COQUETEO

Miguel vs Marco

Pos aquí con en sexto día :D
Nuestra grandiosa artista eeeeees YonaErio o AndreaSilvaCoronado las dos cuentas son suyas ;v

Aquí con la colaboración de -EternityKeycid fineizaguirre y yo merengues

Pasad y disfrutad esta cosilla ?)

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Si lo pensaba bien, ya llevaba unos diez o veinte minutos observando a Hiro dar vueltas alrededor de su laboratorio; no importaba lo que intentara hacer, simplemente el nipón no le hacia caso.

-Carajo Hiro, detente de una maldita vez- dijo harto el del parche-¿qué te trae así?

-No lo entiendes Kubo, soy un asco para la humanidad -Tomó sus desordenados cabellos sujetados en una coleta alta ,con un inmenso hastío -¿y se supone que soy un genio?

El antes mencionado rodó los ojos y suspiró, ahí vamos de nuevo.

-Aún no me has dicho que te trae así, ¿acaso de nuevo le hiciste una mejora a Baymax y eso te metió en problemas?

Ante ese comentario, Hiro paró abruptamente su pequeño ataque de nervios y le miró indignado, ¡eso solo pasó una vez!... quiza, y los asuntos legales fueron arreglados por Fred.

-No-Siseó, sentandose en su silla giratoria- ¡I'm shit -Rio histérico-¡This is stupid, i'm stupid!

Si, Hiro ya había perdido un tornillo.

-¡Ya se!-Kubo se acercó a paso seguro al otro que le miraba esperanzado-Toma un descanso-Sentenció.

-¡Gran idea!-Soltó ironico- Whatever, mejor dime como te va con el asunto de la universidad de música-Hiro se giró en su silla para prestarle mejor atención a su amigo- ¡Imagina!, tú tocando el Shamisen en una gran orquesta mientras figuras de papel revolotean alrededor.

Kubo sonrió apenado.

-Ah... sobre eso, mi abuelo no quiere que vaya a una universidad, dice que es un desperdicio de tiempo -ahora era el turno del de parche de deprimirse.

-Tu abuelo es un obtuso, no te preocupes, cambiará de opinión-Ánimo el Hamada.

-¿Tu crees?-Le siguió Kubo.

Ambos se vieron directo a los ojos.

-No...

Y ambos se hundieron en su depresión.

(...)

Cuando Leo San Juan llegó al laboratorio esa tarde, encontró la escena mas extraña de su vida, Kubo en un rincón del laboratorio hecho un ovillo, soltando pequeños sollozos y palabras en su idioma natal; y a Hiro azotando su cabeza contra el escritorio, como si de esa manera su cerebro se activará.

Ninguno de los dos notó su presencia, carraspeó, los asiáticos lo vieron por unos segundos y siguieron con lo suyo.

Leo harto de esto, dió un pisotón al suelo que los asustó, pero parecía que ambos iban a seguir ignorandolo, ¡Putos!; rodó los ojos, primero se acercó a Kubo, lo cargo como costal de papas, e hizo lo mismo con Hiro, cada uno en sus hombros, maldita fuerza mexicana.