Engaño.

Historia basada en el preludio de Avengers: Infinity War, y una de las teorías que circulan en el fandom de Marvel y Thorki.

Disclaimer: Marvel y sus personajes no me pertenecen, o de lo contrario, Loki estaría vivo y sería la reina que Thor y Asgard merecen. (?)
Los fanarts utilizados en este fic son propiedad de sus respectivos autores.

Pareja: Thor x Loki.

Advertencias: Feels, dolor y más dolor.

Resumen: Y ahí estaba. Su propio engaño le explotó en la cara y todo porque no resistió ver como él sufría. Quien diría que el Dios del Engaño había terminado por creerse su propia mentira.

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❝ Más vale ser vencido diciendo la verdad, que triunfar por la mentira. ❞ – Mahatma Gandhi.

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Ser un mentiroso se había convertido en su principal arma y método de defensa, capaz de manipular con la mentira y regalar lo que los oídos de cualquiera quisieran escuchar con ella. Cientos de años de práctica, tiempo suficiente para hacerlo un total experto. Entonces ¿Cómo es que ahora mismo no estaba ejerciendo como el profesional que era?

En verdad, no lo vio venir.
Le cayó de improviso por completo y de la peor manera que se hubiera podido imaginar.

Tantos años de negarse, de repetirle a él incontables veces, al mundo y así mismo lo mucho que le odiaba, cuanto prefería estar lejos de él y todo lo que significaba su mera presencia, tantos años de restregarle que no había ni nunca habría nada entre ellos y que aquellos días de infancia no habían sido más que mentiras y recuerdos borrosos que no regresarían. Tantos años de engañarse así mismo, para que todo se fuera al carajo en cuanto los gritos de Thor retumbaron en sus oídos; fue en ese preciso momento en el que sintió, casi en cámara lenta, como su pecho se oprimía de la forma más cruda que había experimentado, como su engaño se caía a pedazos.

"¡Ya basta!
¡Suéltalo!"

Y ahí se iba.
Todo su esfuerzo y su temple derechito al caño.
Su propio engaño le explotó en la cara y todo ¿Por qué? Porque no resistió ver como él sufría. Y ahora le era imposible dar un paso atrás, no ahora que su mirada esmeralda y acuosa daba directa con la azulina de Thor, no ahora que Thor podía verle completamente y al descubierto.

Quien lo diría, el propio Dios del Engaño engañado por su propia mentira.

El rubio tenía razón al reclamarle que era un hermano terrible, de lo peor sin duda; pero ahora, y lo atribuye a la situación, debe reconocer que escuchar tal 'cumplido' le dolió. Quizás esperaba algo más, algo así como un "adiós", aun cuando sabía bien que era imposible que su hermano pudiera leer entre líneas; pero vamos, que es Thor de quien está hablando, su hermano no se daría cuenta de los detalles ni aunque estos estuvieran golpeándole en la cara; y tan solo este pequeño pensamiento le provocó una sonrisa, una sutil e imperceptible mueca únicamente suya, que nada ni nadie podría quitarle. Así que como de costumbre, lo tragó todo, dolor, temor y esa pequeña alegría personal que se había permitido en un momento tan crucial, lo empujó bien adentro de su pecho junto con el nudo que se había formado luego de ver como el hijo de Odin sufría a manos del titán, todo para que la voz no le sonara temblorosa.

Hubiera dado lo que fuera por abrazarlo otra vez.

"Te aseguro, hermano, que el sol volverá a brillar sobre nosotros."

Hubiera dado lo que fuera por cumplir esa promesa, al menos esa, lo jura, pero Loki sabe muy bien que no todo sale como se desea.

Y Loki inspira, se llena los pulmones de coraje más que de aire para enfrentar a un adversario más que conocido a sabiendas que le será imposible ganar, pero nuevamente recurre a su arma favorita, la mentira, incluso consigo mismo.

¿Por qué lo hace?
¿Por Asgard?
¿Por el Tesseract?
¿Por salvarse así mismo?
¿... O quizás es por Thor?

Y Loki vuelve a inhalar profundo, pero discreto, reconociendo en su fuero interno que salvar a Thor de una muerte inminente se ha vuelto una prioridad que no ha querido aceptar hasta ahora.

Y lo planea todo, su mente igual que siempre, trabaja con rapidez mientras encanta con su labia al adversario, mientras Thor lo mira con indignación, dolido; seguramente creyendo que le ha traicionado de nuevo, y Loki sabe que no puede culparle, demasiados años apuñalándole por la espalda, literalmente.
Si tan solo supiera...

"Yo soy Loki, príncipe de Asgard..."

Sus ojos verdes buscan los de su hermano con cierto deje de desesperación tan sutil como ese "mírame"  implícito que se asoma en su mirar. Al hallarlos al fin, le dedica una mirada significativa a esos irises azules que le observan dolidos al pensar mal de él; una mirada de aquellas que Loki sabe, solo Thor entiende. Y Thor lo hace, lo entiende, entiende que algo tiene planeado y entre más comprende las intenciones de su hermano menor, mayor es su preocupación.

"Hijo de Odín"

En verdad, daría lo que fuera por abrazarle justo ahora, pero se conforma en conectar sus miradas en un efímero momento antes de separarlas en algo que podría tomarse como su "adiós", en el momento preciso en que le declara su completa lealtad. Entonces, Thor se desespera, Loki lo sabe y sabe porqué, sabe muy bien que ha visto la daga que ahora oculta en su mano, pero no se puede evitar en lo absoluto y se niega a mirarle, no ahora que ha llegado tan lejos, no ahora que puede ser él quien le proteja al fin y no al revés.

Un último engaño.
Que ingenuo ha sido Thanos.

El último cabo atado.
La fase final del hechizo de protección que ha puesto en Thor y que culmina con su propia vida.

Su engaño le explotó tan fuerte en el rostro, que aun ahora, con su cuello siendo comprimido por la gran mano de Thanos, siente las repercusiones de este. Sus ojos se sienten húmedos y ya no está seguro si es por la presión que ejerce el titán o es por el dolor que oprime su pecho ante el hecho de saber que en todos estos años, Thor vivió creyendo que le odiaba; en todos estos años, no le dijo a Thor ni una sola vez cuanto le amaba.

"Tú nunca serás un dios"

Fueron sus últimas palabras, aunque su intención más bien era otra.

"Tú nunca serás Thor"

Lo último que quedó atrapado en su garganta antes de ser arrojado sin vida al suelo. El hechizo estaba listo. Su último regalo hacia su hermano, la última muestra del amor que le profesaba, aunque este no tuviera ni la menor idea.

Su último engaño camuflado en una verdad absoluta.

"A veces te envidio... pero nunca dudes que te amo."