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Desperté y me tomé un baño, me rasuré las piernas, al salir me puse un negligé negro y encima mi ropa, me cepille el cabello y baje a desayunar,
-Buenos días-
-Buenos días Miranda-
-Voy a traer un amigo en la tarde-
-Esta bien, sólo tengan cuidado- cada vez que Teresa me decía "sólo tengan cuidado" me quedaba pensando si ella sabía lo que pasa en mi habitación o simplemente me lo dice por si piensa que yo quiero tener sexo, subí a mi cuarto y me maquille, al llegar a la escuela fui directo a la clase de teatro, Emiliano en cuanto me vio se paró a lado de mi -Ya falta poco-
-No me molestes- al salir de la clase tuve que ir a la clase de baile y en cuanto salí Keith estaba afuera -Vaya, bailas muy bien-
-Gracias-
-Te quería pedir un favor- agachó la cabeza, mi corazón latía más rápido.
-Si claro-
-Soy muy malo para bailar y quería saber cuando podías-
-Mañana está bien-
-Ok, entonces te espero en la salida-

Tocaron la puerta, sabía que era Emiliano, -Llegaste muy rápido-
-Tu dijiste que no tardará-

-Teresa el es Emiliano, mi compañero de la escuela-
-Mucho gusto, me gustaría quedarme a platicar pero tengo prisa, ahí hay comida, ¡chao!- Pude notar la expresión de Emiliano al saber que mi madre se iba de la casa, -¿Quieres algo de comer?- le pregunté señalando la cocina.
-Si estaría bien- avancé hacía la cocina y vi que había muffins, agarré uno y le dije a Emiliano mientras él se sentaba
-Pídele a Martha lo que quieras, cuando acabes subes las escaleras, puerta blanca- subí las escaleras lo más rápido posible, entre a mí closet y me quite la ropa, me puse mi labial rojo, me rocié perfume, me cepille mi cabello, -Mir...- Emiliano puso una cara de sorprendido. -Estás muy sexy- nadie me había dicho eso, la mayoría me dicen que me veo guapa o hermosa pero nunca sexy.
Emiliano se acercó a mí y me empezó a besar, recuerdo que siempre un beso intenso es el principio del acto sexual, agarré las manos de Emiliano y las baje a mi cadera, llevé a Emiliano directo a la cama, me agarró las nalgas mientras me decía -Te quitaré la ropa- Emiliano sabía besar pero era muy torpe para poder acariciar a una mujer, cuando terminamos agarré mi celular y eran las 8:00 pm, habíamos durado 5 horas, nunca había durado tanto con alguien, -¿No te tienes que ir?-
-No, le dije a mi mamá que me iba a quedar en casa de un amigo- me pare y fui a ponerme una sudadera y un short -Voy a la cocina- salí de mi cuarto, no podía dejar que Emiliano se quedará en mi cuarto, agarré un cigarro de la chaqueta de Teresa, ya que siempre los guarda ahí, salí a la calle y me quedé sentada en una banca, en cuanto me acabe el cigarro regrese a casa, el carro de Teresa estaba afuera, en cuanto entre, Emiliano y Teresa estaban tomando una copa de vino, -¿Porqué tus amigos nunca se quedan hasta tarde?- me sorprendió mucho la pregunta de Teresa, me puse a lado de Emiliano y tomé varios tragos a su copa -Por que tienen cosas que hacer- subí a mi cuarto y recogí las envolturas de los condones, -Si te molesta que me quedé me voy-
-No me molesta, sólo que no dormiré contigo- Emiliano abrió los ojos como plato, -Me quedaré en la sala, puedes dormir aquí si quieres-
-Miranda, quédate en tu cuarto, yo me quedaré en la sala- salió de mi cuarto y sólo me quedé escuchando los pasos hasta que cada vez más iban desapareciendo.

Fantasía ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora