Capítulo 24

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Mis amigas y yo necesitábamos culminar unas horas para graduarnos de cuarto año y decidimos ir a un bosque para hacer lo que nos faltaban, horas de contacto verde.

Fuimos el sábado, y de pura casualidad el bosque era cerca de la casa de Leonardo.
Me puse un mahon largo con un suerte y unos zapatos, aunque teníamos que caminar mucho tenía que ir guapa. En mi mente tenía malas ideas porque una de mis compañeras era vecina de él y quizás podía irme con ella y hacer cositas.

Subí con mi mamá y mi hermano, me dejaron allí en el bosque y hicimos la caminata, una de dos horas y otra de seis horas. Terminé muerta, por poco me da un patatú. Para el colmo de males, me bajó la regla en el medio de la caminata.

En fin, se me dañaron los planes de ver a Leonardo, no podía ir así toda toda sucia con los zapatos enfangados y menos en regla.

Bajando para la casa de mi amiga ella me enseña cuál es la casa de él.

Le envié un mensaje

- Ya sé donde vives.😜

Leo: ¿Sí? Pues bienvenida seas.

Yo: Ya bajé (le mentí, aún estaba en casa de su prima)

Leo: Pues te lo perdiste ¿te puedo llamar?

Yo: Sí, claro.

Al medio segundo me llega su llamada y lo contesto al instante

Leo: Hey ¿Qué haces?

Yo: Hola cariño, estoy aquí en casa de tu prima.- y justamente me acabo de dar cuenta de que metí las patas con todo y cuerpo.

Leo: ¡Aja! Con que todavía estás ahí, ven visitame y de una vez te sacas las cejas.

Yo: No, no puedo.

Leo:  ¿Porqué no puedes? Si estás ahí al lado, eso es que no quieres. No me hagas ir a buscarte porque yo sé donde ella vive.

Yo: Dale ven, que me meto en el primer cuato que encuentre.

Leo: ¿Pero porqué? No me quieres ver, hoy tengo como que ganas de besar.

Yo: Que rico, no me tortures pero no puedo, de verdad que no puedo.

Leo: ¿Pero porqué no puedes? Si estás ahí al lado, ven. Yo te estoy pidiendo que vengas, te estoy rogando que vengas.

Yo: No puedo, de verdad que no puedo. Caí en regla.

Leo: Si yo lo que quiero es verte, quiero conocerte en persona, tranquila.

Yo: No puedo, de verdad que no puedo.

Leo: Bueno pues entonces déjame torturarte, estoy aquí en mi cama acostado, si tú entras puedes seguir mi cuarto y aquí estaré esperándote con marihuana y dos controles de play, fumamos, jugamos y nos besamos porque hoy tengo muchas ganas de besar.

Yo: No me hagas esto por favor, voy a bajar ahora para casa te llamo ya mismo.

Leo: Dale amor, me escribes.

Cuando enganché por poco lloro, tuve la oportunidad de mi vida, lo deseaba tanto. ¿Porqué no me bajó la regla después?

Cuando llegué a casa y le envié un mensaje, me bañé y me acosté un ratito.

Después de descansar él me volvió a escribir y a torturarme.

Me llamó y hablamos toda la noche, me dormí dialogando con él, una vez más. Ya esto se ha vuelto una costumbre para mí...

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⏰ Última actualización: Jun 12, 2018 ⏰

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