no hago este tipo de cosas, y la verdad es que no lo sé, Creo que no sirvo para este tipo de maldades, yo sabré cuando es el momento preciso para atacar y se que ahora no lo es.
Luego de varias semanas, después de tanto tiempo, el sultán aceptó que vaya hatice a sus aposentos, por lo cual ella esta muy contenta y yo tambien lo estoy, creo. Sabia que Hatice querría que yo la ayude a prepararse para ir a los aposentos del sultán así que fui a buscar las cosas necesarias, como el maquillaje y las ropas. Mientras iba caminando por aquellos pasillos que tanto habia visto solo en sueños, Pensaba que me convendria mas ser la sirvienta de Hatice, ya que ella me cuidaría, porque no soy ni siquiera favorita. Me detuve un minuto a ver la fuente de agua, No era el camino que debía tomar pero tenía algo de sed y quería verme en el reflejo para no sentirme fea al ver a hatice tan hermosa y arreglada.
Luego de descansar un minuto, pensaba seguir mi camino hasta que escuche un ruido. Algo como un quejido de dolor. me escondí para ver qué sucedía, y logre ver a los soldados del sultán peleando contra un hombre, que uno a uno iba matando. Pensé en huir, ¿que haria yo contra un hombre que mató a 2 soldados? estaba asustada pero note otra persona, el sultán estaba allí y estaba por ser atacado por aquel hombre. Comenzaron a pelear y yo no sabía si volver corriendo al harem a avisar o intervenir, pense tambien que si intervenía podría causar problemas, así que solo me quede paralizada allí.
A lo lejos noto llegar a muchos soldados que vienen corriendo, Pero de un momento a otro aquel hombre que atacaba al sultán logró quitarle su espada y tirarlo al suelo. No lo pense mas y corri hacia el, sabia que los soldados no llegaban antes de que la espada de aquel atacante matase a nuestro sultán, así que intervine sin dudarlo más. Corrí con todas mis fuerzas y cuando el atacante levantó su espada, me puse delante del sultán y el me hirió en el estómago, cortandome la piel.Como obra del destino no logró cortar muy profundamente pero la sangre brotaba de todos modos en grandes cantidades. caí al suelo y llegaron los soldados quienes le cortaron la cabeza en un segundo mientras aquel hombre había quedado distraido y sorprendido por mi abrupta llegada.
Me dolía mucho y esta vez estaba más convencida que iba a morir, logre ver al sultán, quien me cargó en sus brazos y me llevo corriendo hacia la doctora, logre ver la puerta de aquel cuarto mientras mis ojos volvían a cerrarse esta vez con más fuerza. Esta vez no estuve mucho tiempo desmayada, Mientras la doctora intentaba sanar mi herida, yo gritaba del dolor, ya que estaba poniendome cosas que hacen que arda peor. Mire a mi lado, y allí estaba el sultán mehmed, mirando y caminando con desesperación.
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Diario de un palacio
NezařaditelnéMi diario de una pequeña fantasía personal hacia el harem otomano (No se nada de historia, Solo se lo básico y algunas cosas que lei, Es solo una historia que contare, que siento haberla vivido aunque se que no es así)