Las semanas pasaban, el cariño de Beverly se iba deteriorando, lo sentía en sus palabras. La relación no iba a ir bien después de su partida.—El baile es en tan sólo una semana.
—Falta mucho aún, Stanley —me quejo, y era verdad— No tiene caso ir, no lo haré.
—Encontrarás alguna pareja en poco tiempo, solo para bailar —dice insistente— Quizá Bill, le pareces bonita y se ven bien juntos.
—No voy a ir.
—Vas a ir. Quieras o no.
—Los bailes son aburridos y tontos, hay otro en verano, tendré una pareja al menos en ese entonces —me encogí de hombros restandole importancia— ¿No crees?.
—Sí, lo creo —admite— Asistirás a ese y a este.
—Sólo al de verano.
—No.
El teléfono empieza a sonar en la sala. Stan me da leves empujones hacia el, sabía que Beverly estaba llamando.
—¿Beverly?.
—Ho-hola, ____. ¿Qué tal?.
—Todo bien.
—¡Hey! Pronto se acerca el baile de invierno. Quiero que vayas y te diviertas, ¿si?.
—¿A que iré?.
—A un baile se va a bailar, ____.
—Si, pero es absurdo.
—¡Sólo ve! Vas a divertirte, confía en mi. Me aseguraré de que sea así.
—Si tu lo dices, Bev. Iré, pero apenas me aburra me largo de ahi.
—Trato hecho. Solo llamaba para darte el aviso, llamaré uno de estos días, amor.
—Claro. Adiós.
Cuelgo el teléfono luego de que ella se despide de mi. Volteo hacia mi amigo.
—Si iré al baile.
—¡Así se habla!.
[...]
La semana pasó, todos los chicos me ayudaron a escoger un lindo vestido. Era sencillo, azul marino, suelto todas partes, excepto en la parte de los hombros, en la cintura había un lazo que ajustaba un poco.
Mi cabello tenía un nuevo look, lo tenia arriba de los hombros, y unas trenzas que mamá me ayudó a hacer.
—Estas muy linda, hermana —Richie me toma de la mano— Pensé que jamás te vería con vestido.
—Y yo creí que jamás te vería arreglado.
Ambos reímos antes de bajar al comedor. Mamá tenía una cámara lista, y comenzó a tomarnos fotos.
—Mis pequeños, ¡irán a su primer baile!.
—También me emociona, mamá.
Luego de un par de fotos nos vamos al instituto. El gimnasio estaba transformado totalmente, decorado con telas de color oscuro, con luces de colores, y buena música de fondo.
—No parece tan malo —dijo Eddie llegando a mi lado— Richie...
—Vamos por un poco de bebida. Nos vemos, ____.
Ellos se van. Me siento en las gradas junto a unas compañeras de mi clase, luego se van con sus respectivas parejas de baile. Alguien se abre paso entre los estudiantes, era Bill, quien se acercaba a mi extendiendo su mano en mi dirección.
—Tengo algo para ti, ____. Ven conmigo.
Estaba intrigada, me lleva al centro de la pista, pero me suelta y deja de tirarme.
—Las dejo solas.
Beverly estaba frente a mi, con una radiante sonrisa, con un hermoso atuendo.
—Por eso insistí en que vinieras. —se acerca más a mi— Quiero pasarla bien durante estas horas, luego tendré que irme... Solo no quiero ponerte mal.
—No tendría porque hacerlo, Bev. Estas aquí conmigo, después de meses.
—Disfrutemos esta noche.
Dicen que hay buenos momentos en la vida, luego llegan los malos.
La canción lenta empieza a sonar, todos se juntan aún más para bailar al ritmo de la suave melodía.
(Ustedes imagen The Night We Met v:)
Beverly pone mis manos sobre sus hombros, y ella los suyos sobre mi cintura. Para mi, solo éramos ella y yo, ignorando las malas miradas. No me importaban ellos. Nunca me importaron.
—Eres tan hermosa, quería que lo supieras —dice sonriente sin despegar sus azulados ojos de los mios.
—Agradezco tener mi primer baile contigo.
No responde, pero sonríe de otra forma, parecía triste. Levanta mi mano y hace que de un giro en mi lugar. Ahora nos movíamos alrededor del centro, no eran pasos lentos.
—Estaba pensando, jamás te vi con vestido, ____.
—Todos me lo han dicho.
Al final de la noche, aun quedaban estudiantes, otra vez habían puesto una lenta. Y Beverly estaba tan cerca de mi, que me dio curiosidad sentir sus labios sobre los mios otra vez.
Parece darse cuenta y merma la rapidez en sus pies. Aun acercándonos poco a poco, se detiene. Lanza un suspiro en mi oreja.
—¿Que sucede? —le pregunto.
—No puedo hacerlo.
Suelto sus hombros, deja de abrazar mi cintura y baja la cabeza, como si estuviera arrepentida de algo.
—Siento que estoy jugando contigo, ____. Perdóname —se separa lentamente— Yo estoy... saliendo con alguien más.
—¿Para que volviste entonces? ¡Era mejor olvidarlo!.
—Iba a decírtelo pero me dejé llevar. Estoy confundida.
Me había hecho ilusiones tan rápido. Pensé que la relación se arregló, pero era imposible.
—No vuelvas a llamarme. Jamás. ¿Entiendes?.
—No quiero que terminemos mal.
—Es tu culpa. Mientras tenías a alguien más me decías que me amabas, volviste a Derry a hacerme creer que querías verme otra vez.
—Quería hacerlo...
—Lo hubieras hecho fácil, ¡pero no! Tenías que arruinar esto.
Sentía ganas de llorar pero no me dejé soltar ni una sola lágrima. No quería verme débil frente a Beverly.
Dejé el gimnasio a toda prisa. Esquivando a las parejas en la pista. Asimilaba aquellas palabras, hacerlo hacia que el nudo en mi garganta fuera más grande aún.
—Mierda...