~3

19 3 0
                                    

-Maldita sea, creo que ya no tengo trasero

Andy y Pame habían tenido un viaje realmente exhausto, habían pasado más de 10 horas sentadas en los asientos del avión y ahora parecía que en cualquier momento las piernas les dejarían de funcionar.

-Deja de maldecir en otro país que no sea el tuyo- le decía Pame quien se limitaba a buscar algún cartel que dijera sus nombres o algo que dijera el nombre de la compañía.

-¿Qué a ti no te duele?- La mencionada se limitaba a sobarse su respectiva retaguardia, no había dormido casi nada, en cambio, se la pasó creando un documento tras otro en su laptop llenos de letras para nuevas canciones.

Pame no contestó tenía la cabeza en alto y utilizando la altura que poseía comenzaba a buscar por todas partes algún indicio de que alguien estuviera ahí esperándolas. Buscó con la mirada por tanta gente pero no encontró nada, en Corea todo era muy diferente a su país.

-No te puedo ayudar, dejé mis lentes en la maleta- le decía Andrea mientras se colocaba sus audífonos y ponía play a su lista aleatoria.

De repente escucharon una ola de gritos desenfrenados venir por una salida del aeropuerto. Las dos chicas por inercia giraron sus cabezas buscando lo que sea que causara tal euforia. La mayoría de gritos sonaban femeninos.

-Ven- y dicho esto Pame tomo la mano de Andy y comenzaron a caminar con dirección al ruido. Mas que nada por curiosidad.

Llegaron a una de las terminales y al ver a través de los cristales pudieron divisar demasiada gente, gritando cosas que por el momento no podían ser descifradas. La gente estaba dividida en dos grandes grupos separados por vallas de contención, había una camioneta negra en estacionada fuera, Pame trago fuerte cuando pudo leer el logo de la empresa, Jellyfish, estaban ahí por ellas.

-Tenemos un problema- le decía Pame a un hipnotizada por tanta gente que inconscientemente apretó más la mano de Andy.

-Tenemos dos problemas- para cuando Pame volteó dos grandes sujetos curpulentos y vestidos de negro, literalmente sacados de alguna película de espías se posaron a sus lados.

-Sarabia Andrea y Goitia Pamela- afirmaron los dos sujetos a lo que las dos sólo pudieron asentir con la cabeza. Era fácil encontrarlas, eran extranjeras latinas una de piel morena y ojo rasgado y la otra pálida de cabello chino, no se habían fijado que llamaban mucho la atención.

-Por favor no se acerquen a las personas por mas que les griten, limitence a meterse dentro de la van- los sujetos las aprisionaron entre ellos e hicieron que la puerta corrediza se abriera y dejara entrar todo el aire fresco que había fuera, Andy apretó tanto la mandíbula que pudo jurar que su quijada trono mientras que Pame temblaba.

Tenían demasiados sentimientos encontrados y no parecía que nadie les iba a dejar procesar lo que estaba pasando.

Caminaron el pequeño pasillo creado de la nada y toda persona que estuviera ahí gritó tanto que a las dos se les taparon los oídos. Sientieron que fue eterno y cuando subieron a la van y se alejaron de la multitud seguían sin pronunciar algo.

La primera en captar fue Andy.

-De acuerdo, realmente eso fue increíble- decía viendo algún punto fijo fuera de la ventana.

Pame se limitó a tratar de tranquilizarse por unos segundos tenía las manos echas un manojo de licuadora que tenía que sujetarselas para no mostrar su nerviosismo.

-¿Cómo demonios ocurrió eso?- preguntó al aire.

-Ahora la que maldice en otro país eres tu- parece que Andrea tiene buena vibra para hacer que su mejor amiga reaccionara ya que la otra le mando una mirada mitad asesina mitad divertida.

-Disculpe, ammm... somos....

Querían entablar alguna conversación con el conductor pero al parecer este no quería o tenía órdenes de no hacerlo, ni si quiera las volteó a ver cuando entraron a la van.

-Nos van a secuestrar- comenta Andrea sin el menor pudor posible a lo que Pame le golpeó suavemente el hombro.

-Cállate, sabemos que no es así, ¿qué no viste a la gente? ¿parada ahí? ¿¡gritandonos cuando no saben quiénes somos?!- le decía ya un poco alterada.

-No estoy TAN ciega para no haber visto eso...

Un silencio se creó entre las dos, algo andaba mal cuando se creaba, siempre estaban hablando, cantando o haciendo algo pero juntas, realmente estaban nerviosas por lo que pasaba.

-Estamos en Corea- suelta de repente Andrea, las dos se miran fijamente- estamos al otro lado del mundo con costumbres y tradiciones diferentes, pasamos cinco audiciones y ahora estamos en una van con un destino que, supongo, es la compañía para la que trabajaremos... estamos cumpliendo nuestro sueño Pam.

-Si...es...si- la otra había perdido el trance total y ahora podían apreciar lo bello de estar juntas en Corea- de verdad estamos aquí.

Pasaron las calles con gente caminando bien abrigada, llegaron en época de frío y lluvias intensas por lo que las personas andaban tapadas hasta la cabeza llevando paraguas y abrigos enormes, había pocos edificios altos, y el cielo anunciaba alguna tormenta pronto.

Apreciaban lo poco que veían a través de las polarizadas ventanas cuando sin previo aviso la van se metió en una calle algo angosta pero con suficiente espacio para dos carriles de carros, se detuvo y el conductor se bajó para abrirles la puerta.

La primera en bajar fue Andy quien ayudó a bajar las pesadas maletas de la cajuela, gracias a la conmosion de hace un rato no se dieron cuenta cuando dejaron su equipaje a la deriva y uno de los espías aquellos lo metió todo dentro de la van.

Andy ayudó a bajar a Pame y cuando las dos estuvieron sobre el suelo escucharon el saludo que... la verdad, ni tenían idea de si era un saludo o presentación.

-Uno...dos...¡tres!

¡Real... VIXX! Hola, somos VIXX un placer en conocerlas.

Las dos posaron su vista sobre el grupo de chicos quienes estaban acompañados de todo un grupo de staff.

Ahí, en ese preciso momento es que conectaron miradas, por primera vez y no a través de una pantalla.

Ahí, en ese preciso momento es que conectaron miradas, por primera vez y no a través de una pantalla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo me muero si algo me pasa así algún día me muero.

Polos Opuestos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora