Recuerdo su respiración en mi cuello y sus abrazos sanadores, el sabor de sus ¨Te amo¨ y el sonido de nuestras almas al encontrarse. Recuerdo confundir sus ojos con estrellas y la magia de su poesía, el amor con el que construimos nuestros sueños y las muchas risas compartidas. Recuerdo la inmensidad de su mente, su insaciable sed de conocer y los secretos que nos confiamos, las canciones que eran solo nuestras y las promesas que con mucha ilusión creamos. Recuerdo que fuimos invencibles, apasionados e infinitos. Recuerdo como poco a poco él fue abriendo todas mis puertas. Recuerdo amarnos sin medida, ni horarios, las lágrimas, cosquillas y peleas, los sacrificios, las bromas y las confesiones en la madrugada. Recuerdo enamorarnos cada vez más, nuestras miradas sinceras, como solíamos detener el tiempo y como nos robábamos sonrisas, las caricias. Recuerdo a ambos eligiendo amarnos todos los días, recuerdo que fuimos felices, pero sobre todo, recuerdo nuestro desmesurado y puro amor.