Le sorprendió que hubiese una luz encendida en el salón.
Se acercó y Ella levantó la mirada.
-Ha vuelto muy temprano. Perdone. Estaba leyendo este libro, como no puede sacarse de la biblioteca...
El libro no podía sacarse porque era enorme. Encuadernado en cuero era una historia ilustrada de la Guerra de las Dos Rosas.
-Sabes que puedes utilizar todo esto cuanto quieras.
-No he ido a trabajar. He pedido unos días libres. Me gustaría dejarlo pero necesito trabajar.
-Tu ex marido era un idiota. Y dejar a una omega solo por no poder darle hijos... y dejarte además sin nada.
-Eso es pasado. Pero este trabajo es duro. Difícil. Y ya empiezo a cansarme de ver determinadas cosas.
-¿Tan duro es trabajar como ayudante de cocina en un club de alfas?
-Dios mío, Stewart .
-Ella...
-No soy ayudante de cocina, soy puta.
Stewart se sentó con dificultad frente a ella.
-Ella...
-Nadie quería trabajar con una divorciada ni casarse con una estéril.
-Dios santo, Ella...
-No quiero que mi madre lo sepa pero a ti... a ti no puedo mentirte más. Me gusta venir, conversar contigo... siento que te estafo cuando me tratas con tanto cariño y yo te estoy engañando...
La mente de Stewart no estaba funcionando correctamente. Se estaba llenando de imágenes de Ella con otros alfas encima, tomándola...
Y una rabia le inundó.
-¿Te sientes bien?
-No harás eso. No harás más eso -acertó a decir. Le costaba hablar cuando estaba nervioso.
-Stewart...
-Tú no puedes hacer eso.
-Stewart, yo necesito trabajar.
-No ahí. No así. Te vendrás aquí. Trabajarás aquí.
-Mi ex marido era socio tuyo.
-Ya no hablo con ninguno de esos falsos, de esos... víboras que cuando enfermé se aprovecharon de mí.
-¿Por qué volviste temprano del baile?
Stewart le miró a los ojos.
-Porque me miraban con lástima. O aún peor. Como a una presa. Mujeres viudas o solteras se acercaban moviendo sus abanicos como si pudiera resultarles atractivo. Y lo hacen porque creen que voy a morirme. Y no voy a hacerlo.
Ella se levantó y se sentó en sus rodillas.
-Idiotas sin sentido... Gente sin sesos... tú eres un hombre atractivo. Lo eras antes y lo has sido siempre. Por eso vengo tanto. Mi madre la mitad de las veces está de viaje.
-No podías venir sólo por mí.
-Venía sólo por ti. Para hablar contigo. Estar contigo. Deja que la gente piense y diga cuantas estupideces les pasen por la cabeza. Tú sabes la verdad. Podrás recuperar tu lugar y una buena esposa.
-No... no pienso en eso ahora.
Ella acercó su rostro.
Y le besó.
Fue extraño. No besaba desde antes de la apoplejía. Ella le besaba y le ayudaba porque parte de sus labios no se movían.
Pero su lengua sí.
Y el tacto contra la de Ella...
-No tienes que hacer esto. Besar a un inválido.
-Beso a un hombre que me atrae, por primera vez en mucho tiempo. Y te demuestro que sigues siendo un alfa con toda tu equipación. Cumplo mi sueño de tenerte así, de juntar nuestros deseos... se que solo soy una prostituta, pero yo también tengo deseos y sentimientos y me gustas demasiado.
Stewart cerró los ojos.
Ella me volvió a besar y le desabrochó los pantalones.
Entonces se levantó el vestido. Le saco el miembro y apartó las enaguas.
Stewart estaba erecto.
Y de repente, estaba de nuevo dentro de una mujer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Emma Watson como Ella
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
