Cap 2 Mirada de Angel.
- Buenas noches, Señor! -saludó un elfo doméstico a su amo; un hombre alto de cabello negro azabache y ojos de un color verde brillante.
- Buenas noches, Dobby! -respondió el hombre mientras terminaba de salir de la chimenea y se sacudía la ceniza de su elegante túnica azul marino.
- El señor va a cenar? -preguntó el elfo al tiempo en que tronaba los dedos para hacer desaparecer la ceniza de la túnica de su amo y de la alfombra de la sala.
- No, gracias. Cene en la oficina! -contesto el hombre- Ya llegó la señora?
- Si señor. Esta en su recamara, descansando -respondió el elfo.
- Bien, voy a verla -dijo el ojiverde, saliendo de la enorme sala, se detuvo un momento y mirando su reloj, agregó- Ya es tarde, Dobby. Tú y Winky deberían ir a descansar!
- Lo haremos, si Harry Potter no nos necesita! -dijo Dobby.
- No Dobby, ya no te necesito. Hasta mañana!
- Hasta mañana, señor! -se despidió Dobby; de pronto desapareció.
Harry subió unas enormes escaleras curvas de mármol, llegó a un pasillo ancho en donde había varias puertas. Se dirigió a la que estaba hasta el fondo. La abrió con cautela, se asomó y… ahí estaba su esposa. Dormía placidamente sobre una gran cama con sabanas de seda roja y con varias almohadas, alrededor.
Harry caminó hacía la cama, se paró enfrente de ella y se detuvo a contemplar a su mujer por unos segundos.
Le gustaba verla dormir, observar con detalle la belleza de aquella mujer; su hermoso cabello rojo, su bello rostro, su respiración: tranquila, profunda; su pecho moviéndose lentamente al compás de su respiración y ese cuerpo que le robaba el aliento, sin contar esos pies pequeños y blancos y esas manos suaves, delicadas.
Harry se acercó hacía un lado de la cama, se subió cuidadosamente a ella, tratando de no hacer mucho movimiento para no despertar a su esposa. Se acercó a su mujer y comenzó a acariciarle con ternura la larga cabellera de fuego. La pelirroja comenzó a despertar lentamente y sin despabilarse bien, preguntó:
- Como te fue?
- Bien! -respondió Harry, besando a su mujer en la frente- y a ti? Como estuvo tu día?
Ginny, un poco más despierta y estirándose con pereza, dijo:
- Pues… fue un día agitado. Como todos!
- Y los muchachos? -preguntó Harry, metiéndose en la cama con todo y ropa y abrazando a Ginny.
- Fueron al café -respondió Ginny, acurrucándose en los brazos de Harry- Al parecer van a llegar tarde.
- Eso quiere decir que… estamos solos en casa -dijo Harry mientras besaba el hombro desnudo de Ginny.
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Del Odio al Amor
RomanceDos antiguas familias, un odio heredado, una guerra sin tregua....un amor prohibido. Despues de la guerra magica y de la derrota de Voldemort, Harry, Ron y Draco rehacen sus vidas, aunque la rivalidad entre los Weasley y los Malfoy no desaparece de...