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Todo el mundo bailaba, se divertían y bebían. Y yo, sentada en el borde de aquella piscina sin saber qué hacer con mi vida, mientras bebía una Coca-Cola sin gas.

Yon me había abandonado, prefiriendo la compañía de Namjoon; la última vez que vi a Hoseok, Jimin y Jungkook estaban bailando sin control encima de una mesa; Jin había desaparecido con unos compañeros de facultad; Yoongi se durmió en el césped, junto a mí; y Taehyung, no tenía ni idea de dónde estaba.

Osea, que me encontraba sola en una fiesta en la que no conocía a nadie -a excepción de los nombrados-, pensando en los acontecimientos pasados.

Un playboy.

¿Es que, acaso, había decidido traerme y ser amable conmigo solo para ser otra más de sus conquistas?

Sea como fuere, tendría que dejárselo claro. No iba a convertirme en una más de muchas.

—¿Todo bien?—la voz de Jin me sacó de mis pensamientos, mientras se sentaba a mi lado mirándome con el ceño fruncido—. Pareces decaída.

—Sí, estoy bien—le dediqué una sonrisa tranquilizadora—. Solo estoy un poco aburrida.

—¡Oh! Si ese es el caso, puedo contarte un chiste—una gran sonrisa apareció en su rostro. Me pareció extraño, pero aun así asentí y le hice una señal con la mano para que procediera—. Esta bien. ¿Qué es una gamba tirando piedras? ¡Una gamberra!—y al decir aquello estalló en carcajadas. Yo me quedé atónita durante un segundo, y luego rompí a reír con él, más por su risa que por el chiste.

—¿Te han dicho alguna vez que tus chistes apestan?—dije una vez habiendo recuperado el aliento, secándome una lagrimilla que se me había escapado.

—Constantemente—paró de reir y se giró a verme—. Pero te he sacado una sonrisa, ¿no? Eso es lo que cuenta.

—Tienes razón. Gracias.

Nos quedamos un rato hablado de esto y aquello, con algún que otro chiste malo de por medio. Pude notar que Jin es de aquellas personas que, no importa lo mal que te haya ido el día, él hará lo que sea por tal de ver a la gente de su alrededor contenta. 

Por lo visto cursaba el último año de medicina.

Me habló de él y su relación con los chicos, obteniendo el papel de hermano mayor y cuidar de cada uno de ellos.

–Hablando de eso, ¿te importa que te deje un segundo? Tengo que asegurarme que no se descontrolen más de la cuenta y no corrompan a Jungkook.

Dicho y hecho. Se  levantó y puso rumbo al interior de la mansión, dejándome sola de nuevo.

Pero no por mucho.

—Hola—Taehyung apareció y se colocó donde anteriormente se encontraba el mayor de sus amigos—. ¿Aburrida?

—Hola—contesté, más fría de lo que pretendía—. Un poco, ¿y tu? ¿Te lo estás pasando bien?

O no notó mi tono sarcástico, o prefirió ignorarlo.

—No. Me aburro mucho—hizo un mohín, lo que me resultó algo realmente adorable—. Tengo hambre. Vayamos a comer ramen.

Le miré, creyendo que me estaba tomando el pelo, pero por su expresión me di cuenta de que lo decía totalmente en serio.

—¿Comer ramen a estas horas?—miré mi reloj para cerciorarme de la hora que era—. ¡Pero si son la una de la madrugada!

—¿Y? Siempre es buen momento para comer ramen.

Me quedé pensándolo durante un momento, hasta que me di cuenta de que sería el momento ideal de aclarar la cosas con él. Y para qué mentir, yo también tenía hambre.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2019 ⏰

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Sunlight ➻ Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora