El principio del fin.

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Nueve y media de la mañana.

No podían haber elegido un peor día para Carla.

Se había levantado temprano para llegar a tiempo(algo que de verdad la costaba, ya que es la persona más tardona del mundo) y para colmo sus amigas aún no habían llegando. Llevaba más de media hora esperándolas y ya se había mordido todas las uñas, o lo que quedaba de ellas. Toda esta espera le habría cabreado más de no ser porque a su izquierda estaba Liam, sí, Liam, el típico guaperas de instituto que vuelve a todas las

chicas locas. Carla aún no comprendía por qué a ella también, la sacaba de sus casillas aquel chico.

Un fuerte achuchón le sacó de sus pensamientos.

Narrado por Carla.

-Eh, Carla, cariño, ¡despierta!- gritó Almudenada aún sin dejar de abrazarme.

-¿Qué despierte, imbécil?¿En serio?- intenté escabullirme de sus brazos- ¿dónde os habíais metido joder?- reproché.

-Tranquila fiera, el autobús tiene toda la culpa.. Claro, como tú vienes todos los días con tu guapísimo hermano en su moto-me dijo Leyre a la vez que se sonrojaba.

-Bueno, ya está bien, ¿veis todos esos carteles no? Pues tenemos que ponernos manos a la obra si queremos ganar esa beca, ¿os imagináis estudiando en París por un año entero? Seguro que no, y como sigamos así va a ser totalmente imposible- grité.

-Vale, vale, está bien, vayamos por el material- me tranquilizó Cris.

*********

Una hora después nos encontrábamos aún en el gimnasio del instituto, rodeadas de grupos haciendo lo mismo que nosotras. Explico en que consiste el concurso. El año pasado mandaron 10 becas para estudiar fuera del país y el instituto decidió que no podían elegir así como así, por lo que se les ocurrió la idea de crear un concurso de grupos, cada grupo integrado por 5 personas, donde teníamos que mostrar en un cartel el país elegido para estudiar. El primer y segundo cartel más original viajaría a ese lugar. Sólo había un problema, mi grupo había elegido París, por lo que teníamos más posibilidades si París sólo lo representábamos nosotras. Ahí viene el problema, mi hermano Robert y sus estúpidos amigos, entre ellos Liam, también habían elegido París. Juro que no soportaba a aquella panda de cuerpos sin cerebro.

-Carla, estás ausente, ¿te pasa algo?- me preguntó que Cris, que era la más atenta.

-Eh.. no, nada, sólo estoy cansada ya- respondí.

-Venga ya nena, ¿crees que somos tontas? Si no le quitas la vista de encima a Liam- tuvo que hablar Carmen, que me conocía como ninguna.

-Ajá, es cierto eh, yo también me he fijado, si te gusta díselo y punto, rubia- este es Javi, mi mejor amigo.

-No me gusta y no me llames rubia, ¿cuántas veces te lo tengo que decir?-bufé haciéndome la enfadada.

-¿El qué, lo de rubia o lo de que te gusta?-Javi me guiñó el ojo.

-Ambas cosas imbécil, no me gusta y no me llames rubia.

Hubo carcajadas por parte de todo el grupo, excepto de Almudena, que se encontraba ausente.

¿Qué le pasa a esta ahora?

******

-Bueno, recojamos todo esto que hemos quedado con Susan en la biblioteca, ¿recuerdan?-Dije sonriendo.

Sí, sonriendo, no soy una borde aunque todo el mundo lo diga. Me hace ilusión volver a ver a Susan, aunque sea a través de una pantalla. Ella era una de nuestras amigas, no malinterpreten, lo sigue siendo, sólo que se mudó a argentina por trabajo de sus padres y aunque me cueste decirlo, la echo se menos, todos la echamos de menos.

Llegué a mi taquilla y cuando la abrí, un papel cayó de ella hasta mis pies, lo abrí y leí.

*Hola preciosa, recuerda que habíamos quedado donde tú ya sabes. FD: LL*

¿LL?¿Preciosa?¿Quedar?¿Qué está pasando?Estoy totalmente confusa, no conocía a ningún LL y de conocerlo no dejaría que me llamase preciosa.

Corrí al gimnasio y conté lo sudecido, todos me miran a mí, extrañados, digo que me miraban a mí excepto Carmen y Almudena, que se miraban entre ellas con una mirada cómplice. ¿Qué estarían tramando?

Amor y otras mentiras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora