—Creo que es momento de que nos alejemos — añadió el mayor, dándole la espalda a Jackson Wang, su actual ex novio.
— ¡No! —exclamó el chino con desesperación— por favor, volvamos a intentarlo. ¿Hice algo mal? —Jaebum giró su rostro para enfrentar los aguados ojos de Wang. Negó con su cabeza, sin embargo, el intento por mantener el contacto visual no resultó con éxito.
Le dolía ver al extranjero llorar, más por su descuido, no obstante, sería un egoísta dejar que este siguiera sufriendo. Era su culpa que la luz de Jackson se estuviera apagando como una flama bajo la intensa lluvia.
— Lo siento— susurró con la voz entre cortada. Pasó por su lado, ignorando aquella mirada suplicante llena de miedo.
Tomó su chaqueta y se marchó, haciendo oídos sordos a las suplicas del otro chico. Ese fue el primer paso para jamás volver....
La falta de tiempo y su trabajo como compositor en la industria de Corea del Sur fueron las excusas perfectas para romper aquel corazón.
Aún le dolía darse cuenta de que él era el único responsable de aquella ruptura. Si bien, aún no se cumplían dos años de que ambos chicos tomaron caminos diferentes, Jaebum aún sentía la ausencia del chino.
Fue un imbécil y eso lo tenía más que claro. El amor, que Wang le profesada era único y genuino, quizás solo comparable con el afecto y apoyo de su madre,sobre todo cuando este le confesó que les atraían los chicos a sus cortos dieciséis años. Se sentía mal y culpable por no gustar del género opuesto, pero su progenitora le aclaró que nadie mandaba en el corazón y que este daba vuelcos inesperados.
Cuando conoció a Jackson se dio cuenta que era totalmente, diferente a él. Su personalidad espontánea y brillante hacían del extranjero un ser único. Todas aquellas imperfecciones que alguna vez Jaebum notó en él se convirtieron en sus puntos débiles. Cada caricia que el chino le daba hacía su piel erizar, arder y su corazón latir con desespero.
Si no hubiera sido un idiota, estaría con Jackson, pero dio prioridad a otras cosas, que en su momento eran más importantes que el bienestar y la felicidad del menor. Gracias a esto aparecieron las continuas peleas, el desprecio y el aburrimiento. El estar con el extranjero era como una rutina agobiante; el levantarse y acostarse enojados cada día y noche no era un concepto de pareja,menos algo sano para ambos. Jaebum llegó al extremo de que cada acción del otro lo irritaba, aunque fuera lo más mínimo. Recordaba bien su última pelea, esta se debió a uno de sus libros que Jackson había sacado y no lo dejó donde se encontraba; la furia del mayor fue superior y terminó gritándole muchas cosas sin sentido. Lo mejor era separarse y no arrastrar a Wang a un precipicio sin salida, donde el más perjudicado y herido sería él.
Mentiría si no reconociera que cada vez que se miraba al espejo la culpa y arrepentimiento aparecían en su rostro. Desde ese entonces se cerró a tener una relación, quizás él no había nacido para eso.
Se dedicó a trabajar cada vez más duro y así conseguir el merecido reconocimiento, que tanto sus padres como Park JinYoung, su mejor amigo, decían que merecía. Lo logró, pero aún así, se sentía vacío.
Su vida era componer canciones para muchos artistas mientras fumaba y bebía lo que encontraba en algún estante de la cocina. No salía, solo recibía las llamadas o visitas de JinYoung, pero ya casi no tenía una vida fuera de su apartamento. Hasta hoy, que Park lo invitó o mejor dicho casi obligó, a beber un par de copas en un bar cercano a Seúl.
Y ahí se encontraba sentado con su amigo en una pequeña mesa para dos. Aunque le diera la espalda a gran parte de la pista de baile, se sentía algo incómodo por el ir y venir de la multitud. No tener una vida social tan activa le estaba jugando una mala pasada y a sus cortos veinticinco años.
— ¿No crees que está muy lleno? — Dijo Im con el ceño algo fruncido. Park comenzó a reírse, achinando más los ojos y haciendo que se formarán pequeñas líneas de expresión debajo de estos.
— ¿Qué está pasando contigo? ¿te volviste un anciano? — seguía carcajeando mientras se tapaba la boca para no mostrar sus dientes. Jaebeom lanzó una mirada acusadora, pero se sentía bien ver sonreír al idiota que tenía al frente.
— Creo que soy una especie de oso, pero en vez de hibernar en una cueva lo hago en mi departamento — tomó la botella de cerveza que tenía al frente y se la llevó a los labios. Dio un gran sorbo y la volvió a dejar en el mismo lugar sin quitar la vista de encima. Pensativo y recordando, que ese era el alcohol preferido de Jackson, además cada vez que lo bebía el aroma proveniente de su aliento no era fuerte, por una extraña razón, se tornaba dulce y agradable. Lo sentía en los besos que el chino le daba luego de terminar tumbados en la cama acariciándose hasta perder la cordura.
Negó con la cabeza ¿por qué no podía sacar a Wang de sus pensamientos? Ya serían dos años sin él, pero seguía añorándolo.
— Jaebum...—la voz de JinYoung lo sacó de su transe, trayéndolo nuevamente, a la triste realidad.
—Lo siento, yo...—Jaebum guardó silencio cuando notó el extraño gesto del menor,su cara estaba pálida. Este le hizo una seña con su cabeza para que se girara a ver lo que tenía tan intrigado al pelinegro. Cuando giró su rostro, mirando por sobre su hombro, su corazón se congeló y sentía dificultad hasta para respirar.
Ahí estaba Jackson sentado con tres chicos, riendo, se veía feliz feliz. No como él, que se sentía un miserable. Surisa era genuina, pura. Aunque estuviera la música fuerte, Jaebum estaba seguro que podía escuchar las carcajadas a través de esta o era su costumbre, luego de tantos años. Se podía ver a leguas que la estaba pasando bien junto al resto en esa mesa.
Hasta que de un momento a otro apreció como el chino abrazó por la cintura al chico que tenía a su lado, era de contextura delgada por lo que podía apreciar;de cabello rubio peinado hacía atrás; piel pálida; se veía guapo a pesar de la distancia, aunque no tanto como Jackson, eso Jaebum lo podía afirmar. El chino estaba haciendo un puchero, que hizo carcajear al otro muchacho y de la nada se besaron. Jaebum no podía despegar su vista, se sentía como un maldito masoquista, su pecho dolía más de lo que imaginó. Volvió la mirada a JinYoung y pudo ver la lástima en sus ojos. Odiaba que lo mirasen así, como si se tratara de un estúpido inválido. Él sabía que aún no podía superar a Jackson, lo conocía bien, era su amigo. Sentía su dolor.
— Es mejor irnos, Jae — dijo este, pero el mayor negó con la cabeza.
— Estoy bien — bajó la vista y apretó la botella transformando el color de sus nudillos en un tono blanquecino. — Saldré a tomar un poco de aire — Se levantó sin esperar respuesta del otro muchacho. Tomó su chaqueta y pasó por entre la multitud hasta que logró salir y abrir la puerta. La fría corriente de aire azotó su rostro, pero no le importó; necesitaba respirar.
Caminó solo unos metros y se dejó caer en la vereda. Sacó de su bolsillo un cigarro y lo afirmó con sus labios, mientras con el ceño fruncido buscaba el encendedor en su chaqueta. Al parecer no lo tenía, maldijo. Se sentía débil y estúpido. Quitó el cigarro de su boca y lo observó con detención, comenzó a apretarlo con furia; quería llorar, sentía su vista nublada.
—Pensé que habías dejado ese mal hábito — una voz a sus espaldas lo hizo saltar del susto. Estaba muy concentrado, que su guardia estaba completamente baja.Giró su rostro y lo vio, Wang estaba sentándose a su lado — ¿no te molesta? —Jaebum estaba petrificado y no era por el frío.
Cuando pudo reaccionar negó con la cabeza y volvió a bajar su rostro. Sentía que no podía mirarlo, si lo hacía quizás podía cometer alguna locura o decir algo de lo cual pudiera arrepentirse.
El olor del perfume de Jackson llegó a sus fosas nasales; sí, era su olor tan familiar, cerró los ojos como si así pudiera resguardarlo en su cuerpo y en su nariz para siempre — ¿cómo estás? — volvió a interrumpir el menor, buscando que alguna palabra saliera de la boca de Im.
—Bien — y no dijo nada más. Ambos podían sentir la incomodidad de estar tan cerca luego de tanto tiempo.
El chino se cuestionó el haber corrido detrás de Jaebum luego de verlo salir del bar. Jamás pensó encontrarlo, menos ahí. Quizás debía volver con sus amigos, notaba el fastidio del mayor, cuando decidió levantarse, la mano del mayor lo hizo retroceder y volver a sentarse. Lo soltó de manera inmediata como si su piel se quemara con tan solo tocarlo.
—Lo siento— dijo Im — no te vayas — y por primera vez miró de manera directa a los ojos cafés del chino. Ambos se observaron por un par de segundos, los que parecieron ser una eternidad — ¿Cómo te encuentras tú? — añadió el coreano.Intentaba relajar la situación.
—Estoy bien — sonrió Wang, haciendo que el corazón de Jaebum comenzara a latir de apoco, derritiendo así la fría capa de hielo. — Sigo trabajando con mi padre en la escuela de esgrima. Hoy es mi noche libre, necesitaba salir —una risa algo nerviosa brotó de sus labios y JB la encontró la más tierna que había visto.
—Me alegra que sigas haciendo lo que te apasiona y junto a tus padres — por primera vez sonrió. Jackson sintió un leve calor brotar desde sus entrañas.Ahora que tenía a la vista a Jaebum, notó que su piel estaba un poco más pálida de lo normal y se veía delgado, pero seguía siendo tan atractivo como cuando estaban juntos. No obstante, no podía no preocuparse por el estado del coreano.
— Jaebumie, yo...— sentía un nudo gigante en su garganta. Quería aclarar tantas cosas.Estaba seguro que también lo había visto besando a Mark y por esa razón, había salido de esa manera del recinto.
— ¿Ese chico al que besaste en el bar, es tu novio? — lo miró esperando alguna respuesta. En su interior deseaba que fuera un no. Jackson abrió los ojos como si Im le hubiera leído la mente.
— Sí...— débilmente susurró. Jaebum sintió esa respuesta como si una gran roca cayera sobre su cabeza. ¿Tan rápido lo había superado Jackson? ¿por qué él no podía hacer lo mismo? — se llama Mark Tuan. Es un buen chico y muy atento —agregó— No llevamos tanto tiempo juntos solo un par de meses— Jaebum apartó la vista de Jackson para fijarla en la vereda de al frente. Con sus brazos cubrió sus rodillas, se sentía un idiota ahora más que antes. Estaba celoso, pero esto no hubiera pasado si él no hubiera alejado a Wang primero. Fue su culpa romperle el corazón, quizás era una especie de karma con el que debía lidiar toda su vida.
— Me alegro que tengas a alguien que te haga feliz — se sentía un mentiroso — mereces lo mejor — y fue ahí que su corazón se rompió. Ese hombre afortunado no era él,era ese tal Mark Tuan. Sin conocerlo, ya lo odiaba. Es que tenía la fortuna de despertar junto a Jackson, sentir sus labios, su amor, su calor. Cerró los ojos, estos se volvieron a aguar, pero falló en ocultar sus lágrimas. Estas rodaron por sus mejillas. Rápidamente, intentó secarlas con la manga de su chaqueta para que Wang no viera su debilidad, cosa que fue inútil.
—Jaebumie...—intentó tocar su brazo, pero este lo apartó. No quería que lo tocara, que se impregnara con su esencia, que su lado más oscuro se apoderara de la luz de Wang.
—Lo siento tanto...— se puso la capucha de la sudadera ocultando su rostro y las lágrimas que no cesaban— fui un idiota, te hice daño. Si no fuera por mi culpa tú estarías a mi lado...—y todo el dolor que lo estaba asechando hace años salió de su boca como si se tratase de vómito verbal. Él aún amaba a Jackson, para él siempre sería su único gran amor. Él que le mostró lo que era la bondad y el cariño. — Por favor, vete...—suplicó. Y se quedó en la misma posición, llorando con la intensidad de un niño que pierde a su madre por unos segundos en algún centro comercial.
No obstante, Jackson no se fue de su lado.
Con dificultad el extranjero tomó el rostro de Jaebum para que lo mirase a los ojos. Nunca lo había visto en ese estado. A Wang siempre le decían que era una persona muy sentimental, que lloraba con facilidad, pero Im no era así. Intentaba mantener una fachada de chico fuerte como si se tratase de una fuerte barrera de concreto. Nunca se quebraba menos en frente de algún conocido, ni siquiera con Jackson.
Cuando al fin logró aquel anhelado contacto visual, sintió su pecho doler.Jamás pensó que JB aún seguía sufriendo por haberlo perdido. Y sin pensarlo,sabiendo que estaba mal, besó delicadamente los labios del mayor. Sabía que tanto Jaebum como él necesitaban de esa caricia. Este fue corto, sin malicia,solo un beso lleno de sentimientos mezclados. Ambos sintieron el calor nacer desde sus entrañas y el corazón latiendo a mil. El mayor volvió a la realidad y vio que Jackson seguía con los ojos cerrados mordiéndose el labio inferior y notó que pequeñas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos. Suspiró.
Esto que habían hecho no estaba bien, claro que no lo estaba. Wang ya tenía una vida feliz con sus amigos y con Mark, él no podía entrometerse.
Tomó la mano de Jackson, que aún se encontraba en su cara y por alguna razón hizo su cuerpo arder, pero no era el momento, ni la situación adecuada.
—Jackson...—susurró como si intentara despertarlo de su sueño, así como lo había hecho tantas veces cuando terminaban exhaustos luego de amarse. Este le miró con cara de cachorro abandonado, pero JB sabía que no podía caer, no debía dejar que el chino cometiera alguna locura.Nada le aseguraba que no le volviera a romper el corazón. —Debes volver con Mark y tus amigos, ¿sí? — el castaño negó con la mirada desesperada.
—No quiero...— y apretó su frente contra la de Jaebum. —Por favor, no me vuelvas a dejar así. No otra vez...— Y se ocultó entre los brazos del mayor, buscando consuelo y calor. Era como un bebé buscando el cariño materno. Jaebum apoyó su mejilla izquierda sobre la cabeza del menor.
—Debes volver — volvió a recalcar— nada asegura que no vuelva a ser tan idiota —tragó con dificultad— además, ahora estás con Mark —le dolió decir eso — y él te ama.
— Jaebumie...— nuevamente, se estaban mirando y el mayor podía sentir esa intensidad— ¿Me odias? — Jaebum abrió los ojos ante esa pregunta. Jamás esperó que le hiciera una interrogante de ese tipo, pero no, jamás podría odiar a Jackson. Lo amaba, pero lo había perdido por idiota. Aunque estuviera ahí rogándole para que se quedara con él.
—No — recalcó el mayor. —Solo quiero que regreses y seas feliz.
— Solo lo fui contigo — agregó el menor, dejando atónito, al contrario. En esas ocasiones podía notar con mayor facilidad, que Jackson no poseía rencor en su corazón. Él jamás podría odiar a alguien. Era puro.
—Regresa...—lo tomó del rostro y lo besó, nuevamente. Jackson puso sus manos en el pecho de JB y puedo sentir su fuerte latir. Este al parecer era otra despedida. Sin embargo, algo le indicaba que este no era el final; a pesar de todo ambos estaban destinados a estar juntos, pero sería el destino, que los volvería a unir cuando ambos tuvieran sus corazones sin heridas. Cuando Jaebum se haya perdonado así mismo.
Se separó de Jaebum y puso su mano en la cara de este. Con el pulgar acarició su frente, sus ojos, pasando por aquellos dos lunares que se encontraban sobre su ojo izquierdo y que lo volvían loco; luego, su nariz y sus pequeños labios rosados. Cuando se levantó, observó a JB con miedo, no quería alejarse nuevamente de él, pero el mayor tenía razón, Mark ya era parte de su vida, no podía destruirlo, él no era así. Así que volvió rumbo al bar donde se encontraban los demás.
Jaebum no le quitó la vista de encima, le dolía dejarlo ir otra vez. Sinembargo, era lo correcto.
Sacó su celular de la chaqueta y le envío un mensaje a JinYoung, informando que se iría a casa. Volvió su vista hacia la dirección de Jackson y este ya no estaba. Suspiró con tristeza.
—Se muy feliz Wang Jia Er—susurró. Quizás esta no era una despedida, sino un hasta luego.
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¡Hola! :)
He aparecido después de muchos meses.
Muchas gracias por darse el tiempo de leer esta pequeña historia y espero haya sido de su agrado.
Espero regresar luego, tengo varios proyectos en mente, tanto Jackbum/Jaeson como Bnior/JJ Project. Sin embargo, el tiempo me juega un poco en contra debido a mi trabajo.
De corazón, vuelvo a agradecer por darle una oportunidad a este pequeño One-shot.
Cariños a todos :3 .
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Sorry [Jaeson/Jackbum]
Short StoryA veces se cometen errores, pero no siempre somos capaces de reconocerlos. [Jackbum/Jaeson] Una pequeña mención al ship Markson para el desarrollo de la historia.