La puerta del sótano es abierta, dejando a la mexicana ver la luz nuevamente.
La silueta del hombre se queda inmóvil, observándola, dándole a la chica la oportunidad de hablar.
—Antonio, aquí abajo hace frio y está muy oscuro. —murmura ella.
Tiene los ojos rojos por culpa de llorar tres días seguidos. No entiende lo que sucede, no entiende porque él le hace eso.
—Es raro que me llames por mi nombre aun sabiendo que soy tu hermano ¿sabes? —le dice con severidad, pero sin borrar en ningún momento la sonrisa de su rostro— ¿Por qué de pronto dejaste llamarme así? —añade bajando las escaleras de una vez por todas.
—¿D-de que estas hablando, España? —cuestiona la chica asustada intentando retroceder, pero es imposible, está atada— ¿Por qué haces esto?
El se sienta frente a ella y la mira como si estuviera presenciando una pieza de arte del Louvre.
—Perdón. —le dice— No puedo traerte arriba hasta que todos se olviden de este complicado asunto. Tengo que ser cuidadoso porque ellos no entenderían lo que siento y por lo que pase.
—No digas cosas tan crueles. Por favor. —ruega ella con un nudo en la garganta.
—¿Crueles? ¡No! ¡Para nada! —exclama de algún modo divertido por la suposición, como si se tratase de una broma.
—No me hagas daño... —solloza la chica cerrando los ojos cuando él se dirige a acariciar su cabello— No le hagas daño a nadie...
—¿Por qué le haría daño a alguien? ¿Por qué te haría daño a ti? —pregunta extrañado— Jaja, Nueva España, qué cosas dices. Eres mi hermanita, jamás te haría daño.
Le revuelve el cabello. México levanta la mirada.
—¿Por qué me llamas así? —cuestiona enteramente confundida, ya que, entre todas las cosas, eso era lo que menos podía entender.
Porque usaba ese nombre.
—Creí que lo habíamos hablado muchas veces, se que al principio será difícil pero después te acostumbraras ¿sabes?
—¡¿A qué? ¡¿De qué hablas?! —reclama ahogada en la desesperación de no entender.
—A tu nuevo nombre. —explica con tranquilidad— Tenochtitlan era bonito, pero ahora te llamas Nueva España ¿vale? ¡Es muy lindo!
—¿De que estas hablando...? —pregunta ella nuevamente con un hilo de voz. Le miraba aterrada.
—Las cosas van a cambiar ¡pero eso no es algo malo! Estoy contigo y ahora soy tu hermano mayor. Ya veras que te va a encantar. —dice él tomando sus manos.
Y ella se enfurece.
—Antonio, cállate. No sabes lo que estás diciendo. —dice, pero casi en un susurro.
—Cuando te enfermes, no estarás sola porque yo cuidare de ti; te haré el desayuno, dormiremos la siesta juntos. ¡Te vas a divertir mucho!
No sabe lo que dice. La ignora.
—Antonio, escúchame. —insiste.
—Solo tú y yo.
—Llama a la policía. Esto no está bien.
Ahora el hombre lloraba con una sonrisa en el rostro mientras sujetaba las manos de la chica con fuerza.
—Todo volverá a ser como antes... Ya lo veras. —dice finalmente entre sollozos dejando caer su cabeza sobre el pecho de la chica— Ya lo veras...
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"Todo será como antes" [SpaMex] 𝙃𝙚𝙩𝙖𝙡𝙞𝙖
FanficEspaña extraña cuidar de México. Extraña su inocencia y sus infantiles actitudes. No está satisfecho cuando Guadalupe simplemente le saluda y le sonríe en las reuniones mundiales. No soporta las noches sin dormir a su lado. Nunca lo hizo. Por más de...